El día de ayer los ciudadanos tuvimos la oportunidad de observar el debate entre los candidatos presidenciales, una oportunidad para contrastar ideas, propuestas y opiniones, una oportunidad para escuchar decirse de frente cosas que a espaldas o mediante medios se difundían, una oportunidad para ver los claroscuros de cada uno de los candidatos. Pero en la cual a mi sentir objetivo no hubo un ganador contundente, si bien hubo candidatos que respondieron de forma puntual a las acusaciones imputadas. Cual partido de futbol que queda empatado sin goles, se vio un debate en donde la constante fue la carencia de propuestas y más aun de la exposición del método para la ejecución de las mismas.

Comenzare por señalar al árbitro del encuentro y las fallas sistémicas y de operación para la ejecución de tan importante evento, me refiero obviamente al Instituto Federal Electoral. Una de las primeras fallas fue la exhibición de una edecán que si bien en un evento deportivo hubiera sido un gran tino, fue lo más inapropiado para un evento de tal envergadura e importancia para nuestro país, si bien ahora ha comenzado el deslinde de responsabilidades, en cuanto a que fue culpa del IFE o de la casa productora, es claro que este instituto debió vigilar cada uno de los detalles en cuanto a la realización de este evento se refiere, no es una critica despreocupada, ni mucho menos un ejercicio de futilidad, recordemos que en manos de este ya desprestigiado instituto depositamos la confianza de nuestros votos.

Enmarcado en una pésima producción el formato no me pareció malo ya que el hecho de tener 4 candidatos refiere un reto mayor, desapruebo los comentarios que ejemplifican el debate de los candidatos al gobierno de Francia, los cuales eran dos, pues de haber dejado tal libertad al formato se hubiera aquello convertido en una romería, sin embargo las preguntas carecieron de especificidad y fondo político.

Ahora que he señalado el panorama general así como las instituciones de arbitrio de este evento, me toca solo analizar uno a uno la participación de cada uno de los candidatos, para lo cual tomare el orden de aparición mismo que siguió el debate propio.

Enrique Peña Nieto: Un candidato que al ir al frente de las encuestas, con el fantasma de sendos errores en apariciones improvisadas y sin la ayuda de su equipo era el que apostaba más en esta mesa.

No pude notar una propuesta concreta en materia de seguridad, desarrollo sustentable y telecomunicaciones, ataco a los candidatos del PAN y del PRD de forma frontal y obtuvo respuesta a sus ataques, mas sin embargo no respondió al cuestionamiento del polémico caso de la niña Paulette ni a sus nexos con el ex gobernador Arturo Montiel Rojas ni con el ex presidente Carlos Salinas de Gortari, no respondió de forma clara a los dichos respecto a la propuesta de privatización de PEMEX, ni a los comentarios emitidos en el país vecino por parte de su coordinador de campaña Luis Videgaray. Dejo entrever su descontento respecto al tiempo que se le destinaba a sus participaciones e hizo notar en más de una ocasión que el tenia menos tiempo que los demás candidatos, esperemos que esto no sea un pretexto para no asistir a los demás

 

debates, ya que dada su posición en las encuestas el presentarse solo podría restarle simpatizantes.

Intentó defender a su sucesor en el Estado de Mexico, pudiendo dejar ese tema de lado ya que eso podía responderlo el propio gobernador, lo cual siembra la duda de si aun tiene injerencia en ese estado después de ya no ser él quien gobierna.

Realizo un comentario, preocupante donde refiere que el país necesita más cárceles lo cual no es resolver el problema de fondo, así lo hizo con cada una de sus dejos de propuesta, sin fondo, sin claridad, sin perseguir los problemas de estructura que al país atañen.

