IRREVERENTE
Les platico: No me gusta el box pero estudio sus expresiones y al aplicarlas a la vida diaria, me cae que algunas son filosofía pura.
Descubrí la de hoy del título, en las memorias de uno de los seconds o asistentes de Rocky Marciano.
La pronunció en una de las pocas peleas que perdió el legendario boxeador neoyorquino, cuando éste preguntó a su mánager cómo iba la cosa al final del 10o round.
Hoy...
Con todo respeto les dedico el título de este artículo a los analistas -y a los anolistos del PRI, PAN y PRD- que aseguran habrá tiro de la oposición contra Morena en las elecciones del 2023, en Coahuila y el Estado de México.
Yo creo que más que al partido del presidente López Obrador, las alianzas opositoras y uno que otro despistado que alucina con jugarla solo -Dante Delgado y su jugo de naranja- deben enfocar sus baterías en ganarle a esa bestia que se tragó al 55% de los electores de los seis estados que eligieron a gobernadores el pasado 5 de junio.
Me refiero al abstencionismo.
A mí se me hace que más que cantarle el tiro a Morena y a sus rémoras aliadas -PT y PVEM, principalmente- el PRI, PAN y el PRD deben retar así al abstencionismo.
Es tan brutal el margen que representan esos a los que le valen madre las elecciones, que si la alianza opositora mata a semejante adversario, a lo mucho empatan.
Lo que he visto hasta ahora en esa desmigajada y deshilachada oposición partidista, es un nocivo y mamón juego del ego de quienes dirigen al PRI, al PAN, al PRD y al MC.
De seguir así, nos van a salir con la misma chupaleta de siempre, al elegir a candidatos que se acomoden a los intereses de los dueños de los partidos y que se sigan olvidando del electorado.
Con esos cuyos nombres empiezan a circular, ni matando empatan.
Escucho y leo las declaraciones de Marko Cortés, de Alito Moreno, de Jesús Zambrano Grijalva y me dan ganas de recitarles estas palabras de Ortega y Gasset: “Bienaventurados los que nada tienen qué decir y resisten la tentación de decirlo”.
Y remato este artículo muy breve -porque mañana es domingo y es día de cerro- con una frase menos elevada que la del filósofo y ensayista español.
Es de mi abuelita, de quien les he platicado que fue la primera alcaldesa de México, en el municipio que se llamaba Perros Bravos, NL y que luego mediante la también primera consulta popular, cambió su nombre a Gatos Güeros:
“Los perritos abren los ojos al 3er día. Los p3nd3jos, nunca”. ¡Guau!
CAJÓN DE SASTRE
“No se diga más”, remata la irreverente de mi Gaby.