30 de abril de 2024 | 10:12 a.m.

Todas las obras emblemáticas de la 4T bajo espionaje de los EU

En opinión de Javier Tejado Dondé, al parecer, seguir navegando con “bandera blanca” a México ya no le servirá y la revisión que harán los órganos de inteligencia de los EU será profunda.
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La semana pasada, en comisiones del Congreso de los Estados Unidos, se aprobaron unas adecuaciones a la Ley de Inteligencia (Intelligence Act for Fiscal Year 2023) que, por primera vez, destina presupuesto y ordena abiertamente espiar a México.

En concreto, se está ordenando que la directora de Inteligencia Nacional, Avril Haines (quien antes era la segunda al mando de la CIA), a los 180 días después de promulgada la ley, entregue a los comités de inteligencia (de ambas cámaras del Congreso) un reporte sobre las actividades llevadas a cabo por China y Rusia en México, el resto de América Latina y el Caribe, para conocer lo que estos dos países están realizando para incrementar su influencia en la región.

En concreto, a todas las agencias de inteligencia de los EU se les está ordenando (sección 615) preparar reportes sobre China y Rusia y su presencia en América Latina y el Caribe respecto de:

  1. Cualquier campaña para aumentar su influencia.
  2. Sus inversiones financieras.
  3. Intentos de expansión en sus actividades diplomáticas, militares y lazos de cooperación.
  4. Cualquier otro asunto que se considere relevante.

Los reportes que se van a solicitar están enfocados en tratar de limitar o restringir el acceso de empresas chinas y rusas en nuestra región, pero, sobre todo, en asegurar que estas empresas, de manera directa o indirecta, o de la mano de empresas locales de la región, no generen riesgos a la ciberseguridad, robo de información y que no amplíen su influencia en el continente americano.

Estos temas los ha comentado el gobierno de los EU con México desde hace dos años, pero al parecer, ante el inmovilismo de la 4T y lo acontecido en Ucrania, nuestro vecino del norte se ha endurecido.

¿Qué empresas en México tendrán ahora escrutinio por parte de la inteligencia de los EU?

1.- Huawei: un primer caso que preocupa a los EU es el de la empresa de telecomunicaciones china. En particular, hay escrutinio de los EU hacia la empresa Altán, ahora con mayoría de participación del gobierno mexicano. Y es que, si bien Altán usaba componentes chinos en su red de telecomunicaciones, ahora ha llamado la atención la “quita” de casi el 90 por ciento que le hizo la empresa china al gobierno de México para desatorar el impasse del concurso mercantil que había sido invocado (por Altán). Esto pone a Altán y a su director, Carlos Lerma, exjefe de la Oficina del Secretario de Hacienda, en la mira de los organismos de inteligencia de los EU. La red de Altán -ahora en manos de la 4T- quiere ser utilizada por el Gobierno Federal para llevar conectividad a las regiones donde hoy no la hay.

Adicionalmente, se tiene identificado que Huawei ha desarrollado dos data centers en México para la operación de sus servicios en la Nube.

2.- CRRC Corporation Limited, empresa que ha obtenido contratos de los gobiernos de la Ciudad de México para la modernización de la Línea 1 del Metro de la CDMX (1,800 millones de dólares) y, en consorcio con la empresa portuguesa Mota-Engil, contratos de los gobiernos de Nuevo León y Jalisco para la construcción de las líneas 4, 5 y 6 del metro de Monterrey (1,200 millones de dólares) y de la línea 4 del Tren Ligero de Guadalajara (un mil millones de dólares), respectivamente.

3.- Mota-Engil obtuvo junto con la gigante china de la construcción, China Communications Construction Company (CCCC), el contrato para la construcción del tramo 1 del Tren Maya (626 millones de dólares). La mención de Mota-Engil y CCCC no es fortuita, pues la empresa china es propietaria, además, del 30 por ciento de las acciones de Mota-Engil. El caso de CCCC es de especial relevancia, pues desde 2020 aparece en la lista del Departamento de Defensa de los EU como una empresa militar de China, ya sea porque tiene un vínculo directo con el ejército chino, o bien, porque es considerada empresa fachada del ejército de ese país.

Además, CCCC es identificada como una empresa favorita del gobierno chino dentro del programa “Belt & Road Initiative (BRI)” -fuertemente cuestionado por el gobierno de EU, encabezado en ese momento por Donald Trump-. Desde el 26 de agosto de 2020, el entonces Secretario de Estado, Mike Pompeo, expresó en un comunicado, entre otras cuestiones que “...CCCC y sus empresas subsidiarias generan corrupción, financiamiento anticompetitivo y daño ambiental en varias regiones del mundo”.

4.- Hay varias empresas de telecomunicaciones en México que podrían ser blanco de las nuevas investigaciones al utilizar, en componentes de su red, insumos de Huawei, que es un proveedor bastante eficiente, por lo que ha ganado mercado en este país. De hecho, hay datos que señalan que hasta un 80% de los componentes de las redes de telecomunicaciones en México serían elaborados ya por China.

En los siguientes días, la nueva Ley de Inteligencia pasará a votación del pleno del Congreso de EU. No se esperan cambios, pues trae el apoyo tanto de republicanos como de demócratas.

Lo interesante es que la aprobación del nuevo texto en esta ley pondrá, por las empresas vinculadas, mucho enfoque en proyectos emblemáticos de la 4T: desde la Red Compartida -para llevar Internet a los más pobres- hasta la modernización del Metro en la CDMX, pasando por el Tren Maya.

Claramente los EU están decididos a no ceder su preminencia en el continente americano a potencias rivales. México tendrá que trazar alguna estrategia. Al parecer, seguir navegando con “bandera blanca” ya no servirá y la revisión que harán los órganos de inteligencia de los EU será profunda. Habrá que ver qué encuentran y qué reportan, pero claramente entre la orden para investigar a las operaciones chinas y rusas en México, así como los conflictos agrícolas y energéticos que tenemos abiertos con nuestro socio del norte, dejan ver que la relación EU-México está por cambiar radicalmente. Esto es parte de la nueva geopolítica mundial que vino a acelerar la guerra en Ucrania y la afabilidad de la 4T con China y Rusia.