“I’ve looked at clouds from both sides now

From up and down and still somehow

It's cloud illusions I recall

I really don’t know clouds at all.

(He mirado las nubes desde ambos lados ahora

De arriba abajo y todavía de alguna manera

Son ilusiones de nubes lo que recuerdo

Realmente no conozco las nubes en absoluto.)”

Joni Mitchell, ‘Both Sides Now’

“Failures are like skinned knees, painful but superficial.

(Los fracasos son como rodillas desolladas, dolorosas pero superficiales.)”

Ross Perot

Hay de heridas a heridas. Los raspones del aficionado que cayó de la bicicleta. Las incisiones que se infligen entre pares legisladores. Ambas dolorosas, pero mientras las primeras son sencillas de cicatrizar (con un poco de limpieza y bastante más de paciencia), las ocasionadas dentro de un mismo grupo parlamentario requieren más que una plenaria. En ambos casos el dolor queda en el recuerdo, pero en política el daño se convierte en rencor.

Si bien la plenaria de los senadores de Morena tuvo como objeto prepararse para el periodo legislativo que está por comenzar, imposible pasar desapercibido que se trató también de paliar el quiebre que ha habido al interior de la bancada de dicho instituto político. Difícil no ver que la desaparición de la comisión extraordinaria para analizar la situación en Veracruz fue orquestada al interior de Morena y llevaba como dedicatoria a Ricardo Monreal, líder de los morenistas en el Senado y suspirante reconocido para el 2024. Creo que el tiro les salió por la culata: lo han hecho crecer.

Poco les importó a los radicalizados morenistas los 84 casos documentados de abuso de autoridad o tortura en la entidad gobernada por Cuitláhuac García; para ellos lo acuciante era desfondar al senador que insiste en ser candidato a pesar de no es el consentido de Palacio.

Las heridas de Morena no solo asomaron en la plenaria, también en la reunión que tuvo Mario Delgado en Durango, de donde tuvo que salir huyendo entre la rechifla —y los huevazos—.

No están de acuerdo las bases en la forma en que se eligió a la candidata por Durango, la ex priista Marina Vitela. Culpan a Delgado y sus encuestas (esas cuya metodología y resultados nadie conoce) de la decisión. Ya va siendo hora de asumir la verdad: las encuestas se realizan a partir de la opinión de una sola persona y esta es la del presidente de la nación.

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En la plenaria antes mencionada participaron diversos secretarios de Estado, pero la figura principal fue Adán Augusto López, secretario de Gobernación, la verdadera apuesta de López Obrador para sucederlo. Su mensaje fue claro: hagan a un lado las divisiones internas; se requiere unidad y se tienen que aprobar las reformas que quiere Andrés Manuel, tal y como él las quiere.

Dicha petición fue reiterada en un video por Olga Sánchez Cordero, hoy senadora, antes secretaria de Gobernación. Me pregunto si envidiará el apoyo que le da López Obrador a Adán Augusto y ella no tuvo. (Por cierto, que cambie de asesor de imagen porque su caminar, sosteniendo un vaso, desató todo tipo de comentarios etílicos en las redes. Vamos, perdió toda seriedad su posicionamiento).

Pero más allá de sus andares físicos, son sus pasos políticos los que llaman la atención: las reuniones con los senadores del ala dura morenista antes y después de la desaparición de la comisión especial. Sin mencionar su llamado a la unión… olvidó pedir que fuera unión en torno a ella, pues, con sus reuniones, queda claro que fue ella, entre varios otros, quien busca derrocar a Monreal como líder de fracción parlamentaria…

Al final de la plenaria todos simularon amor y paz (hasta allí es evidente la necesidad de demostrar la unión ante el complicado año legislativo que se avecina, no se diga el económico que ya pinta terrible).

Pero unión no es sinónimo de cicatrización ni de olvido. Las divisiones, traiciones y deslealtades al interior de la fracción morenista han quedado claras. También el poder que solo va a la alza del secretario López Hernández.

Verónica Malo en Twitter: @maloguzmanvero