Desde luego, sobran en los partidos PRI, PAN, PRD y MC mujeres inteligentes, con principios, académicamente preparadas, dotadas para el debate y con experiencia en el gobierno.

Pero dos destacan: Margarita Zavala, a pesar de su marido, y Beatriz Paredes, a pesar de su partido.

Solo Margarita y Beatriz podrían aspirar a encabezar con dignidad en las elecciones presidenciales de 2024 a una alianza de institutos políticos con visiones e ideologías distintas.

¿Con dignidad? En efecto, con la legitimidad que les brinda la trayectoria y, sobre todo, con ciertas posibilidades de dar la pelea al candidato o la candidata de Morena.

Me preguntarán por qué no condeno a Margarita Zavala si soy de los convencidos de que su esposo, Felipe Calderón, debería estar en la cárcel por haber entregado las operaciones de la guerra contra el narco a Genaro García Luna, actualmente preso en Estados Unidos acusado de haber sido empleado del crimen organizado. No lo hago porque sería absolutamente misógino acusar a una mujer por los crímenes de su pareja.

No sé si la señora Zavala esté interesada en la candidatura presidencial de oposición. Quizá su objetivo sea la jefatura de gobierno de la Ciudad de México.

La que sí ha dicho que quiere ser candidata es Beatriz. Como aspirante presidencial estará el próximo martes 13 de septiembre, en la Expo Guadalajara, en un evento organizado por la organización política Confío en México, que fundó Salvador Cosío.

Supongo que la plática de la señora Paredes podrá ser escuchada en alguna transmisión de internet.

Yo estaré al pendiente. Será un gusto analizar lo que diga acerca de lo que ella llama los “nuevos horizontes de México”.

En Morena, el partido de izquierda que es el gran favorito para triunfar en 2024, harán lo correcto si siguen en la red la conferencia de la priista, una mujer inteligente y culta —para nada ruidosa ni escandalosa— a la que no será sencillo que el candidato o la candidata de la 4T enfrenten en un debate electoral.