Con la calificación de la elección presidencial, a principios de septiembre, recomenzará el ciclo de ventas de publicidad de la empresa mediática más importante de México, Televisa.

Más o menos al mismo tiempo estarán en su etapa de vacas gordas dos grandes aliados, Enrique Peña Nieto y Emilio Azcárraga Jean. El primero porque asegurará el disfrute del poder sexenal. El segundo porque rellenará sus arcas con fuertes contratos publicitarios.

Peña Nieto y Azcárraga, juntos, han salido victoriosos de batallas políticas, no siempre de maneras limpias y claras, pero se han salido con la de ellos.

Desde luego, como en toda guerra, los equipos de Peña Nieto y Azcárraga tienen bajas que lamentar.

Hablemos de una sensible baja en Televisa, la del señor Alejandro Quintero, que fue durante años el principal ejecutivo de ventas de la televisora y que, como tal, llevó durante buena parte del gobierno de Peña Nieto en el Estado de México las relaciones de la televisora con el ya casi presidente electo.

En efecto, fue Quintero el que trabajó estrechamente con Peña Nieto y los suyos, sobre todo con David López (comunicólogo del mexiquense) y el estratega Luis Videgaray, para construir la (haiga sido como haiga sido) victoriosa candidatura presidencial).

Pero cuando llegó la hora buena, la de la campaña presidencial, a Quintero se le sacó de la jugada. Lo marginó Bernardo Gómez, hombre fuerte de Azcárraga.

Marginado de las relaciones de Peña Nieto, que ahora lleva Bernardo Gómez, el señor Alejandro Quintero, como premio de consolación, conservó su cargo en Televisa.

Pero ya no…

Con Emilio Azcárraga fuera de México, Bernardo Gómez llamó el martes pasado a Alejandro Quintero para cesarlo.

Bernardo fue duro, durísimo con Quintero, al ponerlo fuera de la empresa, lo que hizo el número dos de Televisa a pesar de que está a punto de arrancar el ciclo de ventas de la compañía.

Ya se verá cómo afecta eso a Televisa… Quintero es el responsable del 70% de los ingresos de la televisora. Es probable que el mercado tome a mal la decisión que huele más a ajuste de cuentas personales que a estrategia corporativa.

Otro berrinche de Gómez, otra crisis en Televisa. Así de poderoso es. Así se lo permite Azcárraga.

En lugar de Quintero se queda Isaac Lee, presidente de noticias de Univisión, editor de la revista Poder (muy promovida por Televisa, pero sin lectores, muy buen adorno para los anaqueles del Sanborns) y recientemente promotor de un fracasado portal noticioso en México.

Habrá otro cambio en la televisora. Sus noticieros tendrán ahora un defensor de los televidentes.

El ombusdsman que garantizará una política informativa abierta y plural de Televisa será Daniel Moreno, sí, el mismo que en su momento fue nombrado director editorial de Televisa Radio con la única misión de despedir a Carmen Aristegui.

Moreno, ahora mismo, encabeza un portal de noticias (en el que también participa Isaac Lee) que no ha sido para nada exitoso.

Es decir, en materia de limpieza editorial Televisa, por así expresarlo, ha dejado a la iglesia católica en manos de Lutero.

Si Televisa piensa contentar a los del #YoSoy132 con un defensor de la audiencia que tiene como su principal currículum haber despedido a Aristegui, pues jodida queda la televisora-

Así se prepara Televisa para los nuevos tiempos.