Explicaba en mi columna anterior  que para el próximo lunes millones de trabajadores en México, formales e informales, ya no cobrarán salario porque miles de fuentes de empleo están cerrando sus puertas sin contingencia sanitaria, con la excusa del Coronavirus. Me puse a ver los comentarios en la publicación de Facebook de SDP Noticias y es de llamar la atención el enojo que existe por esta situación, en especial el llamado a la insensibilidad y poca solidaridad del sector empresarial, que como Alsea, prefirió mandar a sus trabajadores sin salario a sus casas antes de pensar en una opción social.

Tenemos que entender que el estómago está más cerca de los pies que de la cabeza, que en esta disyuntiva entre morirse de hambre junto a la familia y contagiarse de coronavirus no habrá muchas opciones para la gente. Este momento demandaba un esfuerzo extra de todos. La gente asalariada en México vive al día, el 95% gana menos de cinco salarios mínimos. La recriminación social no será una campaña en redes para dejar de ir a tal o cual restaurante, el momento es mucho más delicado que eso.

Así que como les falta iniciativa para la acción social, pero no para pedir apoyos fiscales y rescates del gobierno, les iré dando en estas entregas algunas estrategias para que las Cámaras de Restaurantes y Hoteles no escondan la cabeza, la saquen por el pueblo de México y echemos a andar este país. La situación es difícil para los empresarios, sin duda, pero dinero han hecho y bastante, un mes de apoyo no los empobrecerá.

 

PRIMERO. HAGAN UNA ACCIÓN CONJUNTA PARA DARLE DE COMER A LOS MÉDICOS, ENFERMERAS Y PERSONAL DE HOSPITALES, PÚBLICOS Y PRIVADOS.

Nuestros médicos son trabajadores en las mismas condiciones que todos, viven al día de su salario, ellos están dando su vida y su salud por atenderlos a todos, así que nada les cuesta hacerles de comer y llevarles diario alimento a los hospitales, incluso, hagan una lista de sus casas y con aplicaciones lleven alimento a sus familias, nunca estarán más agradecidos esos doctores y enfermeras de saber que sus familias en cuarentena están atendidos.

Si les queda algo de generosidad, alimenten también a los familiares que están esperando a sus enfermos, este momento es muy cabrón para todos.

Con esto abren sus establecimientos, pagan salarios a los trabajadores, reactivan la cadena de consumo de materias primas, llega dinero al campo, a miles de mexicanos de forma indirecta.

No se agachen, no es momento de mostrar su peor cara, este problema lo vamos a sacar todos o nos va a cargar a todos. Perderán dinero pero crecerán como seres humanos.

No estoy seguro que esto llegue a las Cámaras como CONCANACO - SEVITUR, CANACINTRA, COPARMEX, ni a los cientos de agrupaciones que ya se reunieron para verse el ombligo y resolver su problema, pero ojalá se den cuenta del momento histórico.