Andrés Manuel Lopez Obrador: Al principio me desconcertó su arranque, bastante lento y repetitivo con los comentarios y propuestas, para luego recordar los grandes principios del discurso, un inicio ligero, un énfasis, un valle que invita a la reflexión y un cierre contundente, mas me parece que se quedo corto en la contundencia con la que pudo sembrar la reflexión en los votantes indecisos. Este candidato respondió bastante bien a los ataques que le hizo el candidato del PRI, respondió que mientras a él lo vinculan con René Bejarano, este piso la cárcel y no así los personajes nocivos de los demás candidatos quienes no recibieron más que un descredito social y en algunos casos ni eso. Presento documentos referentes a los gastos excesivos de campaña del candidato del PRI. Gusto particularmente lo referente a la disminución de salarios en los mandos superiores de la administración pública, así como un sentimiento nacionalista en cuanto a la honestidad como etilo de vida, si bien a muchos esto último les parecerá ocioso, la efectividad de los reafirmantes de conducta en medios masivos como un precepto nacional está probado, algunos recordaran que antes de la campaña “pocos hijos para darles mucho” las familias eran de más de 6 integrantes y con dicha campaña en la década de los 80’s se logro una disminución en el número de integrantes de la familia, situación que podría ser similar con un bombardeo de honestidad como estilo de vida.

Reconozco su inteligencia de no enfrascarse en un debate con la candidata del PAN, ya que fue una forma de neutralizarla y aun mas utilizarla de forma indirecta en contra del candidato puntero, de igual manera no se engancho ni le dio importancia a los ataques del candidato del PANAL por convenir a la estrategia y darse cuenta de lo que detallare más adelante respecto a ese candidato.

Josefina Vazquez Mota: Una candidata por demás gris, si bien no hubo un claro ganador, hubo una perdedora y fue a mi opinión la candidata del blanquiazul, con titubeos al hablar, carente de propuesta, así como de respuesta ante las acusaciones referentes a sus ausencias en la cámara de diputados, apresurada en el ataque hacia el candidato del PRI, entrenada si en no mencionar el nombre Enrique Peña para no grabarlo en la mente de los espectadores, se refirió a este como el candidato del PRI, se concentro en una lucha frontal la cual de darse debe ser sin cuartel o se corre el riesgo de no crear un impacto, como fue su caso.

 

 

Mostrando un nuevo look quedo demasiado corta en sus propuestas como en sus ataques, una candidata que lleva el peso de mayor numero de desatinos en su campaña, producto de un desgastante proceso interno.

Gabriel Quadri de la Torre: Un candidato que no tenía nada que perder y mucho que ganar, inicio sorprendiendo a propios y extraños, para los menos educados en política les impacto mostrando gráficos, cifras, datos duros, utilizo de buena manera el repudio que sentimos la mayoría de los mexicanos por la clase política, hizo evidentes las fallas en los sectores educativos y de investigación del país, hizo sentir a los votantes indecisos un sentimiento de filiación con un candidato ciudadano.

La realidad se mostro conforme transcurrían las intervenciones, solo puedo decir que estamos ante nuevos niveles de histrionismo político, muchos creímos el rompimiento entre el PANAL y el PRI, mas no, lo que resultaba evidente, un ganar-ganar para ambos partidos, el PANAL conservaba el registro y tenía una jugosa tajada del pastel electoral y el PRI obtenía un aliado encubierto.

Quadri repudio a los políticos sin saber que en su repudio iba el inmiscuido, similar apología se lleva a cabo en La Republica de Platón, cuando en su libro sexto Adimanto reprocha a Sócrates la utilidad de los filósofos, pues señala que le sobra razón para considerar a los más sabios como gente inútil para el estado; pero que no es a ellos a quienes hay que reprochar sino a quienes no se dignan de utilizarlos, de forma similar el candidato se pretende separar de los políticos para convertirse en un filosofo mártir. No ahondare más en la crítica hacia este candidato, ya que como en la economía, darle bastante importancia a algo que no la tiene, solo incrementa su valor.

Lo que ahora resta estimado lector es comparar las plataformas políticas, analizar las piezas estratégicas que serán colocadas en las diferentes carteras, comparar los modelos políticos, económicos, sociales y en esta época hasta de desarrollo sustentable. Analizar el pasado con miras al futuro, no declinemos ante el hartazgo político, no heredemos una decisión a la ligera, el mejor voto, es el que se realiza informado.