Me llamo Patricia Hernández Vera y tengo 31 años de edad. Nací en Monterrey, mis padres también nacieron en Monterrey. Soy una mujer orgullosamente regia, de clase media, educada en los valores de mi ciudad, creyente en la cultura del trabajo y el ahorro.

Desde que tengo edad para hacerlo, he cumplido con mi obligación de votar. Pero en ningún otro proceso electoral había seguido con tanta atención las campañas.

Hace seis años estudiaba fuera de Monterrey. Estuve en la ciudad el día de las elecciones, pero nada más. Y hace 12 años era yo muy joven.

Esta vez, he analizado con todo cuidado a los diferentes candidatos.

Lamento la crisis del PAN, un partido respetable que ha gobernado mi estado, pero que pasa ahora por una situación lamentable. Considero que Felipe de Jesús Cantú es un buen político, pero como candidato a gobernador ha fracasado. No es su culpa, sino de la pérdida de credibilidad de su partido. Increíblemente va en tercer lugar en las encuestas.

Entiendo la ?moda Bronco?. Un priista de 30 años de militancia, solo porque rompió tardíamente con su partido y no se sumó a ningún otro, ha incrementado su popularidad. Ha aprovechado mejor que nadie el desgaste de los grandes partidos políticos. Su campaña se ha basado en una excelente estrategia de redes sociales, que en gran medida ha sido exitosa porque ha vendido la idea de que él enfrentó personalmente a las mafias del crimen organizado.

Respeto como persona a Jaime ?El Bronco? Rodríguez, pero no lo considero un buen candidato. En primer lugar, no me convence su historia de ?vengador anónimo?; hay demasiado huecos en sus supuestos enfrentamientos con la mafia. En segundo término, no le he escuchado o leído ninguna propuesta seria de gobierno; su tesis de que los partidos son malos hasta podría compartirla, pero no hay en ello nada parecido a un proyecto para mejorar la administración pública. En resumidas cuentas, lo veo demasiado ?populista?, es decir, como alguien que prefiere el discurso llegador y, por lo mismo, rechaza la argumentación profunda y ?aburrida?.

Hay un gran candidato que si ganara sería un excelente gobernador, el señor Fernando Elizondo. Pero no tiene ninguna posibilidad.

Voy a votar por Ivonne Álvarez, candidata del PRI a gobernadora. Estas son mis cinco razones para hacerlo:

1.- Es mujer. Nuevo León merece y hasta necesita ser gobernado por una representante del género femenino. Por cierto, me preocupa que parte de la ?moda Bronco? sea una reacción misógina a la postulación de una mujer por parte del PRI. Un macho de los de antes, de aquella época que ya tendríamos que haber superado, frente a una señora como Ivonne que no termina de ser aceptada simplemente por ser mujer.

2.- Es joven. Tiene pocos años más que yo. Nuevo León necesita ideas frescas, un empuje distinto.

3.- Es de las personas que están renovando al PRI. Este partido debe y puede cambiar. Debe dejar de ser el instituto político de Carlos Salinas, Romero Deschamps, Sócrates Rizzo? y el propio ?Bronco? Rodríguez, que con sus 30 años de priista ni modo que niegue ahora la cruz de su parroquia.

4.- Como Luis Donaldo Colosio, proviene de la cultura del esfuerzo y no del privilegio. Si algo ha hecho Ivonne Álvarez es trabajar desde muy joven. La vida no le ha regalado nada.

5.- Es la única que ha estructurado un esquema para ofrecer propuestas de gobierno. Desde hace tiempo armó un equipo para darle forma a su futura administración, al frente del cual puso a Mauricio Doehner. Lo acompañan personalidades como Sergio Elías Gutiérrez, Graziella Fulvi, Ramón de la Peña, Othón Ruiz Nájera y Liliana Melo de Sada, entre otros.

Es mi posición, la comparto aquí.