Héctor Aguilar Camín no cree en las encuestas. El columnista de Milenio piensa que son falsos —inventados, cuchareados, pagados— los estudios demoscópicos que le dan una enorme ventaja a Claudia Sheinbaum sobre Xóchitl Gálvez. Pero, para la mayor desgracia del escritor que dirige la revista Nexos, no hay ninguna medición de preferencias electorales que diga algo distinto. Ni siquiera las del frente PRI, PAN, PRD ven a la morenista debilitada, sino todo lo contrario.

Cualquiera que sea la metodología —de vivienda, telefónica con operador, telefónica robot, de internet—, Claudia arrasa y Xóchitl, como en el tango, anda cuesta abajo en su rodada. Con una candidata evidentemente fallida como la senadora Gálvez, dos de los partidos que la postulan, el PRI y el PAN —sigamos con Carlos Gardel— en el actual proceso electoral presidencial arrastran por este mundo tan lamentable de la política a la mexicana, la vergüenza de haber sido poderosos y el dolor de ya no serlo.

Como no hay manera de que Xóchitl crezca —cada día que pasa se hunde más en el pantano de la vulgaridad, que ya está claro es su único discurso de campaña—, sus partidarios, como el señor Aguilar Camín, intentan con periodicazos quitarle prestigio a la líder Sheinbaum.

Desde hace días, en las columnas políticas se ha buscado dañar a Claudia con la historia de que ella perderá fuerza cualquiera que sea el resultado del proceso interno de elección del candidato o la candidata de Morena a la jefatura de gobierno de la Ciudad de México.

Como el procedimiento será la encuesta de Morena, Aguilar Camín se ha lanzado de nuevo a desacreditar los estudios demoscópicos; lo ha hecho este jueves en Milenio con el único propósito de golpear a Claudia Sheinbaum. Enseguida cito y comento lo escrito por el colaborador del diario propiedad de don Pancho González:

  • Dice Aguilar Camín: “Nadie cree ahí en la seriedad de la encuesta secreta (de Morena) que decide las candidaturas”. Mi comentario: Ese “nadie” es por lo menos muy exagerado porque yo sí creo en las encuestas aplicadas por el partido de izquierda. Y como yo, creen en la seriedad de tales estudios muchísimas personas en México, por cierto la mayoría —como evidencian todas las encuestas, de izquierda y derecha—. Se puede demostrar.
  • Dice Aguilar Camín: “Los que compiten saben que la voluntad que hay que ganar no es la del pueblo encuestado, sino la del líder del pueblo, el dueño de la encuesta”, es decir, AMLO. Mi comentario: Eso es falso. Los y las que compiten saben que deben convencer a la gente para resultar favorecidos en las encuestas. Es un hecho.
  • Dice Aguilar Camín: Que Andrés Manuel López Obrador “tiene dudas”, ya que “primero dijo que su carta era la misma que la de su candidata presidencial, Claudia Sheinbaum: el jefe policiaco de la ciudad, Omar García Harfuch. Luego cambió de opinión y dejó que entrara al pleito, con fuerza, la alcaldesa de Iztapalapa, Clara Brugada. Luego metió a la contienda a su sepulturero favorito, López-Gatell, para democratizar el cotarro”. Mi comentario: El presidente de México no tiene dudas; sabe que la candidatura será de quien gane la encuesta. AMLO jamás dijo que su carta era Harfuch. Tampoco cambió de opinión para permitir que Brugada entrara con fuerza al juego. Ni metió a Gatell para democratizar el proceso. Lo que único que hizo el presidente López Obrador —que es lo único que ha hecho Sheinbaum— fue presenciar el registro de todas las personas que quisieron apuntarse. Andrés y Claudia esperarán el resultado de la encuesta y felicitarán a quien la gane, y ya.
  • Dice Aguilar Camín: “Sobre todo” AMLO “dejó que hubiera pleito a puño limpio para ver quién ganaba su voto”. Mi comentario: El presidente no ha permitido algo que no ha ocurrido, el pleito a puño limpio. Ha habido, sí, grilla de personajes menores de Morena, como Hernán Gómez Bruera, pero como representan muy poco en el partido de izquierda sus politiquerías no llegan a pelea —ni a puño limpio ni a puño sucio—.
  • Dice Aguilar Camín: AMLO “fortaleció a todos los actores, menos a su candidata presidencial, Claudia Sheinbaum”. Mi comentario: Las encuestas, todas —algunas con más de 40 puntos de ventaja a favor de Claudia— demuestran que don Héctor miente, ya que la fuerza de ella es notable y creciente.
  • Dice Aguilar Camín: “Sheinbaum ya es débil en Morena porque su favorito García Harfuch, pasa muchos agobios para ganar. Si Harfuch pierde, será más débil aún: derrotada ella misma, y por una política de su propio gallinero, Clara Brugada”. Mi comentario: Claudia ganará si Omar gana, y Sheinbaum ganará también si Brugada gana. ¿Por qué? Porque el ganador o la ganadora de la encuesta de Morena será la persona con mejores números en las estimaciones de preferencias electorales, que es lo que le importa a la candidata presidencial líder. Punto final.