A pesar de que el gobierno panista de Felipe Calderón recibió dos advertencias de la OMS de una posible epidemia de influenza, ambas advertencias fueron ignoradas.

La propia OMS dio a conocer que el 10 de abril la OMS recibió el reporte de que existía una enfermedad inusual en México. Se trataba de la epidemia de influenza en Perote, Veracruz.

Al día siguiente la OMS solicitó a México investigar el reporte, pero la respuesta fue que no había muertos y los enfermos se recuperaban, por lo que el caso se daba como cerrado.

El 16 d abril la OMS se enteró por la prensa de un caso de neumonía atípica en Oaxaca. Pidió a México investigar por temor a que pudiera tratarse de un contagio de gripe aviar (SARS). De nuevo la respuesta de México fue que no se investigaría ya que no se trataba de un brote sino de un caso aislado.

Fue hasta el día 20 que las autoridades mexicanas se reunen con especialistas de la OMS y de la CDC de Estados Unidos precisamente para analizar el caso de la muerte en Oaxaca, da a conocer el diario Reforma.

Es después de esto que el director de Centro Nacional de Vigilancia Epidemiológica, Miguel Ángel Lezana, reconoce que tuvo conocimiento de los casos de Perote entre el 10 y el 14 de abril--incluyendo las muertes de cinco personas; una en Oxaca y cuatro en el DF. La epidemia en Perote ocurrió del 9 de marzo al 11 de abril.

Según Reforma, Lezana declaró que se informó a la OMS la segunda semana de abril de un brote atípico de influenza, y que el 17 de abril le fue informado de manera informal de la existencia del virus de la gripe A H1N1.

Pero la OMS dice algo distinto.