“Puesto que el respeto a la ley no es negociable, seguiremos invirtiendo en nuestras fuerzas de seguridad y nuestra justicia. Fomentaremos el compromiso con una simple ambición: capacitar no solo a individuos y consumidores, sino también a ciudadanos. Producir republicanos”.

Emmanuel Macron

“Lo dicho este gobierno llegó a romper piernas para luego dar muletas (pero de las chafas) 🤦🏻‍♀️🤦🏻‍♀️🤦🏻‍♀️..

#ElPeorGobiernoDeLaHistoria

#JoseRamonLopezBeltran50

#UrnasVacias10DeAbril”.

@MalenaGOAL

El debate eléctrico llegó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación y los ministros hicieron de este un corto circuito. La decisión de que la Ley de la Industria Eléctrica no es inconstitucional es reflejo de claroscuros en el debate nacional.

La discusión fue llevada por unos en el plano técnico, jurídico y de los impactos para el ciudadano al medio ambiente, mientras otros se dejaron llevar por una posición ideológica anacrónica de los años 50s, así como por intereses y/o presiones políticas, por ‘la voz del pueblo’ supuestamente representada por AMLO.

La cuestión sobre el sistema eléctrico nacional gira en torno a la disyuntiva de mantener el modelo mixto de inversión pública y privada en la generación de energía eléctrica o retornar a un control monopólico estatal de la CFE. O lo que es lo mismo, elegir el uso mayormente de energías fósiles contaminantes o el aprovechar la situación geográfica de nuestro país para ir por privilegiar el uso de las energías limpias.

Además existe el tema principal, que si bien fue el menos debatido, es el más importante para los usuarios de la energía eléctrica: tarifas justas y accesibles con acceso a energía barata, limpia y eficiente. No subvencionada, porque eso es disfrazar un alto costo, algo que por lo visto no entiende la 4T ni cuatro de los ministros de la Corte.

La votación de los constitucionalistas no volvió la LIE inconstitucional, pero eso no es sinónimo de que sea constitucional. Lo que se logró con la votación es que la ley se pueda impugnar por medio de amparos de los ciudadanos. Ya sabemos qué hace AMLO y su régimen con los mismos… Total, que los tribunales colegiados de circuito tendrán libertad de jurisdicción para resolver los amparos en revisión como consideren.

La votación final tampoco es sinónimo de que las suspensiones definitivas ya otorgadas se revoquen. Lo que sí tenemos es un resultado que podrá ser interpretado por los tribunales colegiados y que por lo mismo tendrá altísimos costos para el país.

Parte de ellos, serán a través de los paneles de controversia ante el T-MEC que le pueden significar a México miles de millones de dólares en indemnizaciones. Porque, aunque López Obrador y algunos ministros digan que no se viola el tratado, lo cierto es que sí se presentará dicha situación. El embajador Ken Salazar lo esbozó —diplomáticamente— en su cuenta de Twitter: “El gobierno de Estados Unidos respeta la soberanía de México y sus procesos democráticos. Es en este tenor de cooperación y respeto que nos preocupa que la LIE de 2021 probablemente abrirá la puerta a litigios”.

Así, la decisión de la SCJN nos costará muchos millones de dólares. Adicionalmente tendremos energía más cara, contaminante y apagones constantes.

Ya se podrá jactar López Obrador en la mañanera de hoy que los ministros tuvieron conciencia social y que privilegiaron la justicia para el pueblo de México sobre la interpretación estricta de la norma. En realidad, los cuatro que votaron a favor del proyecto de la ministra Loretta Ortiz demostraron que no fueron autónomos ni merecen sus cargos. Que no pensaron en los ciudadanos republicanos.

Desafortunadamente para México y para la Constitución, las expresiones del presidente dirigidas a los ministros de la Suprema Corte surtieron efecto. Somos rehenes de esta administración.

Quien repetía a conveniencia que “por encima de la ley nadie”, pasó a imponer un: “no me vengan a mí con que la ley es la ley”. La faceta autoritaria del lopezobradorismo a plena luz del día; a estas alturas para todos debe estar claro que el mandatario antepone su voluntad a la norma.

Como parte de lo mismo, Adán Augusto López, secretario de Gobernación, estuvo el miércoles en la SCJN visitando (¿amedrentando?) a algunos ministros. Lo hecho o dicho no se conoce, pero la autonomía de los poderes, en este caso de la Corte quedó en entredicho con la visita y con el resultado de la votación referidos.

Lo que atestiguamos ayer en el máximo tribunal fueron las dos caras de una misma moneda. Por un lado, la decisión fundada y motivada del ministro Juan Luis González Alcántara, quien advirtió que la LIE viola la libre competencia, contraviene los derechos humanos a un medio ambiente sano, a la salud y a la economía familiar. Del otro lado, Loretta Ortiz Ahlf, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Yasmín Esquivel Mossa y Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, quienes prefirieron avalar la trasnochada ley llamada por muchos —y con razón— " la ley contaminante Bartlett”.

La resolución duele porque los empleos y el potencial de una energía más barata no se darán como consecuencia de la resolución en cuestión. (El Laboratorio de Energía Renovable de Estados Unidos publicó un estudio de México y su potencial de energía limpia es de 25,000 MW de energía solar, tiene una capacidad de inversión de 17,000 millones de dólares y crearía 70,000 nuevos empleos formales).

Un día triste en la Corte que se traduce en un futuro lúgubre para el país; la sumisión de cuatro ministros al poder ejecutivo, olvidando su autonomía e independencia.

Un día en la Corte que no deberá ser olvidado. Hay quienes supieron defender al país y quienes prefirieron doblarse ante sus propios miedos.

El balance: estamos probando el sabor de lo que significará estar permanentemente secuestrados.

Yo, por lo pronto, me niego a acostumbrarme.

Verónica Malo en Twitter: @maloguzmanvero