Los de Café Tacuba, esos muchachos tan preocupados por las causas sociales, se pusieron a gritar como locos improperios y amonestaciones varias por tooodas las injusticias propiciadas por las mafias que están en el poder. El problema, es que lo hicieron en un concierto patrocinado por el Gobierno de Veracruz, flamantemente gobernado por un señor muy corrupto de nombre Javier Duarte. Digo esto porque es bien fácil subir a gritar que el que no brinque es Peña, que los pobres mineros explotados, que la comunidad "Guara Guara" es muy civilizada por imponer su sistema económico propio y blah blah blah; pero luego recibir un jugoso chequesito con cantidad en pesos mexicanos y con la firma de un señor que pertenece a esas mismas mafias. 

Cuántas veces los señores Tacubos han sido contratados por Ocesa para dar conciertos multitudinarios y llevar mucho dinero a sus bolsillos y a los bolsillos de la empresa madre de todas las desgracias del país. Hoy están muy en contra del futuro presidente que es vinculado con dicha empresa. No está mal hacer farándula-activismo, lo que está mal es engañar jóvenes tomando una postura super revolucionaria y a las espaldas de esos mismos jóvenes hincharse de dinero tocando en eventos patrocinados por las mafias que dices criticar. 

Por eso siempre he estado y estaré en contra del activismo preparatoriano, de esos muchachos que piensan que por haber leído el manifiesto comunista de Marx y no tomar Coca-Cola son luchadores sociales en pie de guerra contra los monopolios, pero que eso sí, gastan gran parte de sus ingresos en cerveza, conciertos y teléfonos celulares. 

Ojalá algún día estos personajes entiendan que una sociedad alebrestada no es igual a una sociedad crítica e informada; desgraciadamente es a lo que se dedican estos pseudo-críticos del sistema, a alebrestar masas, a dejar su discurso a medias y luego a aprovecharse de los beneficios que estas posturas generan.