Estados Unidos.- Una abuela acudió con su hija a un local de Burger King en Richmond, Virginia, pasaron a la ventanilla del servicio para vehículos y pidieron sus paquetes preferidos.
Luego al recibir la cuenta, la abuela leyó en la nota "Perras alzadas" (en inglés), la anciana se ofendió mucho y empezó a llorar. Angustiada, su hija contactó al director del restaurante para quejarse, él se disculpo con la señora y dijo que investigaría el caso.
Finalmente, tras una breve investigación, Burger King emitió un comunicado en el que informaba que había encontrado al responsable de entregar la grosera nota a la abuela, algo que va en contra de sus políticas de servicio al cliente, por lo que será despedido.
Con información de HuffingtonPost
