El experto David Glover encontró una enorme colmena escondida en la pared de una casa ubicada en el pueblo estadounidense de Eurekaton, Tennessee, que había permanecido allí durante 50 años.

Las fotos de las miles de abejas fueron compartidas en la página de Facebook The Bartlett Bee Whisperer, donde el especialista explicó el arduo proceso que tuvo que llevar a cabo para liberar a los insectos y que los propietarios lograran dormir tranquilos.

La colmena provocaba elevadas temperaturas dentro de la casa

La pesadilla comenzó cuando la familia Parker se mudo a la vivienda y notaron un zumbido que les impedía dormir porque era interminable. Asimismo, el calor provocado era insoportable, pero los antiguos dueños se negaban a admitir que las abejas habían estado allí desde antes de vender.

Así que con el fin de demostrarles lo contrario, contrataron a Glover, quien halló la colmena de al menos unos 2,5 metros de alto usando un escáner térmico y llegó a la conclusión de que sí, las abejas ya estaba allí desde cinco décadas. Posteriormente, usando un traje protector arrancó los paneles de madera de la pared y cortó trozos de panal para encontrar que los insectos hicieron su hogar no sólo en la fachada, sino también en la cornisa, donde había otra colonia.

El especialista tardó por lo menos unas nueve horas en liberar la colmena completa pero al perecer, la casa que data de 1924 sobrevivirá a los daños. El caso recordó a las abejas que en mayo del 2016, persiguieron una camioneta donde quedó atrapada su reina.

Alrededor de 20 mil insectos siguieron por dos horas el vehículo en cuya cajuela se había quedado atrapada la reina. Pese a que muchos conductores aminoraban la marcha para observarlas y tomar fotografías, Carol Howarth no se dio cuenta de nada hasta que un hombre alertó a los apicultores del parque para que retiraran a las abejas.