El hombre, de 65 años de edad y que padece de diabetes, fue hospitalizado en Nueva Zelanda tras quedar cegado luego de consumir vodka alterado con formaldehido en una boda.

Los doctores que atendieron al sexagenario, reportaron un olor similar al de esmalte para uñas tras practicar una incisión en el vientre del sujeto.

Tras corroborar el diagnóstico de intoxicación con formaldehido, los doctores trataron a Duthie con etanol. Sin embargo, al agotarse esta sustancia médica, los doctores mandaron a un ayudante a una licorería local para que consiguiese una botella del mejor Whisky.

El elegido fue una botella de Johhnie Walker etiqueta negra, el cual le fue administrado directamente al estómago.

Cinco días después, el hombre abrió los ojos, recuperando la vista. Estaba curado.

Sin embargo, el hombre aparentemente aprendió su lección, ya que no ha vuelto a tocar una gota de alcohol desde el incidente.