Pues que sí. Que siempre sí estuvieron con el papa Francisco la “pareja chispa”, es decir, Samuel García y Mariana Rodríguez. Pero una cosa es haber ido y otra cosa es haber sido invitados .

Las cosas no me cuadran del todo.

Empecemos por decir que hace tiempo salió a la luz un video, que se desconoce cuándo se publicó, en el que la esposa del gobernador mencionó categóricamente que no creía en la Iglesia. Textual dijo:

“Tengo muchos conflictos por mi culpa, por mi culpa... ¿Cuál culpa? No. Yo creo en un Dios que nos ama de manera incondicional, en un Dios que nos perdona, no en un Dios que… ay tengo que irme a confesar porque si no me voy a ir al infierno”

Mencionó también que no es creyente de la Iglesia, ni practicante del catolicismo. Desde ahí que la visita que le realizaron al papa Francisco me parezca, otra vez, solo un show más y una pose de esas que estilan para generar más simpatías .

Ahora bien, insisto: Una cosa es que una persona sea invitada en audiencia privada por el papa Francisco y otra cosa que acudas a verlo.

Samuel y Mariana acudieron a verlo, no a una audiencia privada, como fue el caso de Beatriz Gutiérrez Müller, que (ahí sí) tuvo su espacio VIP con el santo padre y, lógico, fue por haber sido esposa de un mandatario.

Tampoco les compro ese discurso de que fueron invitados por el papa Francisco porque éste se quedó prendado de la acción tan hermosa y bella de Mariana Rodríguez por haberse cambiado de look en solidaridad con un pequeño con cáncer.

Me imagino que el papa habrá invitado a cientos de personas que han hecho cosas muchísimo más profundas por los niños y niñas con cáncer, como generar donativos; personas que donaron algún órgano para otros, fundaciones que se parten el alma para poder acompañar a estos niños y a sus familias en medio de la precariedad que les ofrece este gobierno en sus tratamientos.

Perdónenme por andar sospechando, pero yo creo que todo esto es un show: Mi teoría es la siguiente: En Nuevo León alguien se abocó en conseguirle una audiencia pública a esta pareja con el papa y se les hizo fácil inventar que era invitación del santo padre hacia ellos por la extraordinaria acción de haberse dejado el pelo cortito.

Evidentemente esto llegó a los oídos del Vaticano y habrán pensando: “A ver, a ver, a ver, espérense tantito, nosotros no invitamos a la ‘pareja chispa’ para venir, eso es una mentira”, y procedieron a desmentirlo.

Claro que, la “pareja chispa” no se iba a quedar con el oso y la vergüenza y subieron fotos con el papa Francisco llenos de amor, de paz y casi casi santificados y canonizados.

Cualquier vival vende “lugares” para ir a ver al papa Francisco me han contado. De hecho, algunos artistas o jugadores de futbol lo han hecho; cualquier persona lo puede hacer. Ya venden paquetes turísticos de visita al Vaticano que incluye ver al papa Francisco. Entonces ya de ahí, no es creíble que se les haya hecho una invitación privada.

Cabe decir que en esta famosa visita, Marianita casi casi llego en pants y con el pelito y cabeza descubiertas, pese a que por lo general el protocolo indica qué hay que ir con la cabeza cubierta por algún velo negro en señal de respeto, y así lo han hecho en el pasado esposas de gobernantes y presidentes. Pero yo creo que quiso que el Papa viera su fantástico look y su gran proeza de haberse cortado tanto el pelo .

Pero con esa indumentaria, Marianita nos deja claro que, efectivamente, la Iglesia le vale un sorbete. Y no está mal que no te importe la Iglesia. Cada quien es libre de decidir, de pensar y de expresar sus creencias católicas. Lo que no veo bien es decir que no eres católica y luego poner cara de “doña Chavelita” comulgándose llena de fervor.

Las ganas de llamar la atención de esta pareja, lo único que harán a la larga será generar hartazgo en la gente. Apenas arrancan y ya cansan. Más allá de todos estos shows mediáticos que les encantan a ambos porque tienen alma de youtubers e influencers, deberían de dar resultados más concretos para que su estado avance y para que nos demuestren que podrían ser la próxima pareja presidencial.

Es cuánto