Urge un paquete de apoyo público y privado a las Pymes de Nuevo León. Vamos muy tarde. Estamos hundidos en una crisis sin precedentes en los últimos 60 años. Y nadie está haciendo nada. Mañana presentaré en este espacio un paquete de apoyos que mandé al presidente López Obrador y al gobernador Jaime Rodríguez. Ahí propongo, entre otras medidas, que se difiera el pago de impuestos y de servicios, como la energía eléctrica, gas y agua, para salvar a esta gente del desempleo y de la crisis de liquidez. Hasta ahora no se ha propuesto un verdadero plan de rescate económico. Puras buenas promesas.

Las grandes empresas nacidas en Monterrey, como Arca, Cemex, ALFA, FEMSA, Banorte, pueden salvarse solas. Lo mismo harán las más de 3,500 empresas extranjeras que llegaron a Nuevo León, como KIA, John Deere, Whirlpool, LG, Lenovo, Heineken, Lego, etcétera. Pero las pequeñas empresas, en cambio, no podrán sobrevivir solas, muchas ya quebraron, otras quebrarán muy pronto en los próximos dos meses.

La CAINTRA en Nuevo León (esta cámara que integra al sector industrial) la forman 4 mil empresas, la mayoría de las cuales son pequeñas y medianas. Juntas aportan más del 70% de los empleos formales, directos e indirectos. Son muchas familias de trabajadores las que viven de ahí.

Ahora, estás Pymes sufren un freno brusco, brutal de su economía. Han chocado contra una pared. Han entrado en un túnel de incertidumbre. En abril pasado, la CAINTRA aportó 15 millones de pesos para ayudar a sus socios en problemas. Se agradece, pero la medida es apenas un "Mejoralito".

Esta semana mandaré mi plan de rescate a Adrián Sada Cueva, que encabeza la CAINTRA en Nuevo León, a ver si convence a los miembros de su consejo a meterle otros 15 millones de pesos. Los Sada son una familia que se han pasado unos a otros el control de Vitro de generación en generación. Y saben de la importancia de apoyar a sus pequeños y medianos proveedores. Ojalá Adrián Sada suelte esa lana en beneficio de las Pymes.