El esloveno Tadej Pogacar hizo validos los pronósticos al ganar con autoridad la Strade Bianche con 5h19´45″ segundos, con la excelente colaboración del mexicano Isaac del Toro que, defendió al líder de su escuadra con una gran valentía hasta que tuvo que cambiar su bicicleta a falta de 51 kilómetros a la meta. En segunda posición llegó Skujins Toms del Lidi Trek arribó a 2´44 y tercero Van Gil Maxim del Lotto Dstny a 2´47″

La bellísima ciudad de Siena esperaba la llegada de los ciclistas y las pintorescas colinas de la Toscana Italiana llenas de cipreses, pinos y viñedos, vieron pasar a un extraterrestre en su bicicleta a gran velocidad devorando los 15 tramos de terracería como un auténtico fura de serie, Tadej Pogacar hizo pedazos a sus rivales.

“La carrera fue muy rápida desde la salida y nadie esperaba ese ataque en Santa María, pues quedaban solamente 25 corredores así que era el momento de atacar. Doy gracias a todo mi equipo que hizo un gran trabajo y sabia que era larga la distancia hasta la meta, pero me sentía bien. Tuve una buena preparación en el invierno y estoy contento de iniciar ganando”, así lo dijo Pogacar al final de la carrera italiana.

Tras su ataque a falta de 81 kilómetros de meta Pogacar fue aumentando su ventaja kilómetro a kilómetro, ante la presencia de una gran afición que testificaron como este esloveno hacia pedazos la Estrade Bianche, demostrando que está en forma para poder cumplir su objetivo de ganar Giro de Italia y Tour de Francia en este 2024.

Tadej Pogacar siempre que compite lo hace para ganar y en la Heroica Strade Bianche, lo volvió a hacer ¡ lo hizo a lo grande! con una escapada como se veía en el ciclismo clásico, con esas hazañas sin duda Pogy saludando a los que le alentaban para llegar a la meta con la ventaja conseguida de casi 3 minutos de sus más cercanos perseguidores.

Ya en el último tramo de terracería a 11 kilómetros de llegar a la meta, con una marejada de aficionados que querían saber de qué estaba hecho el esloveno, le sobraron golpes en la espalda, y casi le tumban de la emoción de verle pedalear a lo grande, a pesar de todo Pogacar sonreía y les agradecía a los miles de aficionados.

El esloveno llegó a la meta con una gran felicidad, envuelto en una ovación ensordecedora que le reconoció la exhibición al estilo del ciclismo clásico con esas escapadas kilométricas y todo esto con la colaboración destacada del mexicano Isaac del Toro quien demostró que más pronto de lo esperado lo veremos de líder en el WorldTour.