Escribo estas líneas por la amable invitación del Sr. Federico Arreola, a quien conozco desde hace algunos años, y compartimos algunos puntos de vista acerca de la vida en general y de la política en particular.

No pretendo dar un diagnóstico certero ni un plan infalible para mejorar el sistema de salud en México, ya que en esta vida, los extremos rara vez están en lo cierto. Lo que pretendo es poner desde mi propia perspectiva, un contexto y exponer toda la heterogeneidad de nuestro sistema de salud, tanto público como privado. Así como el ojo humano es capaz de distinguir mejor pequeños cambios en escala de grises que en colores, así creo que para poder intentar mejorar las cosas se debe empezar por conocer la historia, saber el funcionamiento y plantear los problemas a resolver, porque de lo contrario, sino se conocen las bases no se puede conocer a fondo el problema ni las posibles soluciones, porque no son ni blanco ni negro.

El sistema de salud en México es sumamente complejo, por lo que se requieren varias entregas de información para poder analizarlo. Cualquier sistema de salud en el mundo es muy caro puesto que los medicamentos, insumos y atención representan una erogación alta del PIB.

Hay 3 sistemas importantes en el sector público, el IMSS que atiende cerca de 70 millones de derechohabientes, el ISSSTE que atiende cerca de 13.5 millones, y el sector salud donde se engloba el resto de población, ahora tratando de ser asistido por el IMSS-Bienestar, quienes abarcan una población de 25 millones de personas aproximadamente, algunos pacientes están registrados en más uno de estos sistemas.

Sin embargo las cosas no son tan sencillas, ya que algunos estados tienen su propio sistema de salud para empleados gubernamentales, como el ISSTECH, ISSEMYN, ISSTEP, etc, las Fuerzas Armadas y Pemex también tienen un sistema de salud por separado.

El primer problema surge porque cada uno de estos sistemas rige sus políticas de asistencia y presupuestos de manera independiente. No hay una administración que rija y coordine a todos los sistemas y no hay interacción entre sí, por lo que no pueden haber compras consolidadas de equipos o medicamentos ni políticas de prevención, asistencia o atención en común ni tampoco se puede hacer un frente coordinado para evitar el consumo de tabaco en sitios públicos en todo el país, o los vapeadores o el etiquetado frontal; tampoco se puede disminuir el incremento en la enfermedad cardiovascular o la colocación de desfibriladores automáticos externos (para rescatar a las personas del paro cardiaco súbito y consecuentemente de la muerte) en sitios públicos y de alta concurrencia.

A pesar de haber acudido muchas veces al poder legislativo y de que se generaron algunas leyes secundarias estas no se aplican en el día a día. Cada sistema de salud se rige por personal administrativo propio y muchas veces sin conocimiento de detalles técnicos ni asesoría de los operadores, es decir, los médicos. El primer gran reto donde hay que iniciar es intentar la consolidación y homologación en un gran sistema de salud, de todo este galimatías, lo cual implica no solo lo administrativo, sino la cobertura de los derechohabientes y la igualdad de sueldos, y prestaciones. Por ejemplo: el IMSS tiene un contrato colectivo de trabajo, pero el ISSSTE tiene una ley general, argumentándose prioridad de seguridad nacional por ser empleados del gobierno, siendo las prestaciones, los sueldos y el sistema de retiro desequilibradas e inferiores en este último en comparación con todos los demás. Esta tarea no puede realizarse en un sexenio, tiene que haber un plan paulatino y progresivo transexenal con objetivos claros a corto, mediano y largo plazo.

Antes de continuar, es necesario declarar mis conflictos de interés, ya que esta serie de artículos serán planteados desde mi experiencia y mi interpretación personal, con todos los sesgos que conlleva.

Yo soy de izquierda hasta para escribir. Desde mi adolescencia estuve más cerca de las causas sociales que de los imperios, y aunque con la edad, ya tengo 50 años, me he vuelto mas tolerante y menos radical, con un pensamiento de centro social, no me puedo olvidar de mis orígenes. Es por eso que voté las 3 veces por Andrés Manuel, soy afín a la 4T sin militar en algún partido político, y creo que en los últimos 100 años de estructuras políticas estables en México, nunca ha habido continuidad real, cada 6 años cambia todo, principalmente los personajes que ejercían el poder, con algunas excepciones como la secretaria de educación con Torres Bodet.

En los últimos 36 años de implementación del libre mercado se han aplicado políticas similares y continuistas pero que no han dado los resultados deseados. Por eso pienso que ahora deben seguir las políticas públicas implementadas con esta nueva propuesta de gobierno.

No tengo algún cargo público administrativo en el sector salud, simplemente soy un médico con una especialidad, alta especialidad y maestría que pretende ofrecer una opinión desde su trinchera. También soy un médico privilegiado, pudiendo ejercer la alta especialidad sin restricción de recursos en un sitio público que ha sido invaluable para mi desarrollo académico y profesional, no sería el médico que soy sino hubiera estado en ese gran hospital del sistema de salud pública.

