Ginebra.- La gripe A (H1N1) ya cobró a vida a 2.837 personas desde la aparición del nuevo virus, aunque no está causando enfermedad más severa que antes, informó a la prensa la Organización Mundial de la Salud.

"No hay indicios de que el virus haya mutado o cambiado en ningún sentido", señaló el portavoz de la OMS Gregory Hartl en un encuentro con la prensa. "Continuamente estamos viendo un aumento en las muertes porque estamos teniendo cada vez más casos", añadió.

El funcionario indicó que la mayoría de las muertes se han presentado en el continente americano y la tendencia sigue al alza en las regiones ecuatoriales y tropicales de América Latina (Ecuador, Venezuela, Perú y ciertas regiones de Brasil).

Las regiones tropicales de América Central y del Caribe (Costa Rica, Salvador, Guatemala, Honduras, Panamá y Cuba) siguen afectadas pero la mayoría de los países han notado un retroceso de las enfermedades respiratorias.



La cifra anunciada este viernes supone un aumento de 652 muertes respecto al precedente balance publicado hace una semana por la organización.


Esta subida se debe al aumento de contagios y no a una mutación del virus hacia una forma más virulenta, relevó Hartl.



El virus podría terminar infectando a 2.000 millones de personas a nivel mundial, lo que equivale a un tercio de la población global, según estimaciones de la OMS.