Acostumbrada a su viejo hogar, Cleo, una perra residente de la ciudad de Olathe, en Estados Unidos, viajó 91 kilómetros para volver a casa. Un video de KMBC 9 la muestra reposando a la entrada mientras los nuevos habitantes esperan a sus dueños.
El animal pudo reunirse con sus amos (aunque no era ese su objetivo) gracias a que los nuevos propietarios de la casa la llevaron a un veterinario para descubrir si tenía un chip de rastreo que les permitiera identificar a sus dueños.
Y afortunadamente así era. En cuanto supieron que se trataba de las personas que vivían allí antes, se pusieron en contacto con ellos a través de Facebook, donde además descubrieron que una semana antes, Drew, el amo de Cleo, había publicado acerca de su desaparición con la esperanza de volver a verla.
Eso quiere decir que el viaje de la perrita duró más de siete días en los que es probable que incluso haya tenido que atravesar un río con tal de llegar a la que todavía considera su residencia. Al respecto, los dueños comentaron que desconocen cómo lo logró: "Es un misterio, algo que probablemente nunca sabremos".
Cleo caminó 57 millas (91 kilómetros) de Olathe, en el estado de Kansas, a Lawson, en Misuri, para volver al lugar donde vivió hasta 2018. Sin embargo, al reencontrarse con sus amos también se puso muy contenta, así que probablemente sólo extrañaba la casa.
"Ella encuentra el camino a su antigua casa y al llegar hay extraños viviendo allí. Eso sería aterrador para cualquiera, pero ahora que sabemos a quién pertenece, si aparece de nuevo, tenemos certeza de a quién llamar y aquí la trataremos como de la familia", contó el nuevo residente mientras que Drew afirmó estar feliz de reunirse otra vez con la perra.