La Secretaría de Hacienda y Crédito Público junto con la Asociación de Bancos de México y la Comisión Nacional Bancaria preparan un programa de créditos para pequeñas y medianas empresas que, en su primera etapa, dirigiría recursos a este sector por al menos 10 mil millones de pesos.

El anuncio para otorgar apoyos crediticios a las empresas hecho por el titular de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, en el marco de la 85 Convención Bancaria celebrada los pasados 24 y 25 de marzo en el puerto de Acapulco parece, de plano, ser muy poco considerando los 10 mil 200 millones de pesos que —cuando era titular de la SHCP el señor Arturo Herrera— la banca de desarrollo otorgó a una sola compañía, que es una intermediaria financiera no bancaria de nombre Unifin. Esto último parece un rescate por parte de la banca del Estado más que una política para aumentar la productividad de las empresas del país.

Unifin que preside Rodrigo Lebois Mateos es una Sofom —sociedad financiera de objeto múltiple— está especializada en arrendamiento de maquinaria para las pequeñas y medianas empresas, factoraje, crédito automotriz, financiamiento estructurado y créditos puente.

La intermediaria financiera no bancaria que cotiza en bolsa tuvo un crecimiento espectacular en los últimos años del gobierno de Enrique Peña Nieto: solamente en el 2017 la empresa reportó una utilidad neta de la operación superior a mil 771 millones de pesos, un monto de 46.3% mayor respecto al año inmediato previo; pero para el 2020, por efectos de la pandemia de covid-19 y el paro económico, la compañía empezó a tener graves problemas financieros, sobre todo un incremento de sus pasivos, por lo que solicitó otros préstamos para aliviar su mala situación.

El corporativo de Lebois Mateos reportó en el segundo trimestre del 2020 tres nuevas líneas de crédito; el aumento de una línea de crédito Nafin/ Bancomext por un monto total de 6 mil 200 millones de pesos, de los cuales 2 mil 700 millones fueron de capacidad incremental, una nueva línea de crédito con un banco comercial local por 5 mil millones de pesos y refinanciación por 70 millones de dólares con Barclays. También negoció un proceso para cerrar un refinanciamiento de 300 millones de dólares relacionados con las bursatilizaciones de mercado que estaban en ese periodo de amortización.

Entre los bancos comerciales que están financiando a la Sofom destacan Bladex y Azteca.

En diciembre del 2020 la intermediaria financiera no bancaria recibió por parte del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras) una línea de crédito por un monto total de 4 mil millones de pesos a un plazo de hasta 30 años. Este generoso préstamo hecho por el banco de desarrollo parece no tener justificación ya que la institución bancaria está dedicada al financiamiento de proyectos de infraestructura social y reestructura de las deudas de estados y municipios.

Unifin

A pesar de los espléndidos créditos que le otorgaron a la Sofom por parte de la banca de desarrollo, sus bonos, que vencen en 2029, cayeron a 56 centavos por dólar, acumulando hasta febrero de este año un descenso del 34%. A medida que la deuda se desploma sus swaps de incumplimiento crediticio ahora descuentan una probabilidad del 63% de que la empresa deje de pagar su deuda en los próximos años.

El pasado 16 de marzo S&P Global Ratings bajó calificaciones de Unifin a ¨B+” desde ‘BB-’ en escala global y a ´mxBB-/mxA-3 desde mxA/mxA-2´en escala nacional; estas calificaciones están en revisión especial negativa. Es probable que las otras calificadoras bajen también la nota de la intermediaria financiera no bancaria.

El que la banca de desarrollo haya prestado en condiciones muy favorables 10 mil 200 millones de pesos a una empresa financiera no bancaria parece un error, ya que estos créditos a una sofom que no está por completo regulada por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores son muy riesgosos y no sabemos qué tipo de garantías haya dejado la empresa para que, en caso de incumplimiento, Unifin pueda cumplir sus obligaciones crediticias.

El capital contable de la sofom es aproximadamente de 12 mil millones de pesos y los recursos crediticios que recibió de la Banca del Estado representan el 85% de ese total.

El préstamo que otorgó Banobras a la empresa financiera no bancaria se parece mucho a uno que se hizo hace algunos años a Rodisa para la compra de equipo para Pemex... un crédito que no se pagó, hubo incumplimiento en la entrega del material y las garantías no se pudieron hacer efectivas porque estas no fueron bien revisadas y su valor no amparaba ni la mitad de lo desembolsado por la institución que en ese entonces era dirigida por Alfredo del Mazo.