Hace unos días entrevisté para mi propio espacio a David Almaguer, presidente del Consejo de Administración de la Cooperativa de “Aviación Mexicana”, nombrada así porque no pudieron utilizar el nombre de Mexicana de Aviación.

Una charla realizada en un lapso de aproximadamente media hora, en la que David, de manera muy puntual, hizo varias solicitudes al Gobierno Federal. En anteriores columnas he sostenido que la experiencia de los trabajadores de Mexicana no se compra en la tienda de la esquina; he resaltado que representa un gran baluarte, y que ojalá la actual administración esté dispuesta a aceptar a estos trabajadores dentro de la nueva aerolínea que piensa sacar al mercado aeronáutico.

En lo particular, veo con muy buenos ojos la incorporación que están pidiendo, sobre todo porque además de la experiencia, han venido trabajando de manera seria, por espacio de dos años -casi tres-, con el lanzamiento de una aerolínea chartera, una de carga, así como la conformación de una agencia de viajes.

Este grupo de trabajadores, aglutinados en la Cooperativa, ya domina perfectamente el tema, y como bien me dijo David Almaguer en la entrevista: “tienen muy frescos los números que se requieren para arrancar”.

Y yo agrego, independientemente del modelo de aviación que se elija para la nueva “Mexicana”, habrá que tener en cuenta que la aviación de carga está creciendo de manera exponencial, y un detonante que hizo que tuviera un acelerado crecimiento fue sin lugar a dudas la pandemia.

También nuestros hábitos de consumo están mutando; cada vez menos gente acude a una oficina a adquirir un boleto de avión, la gran mayoría adquiere estos en las páginas web de las líneas aéreas, o en portales que fungen como agencia de viajes y que ofertan vuelos más baratos en ciertos días y horas.

Sí, tengo una amiga que suele comprar sus boletos en este tipo de portales en Internet a las 3:00 AM para conseguir “la mejor oferta”. Claro, esto no se reduce el ámbito de los viajes, también en otras áreas de nuestra vida cotidiana.

Cada vez es más fácil comprar desde la comodidad de nuestro teléfono móvil, ya sea ropa, comida o bien un servicio. Por eso los miembros de la Cooperativa “Aviación Mexicana” tienen un gran interés de un acercamiento con la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) para ser parte del arranque de la “Nueva Mexicana de Aviación”

Diciéndolo de otra manera: ya llevan el trabajo bastante adelantado. Veremos qué tanta apertura habrá por parte de los militares, porque como lo dije al comienzo, la experiencia es algo que no se compra, se adquiere y para eso se requieren años.

Durante la entrevista, también estuvimos comentando el tema de la marca Mexicana de Aviación. Mientras que para algunos la compra que hizo el Gobierno Federal fue un total disparate, para otros es lo mejor que pudo hacer, pues la marca se mantiene vigente entre el público. Todavía sigue siendo reconocida por los usuarios y mucha gente extraña a Mexicana de Aviación y su servicio.

Solamente habrá que aclarar que no es un “back to the future”, es un nuevo futuro en el cual no habrá semejanza alguna con lo que alguna vez fue la línea aérea más antigua del país, pues estarán comenzando “de cero”, y cómo quieran acercarse a los usuarios será decisión de quienes manejen esta nueva empresa.

Yo tenía la duda personal de conocer qué pasó con el proyecto de la Cooperativa, ¿en qué iba y qué estaban haciendo sus integrantes? El presidente del Consejo de Administración, David Almaguer, me dijo en esta entrevista que el gobierno en un momento manifestó estar interesado “en entrarle” a través de la Secretaría del Bienestar, pero desafortunadamente después de varios meses declinó.

Sin embargo, mientras trabajaban en la constitución de la Cooperativa, consiguieron un inversionista, pero como a muchas otras empresas y proyectos, la pandemia les vino a dar al traste.

Sobre su opinión con relación la venta de la marca y los bienes que son todavía de la compañía aérea, precisó que la marca se ha devaluado con el paso del tiempo, pues durante todo este tiempo que Mexicana ha estado bajada de vuelo, se realizaron diferentes avalúos, y le consta que la marca venía perdiendo su valor a pasos agigantados.

Sé que la opinión de mucha gente, sobre la pretensión de esta nueva línea aérea es negativa, pero lo digo muy en serio: le hace falta al país, nuestra historia en la aviación ha sido una constante, aerolíneas se crean, vuelan y mueren.

Algunas por falta de interés de sus creadores, porque resulta no ser el negocio que estaban esperando; o bien por razones políticas, como fue el caso de Mexicana de Aviación. Independientemente de todo ello, muchas aerolíneas han sido las que han surcado los cielos de nuestro país, pero que hoy ya no están más entre nosotros.

Yo tengo mucha fe en que prospere la intención de los integrantes de la Cooperativa de “Aviación Mexicana”. Deseo que lleguen a formar parte de la nueva empresa de aviación a cargo del Estado, y que el éxito se vuelva una realidad en su camino. Eso volvería evidente muchas cosas; una de ellas, que no se requiere del cabotaje en nuestro país, y que permitirlo sería un grave error.