Pero también atiendo pacientes privados en los hospitales de altos recursos catalogados por las aseguradoras como el nivel más alto de cobertura. Sin embargo el quehacer médico se ejerce de manera diferente en el país, así como el estilo de vida es diferente en el norte, que en el sur o en el centro, así el ejercicio de la medicina es diferente y cada sitio y cada especialidad tienen sus particularidades, y ese es el segundo gran reto, tener un sistema de salud común, pero adecuarlo a cada región en particular, tomando en cuenta sus costumbres, el personal y el equipamiento con que se cuenta.

Los medicamentos y procedimientos médicos también son un caso aparte, ya que en el sector salud no se otorgaban gratuitamente, algunos se cubrían por el seguro popular pero estaban restringidos a un catalogo específico, por ejemplo los infartos y la colocación de stents o los marcapasos. Actualmente con el sistema de gratuidad si se están realizando procedimientos complejos y de alto nivel y se cuenta con el insumo, aunque el presupuesto puede llegar a ser limitado.

En el IMSS y en el ISSSTE hay un cuadro básico que si los incluye entregándose medicamentos y haciendo procedimientos de alta complejidad con insumos de alto costo, previa valoración y decisión colegiada en la mayoría de los casos. Al principio del sexenio fui invitado a colaborar en un plan muy ambicioso que involucraba a todos los sistemas de salud y tenía el objetivo de decidir los mejores medicamentos, en mi caso solo en el área cardiovascular, para homologar los cuadros básicos y otorgar los mejores medicamentos, por ejemplo, en vez de comprar un medicamento ya obsoleto para la presión cuya administración debe hacerse cada 8 hs, se prefiere tener uno más potente y que solo se administre una vez al día, aunque el costo de inicio sea mayor, la efectividad y duración será aplicable considerando costo-efectividad.

Desgraciadamente llegó la pandemia y cambios de dirección en las secretarías dejaron inconcluso este proyecto, o bien no fui convocado para continuar participando, por lo que desconozco su conclusión. Un caso emblemático en relación a las compras consolidadas y compras del gobierno con los fabricantes de manera directa es el caso del tratamiento contra la hepatitis C, en este gobierno se logró comprar una gran cantidad del medicamento y eso disminuyó notablemente el costo siendo accesible y gratuito en todo el sistema público de salud. De manera privada el costo del tratamiento puede rebasar los 70 mil dólares. Este es el tercer gran reto de la homologación: medicamentos y procedimientos de alta calidad, costo-efectividad y eficacia para todos.

El cuarto reto es la formación del personal médico y paramédico. Enfermería es de las profesiones peor pagadas y más exigidas en el país, tanto en el sistema de salud público como en el privado. En otros países la formación de médicos y especialistas está planeada desde las escuelas de medicina y coordinadas de acuerdo a las necesidades de atención en todo el país.

En México, después de cursar mínimo 5 años de preparación es obligatorio realizar un año de servicio social, en la mayoría de los casos en centros de salud remotos donde no hay personal médico y se debe cubrir con los pasantes, haciendo lo que pueden sin tener supervisión o ayuda por médicos de mayor experiencia, por lo que la atención puede no estar relacionada a estándares internacionales.

Para acceder a realizar una especialidad médica se realiza el examen nacional de residencias, las plazas son limitadas, cada año se van acumulando mas sustentantes siendo solo un tercio las vacantes y el triple de postulantes. Esto ha sido así desde hace muchos sexenios, además la posibilidad de plazas en los hospitales públicos era limitada a pesar de haber una gran necesidad, no se abrían nuevas plazas y solo se otorgaban cuando un médico de base se jubilaba o fallecía. Además los sitios formadores de médicos también son escasos y requieren tiempo no solo en la formación (cardiología son 3 años y la alta especialidad uno o dos años más) sino en la adquisición de experiencia y curva de aprendizaje, entre 3 - 5 años más. En cualquier profesión y en esta aún mas nunca se deja de aprender y estudiar los avances tecnológicos.

Dr. Gerardo Rodriguez Diez

Cardiólogo-Electrofisiologo

Egresado de la Facultad Mexicana de Medicina Universidad La Salle

Medicina Interna Hospital General Dr. Manuel Gea González

Cardiología y Electrofisiología Instituto Nacional de Cardiología “Ignacio Chavez”

Y Hospital Clínico de Barcelona, España

Adscrito a la Unidad de Arritmias y Marcapasos. CMN 20 de Noviembre. ISSSTE

Profesor titular del curso de Alta especialidad en Electrofisiología Cardiaca ISSSTE-UNAM

Candidato a Investigador del SNI

Subjefe de Electrofisiología Centro Médico ABC Santa Fe

Presidente de la Sociedad Mexicana de Electrofisiología y Estimulación Cardiaca (SOMEEC)

Vocal de la Sociedad Latinoamericana de Ritmo Cardiaco (LAHRS)

Miembro de la Soiedad Europea de Ritmo Cardiaco (EHRA)