Las campañas a la mitad, unas se caen, unas se levantan; una o dos semanas después del debate veremos qué rumbo toman las encuestas, no la opinión pública que poco o nada tiene que ver con ellas. Lo medular es que sí existieron ataques explícitos entre los candidatos más importantes, que se dijeron sus cosas a la cara y que al fin el candidato mediático se expuso, sin mucho éxito por cierto, sin gran merma tampoco, le fue mal; pero poquito, mi personal sentimiento es que miente hasta hacer de la mentira verdad.

 

AMLO insistió en su discurso, regresó un poco al de hace seis años, se situó desde la óptica del pueblo y atacó al PRI y a los poderosos, bien o mal eso no funcionó hace seis años, bien su defensa personal en los casos de corrupción suscitados durante su jefatura de gobierno, mal le fue ahí a Peña Nieto. Josefina un poco fuera de contexto, sin fuerza, atacando y mostrando evidencia en contra del PRI, seria pero de bajo impacto.

 

Quadri, no lo conocía, no tengo referencias, en realidad es un ciudadano metido a político, hizo referencia a los políticos de siempre, él es el huelelillo de siempre de los políticos, no tengo el menor respeto por alguien que defiende el registro del partido familiar de Elba Esther Gordillo y que al mismo tiempo en un debate respalda al candidato del PRI, verdaderamente asqueroso, si gana el PRI seguro será comisionado del deporte.

 

¿Y así cómo vamos?,

 

Se necesita cambiar el formato del debate, permitiendo el intercambio de ideas sobre temas precisos e importantes y separar dejando espacio especial, con tiempo regulado para ataques personales y defensas. que en ese espacio se digan lo peor que se saben y nos muestren el lodo, pero antes, con toda seriedad, nos digan qué van a hacer con este país que se sume en la pobreza, la desigualdad y la delincuencia.