Desde que, muy joven en Monterrey, empecé a interesarme en la información difundida en los diarios, he leído la columna 1-2 Organización M.A.K., escrita por M.A. Kiavelo. Se publica en El Norte, hermano mayor de Reforma, de la Ciudad de México, y de Mural, de Guadalajara.

Por supuesto, nadie se llama M.A. Kiavelo —al menos nadie en la Sultana del Norte; no respondo por otros lugares del país, como Yucatán, donde alguien se llama, en honor a la efeméride de la Revolución Mexicana, Aniv. de la Rev. Amaya Majev—.

En Monterrey todo es más normal y aburrido. M.A. Kiavelo, pues, es un pseudónimo. Normalmente sus escritos los redacta quien dirige El Norte. Muy famoso, quizá el primer autor del M.A.K., fue Abelardo Leal. Pero, en mi opinión, las mejores columnas de El Norte las escribió Ramón Alberto Garza, antes de que se volviera loco por haberse peleado con el dueño del diario, Alejandro Junco, y se reconvirtiera de periodista serio a periodista especializado en la ficción.

Supongo que en la actualidad la columna 1-2 Organización M.A.K. la redacta la directora del periódico, Martha Treviño, una periodista sensata que merecería el honor de que la familia Junco cambiara el nombre de M.A. Kiavelo por el de M.A. Kiavela con A. Pero eso no va a ocurrir en una empresa mediática en la que hay demasiados hombres en los cargos directivos y muy pocas mujeres.

Nunca supe por qué la columna de M.A. Kiavelo se llama 1-2 Organización M.A.K. ¿1-2? ¿Será por el famoso golpe uno dos del boxeo? ¿Acaso porque al primer autor de la columna la aritmética no le daba para más? Misterio.

Las columnas más leídas de hoy

Eso me recuerda lo que leí ayer en un correo electrónico que recibí de una institución española dedicada a difundir la música, Palco. Doy detalles.

Debussy escribió en 1893 su único cuarteto de cuerda: “En la portada de la obra aparecía catalogado como Opus 10, pero lo que en cualquier otro compositor hubiera sido normal, en Claude era una auténtica anomalía”.

Lo que pasa es que ”en el catálogo de Debussy no había un anterior opus 9, ni tampoco vendría después un opus 11”. El cuartero de cuerda “es la única de sus obras que lleva número de opus y tonalidad (sol menor)”.

O sea, a Debussy le tenía sin cuidado la numeración de sus obras. Pero nunca falta un acelerado para corregir lo que considera una falta: “Llegaría más de medio siglo después de su muerte el musicólogo francés, François Lesure”.

El señor Lesure se embarcó “en la misión de ordenar de forma más o menos cronológica” todas las obras de Debussy, y en 1977 su trabajo fue publicado en Ginebra, Suiza.

Para la mayor gloria de François Lesure “desde entonces, todas las obras de Debussy suelen numerarse antecedidas con una L delante, referencia a la inicial del apellido del musicólogo”.

Para no alargar demasiado la historia diré que el cuarteto de cuerdas fue etiquetado como L 91. Y sí, había un L 90 (Proses lyriques), y un L 92 (Trois scènes au crépuscule).

Quien elaboró el texto sobre Debussy que estoy comentando dijo, con sentido común, que quizá no había “mala intención o ironía en la decisión de Debussy” de solo ponerle número a su cuarteto de cuerdas y no al resto de su obra, vale decir: probablemente, la obra “Cuarteto de cuerda en sol menor opus 10”, se titulaba realmente “Cuarteto de cuerda en sol menor opus 10”. El 10, suena lógico, era parte del nombre y no hacía referencia a ninguna serie o sucesión numérica.

Lo que sea, la columna principal de El Norte se llama 1-2 Organización M.A.K. y nada tiene que ver con lo que la Real Academia Española define como la acción y efecto de numerar o enumerar.

Sin duda, 1-2 Organización M.A.K. de M.A. Kiavelo es un referente de la política regia. Por consecuencia, no puedo evitar pensar que lo hoy comentado en esa columna —repetido en Templo Mayor, de Reforma— representa una amenaza, chantaje electoral o grilla muy barata surgida de las obsesiones del aspirante más movido de Morena a la gubernatura de Nuevo León, el senador Waldo Fernández.

Cito al M.A.K:

1.- ‘Los que se frotan las manos ante las divisiones morenistas y ya perfilan a sus candidatos a gobernadores para el 2027 son los del Partido Verde, que aunque son parte de la 4T, quieren sumar cargos para su partido…’.

2.- ‘Ahí está, por ejemplo, Waldo Fernández, que es legislador del PVEM y está puestísimo a ponerse la playera verde si Morena decide ir en Nuevo León con candidata…”.

1.- “En San Luis Potosí, Ruth Miriam González, la esposa del actual gobernador, Ricardo Gallardo está más que apuntada para sucederlo en el cargo, ya que entre los verdes no hay estatuto que prohiba el nepotismo…”.

2.- “Igual pasa con Saúl Monreal, quien puede dejar el chaleco guinda y ponerse plumas de Tucán para ganar Zacatecas, o Rafael Marín Mollinedo, el mismísimo titular de Aduanas, que busca la candidatura oficial para suceder a Mara Lezama en Quintana Roo…"

1.- “En Tamaulipas, Maki Ortiz, tras ser ninguneada por el gobernador morenista Américo Villarreal, ya fue destapada por el Verde, aunque esa elección sería hasta el 2028…”.

2.- “Por eso no extraña el primer aviso lanzado ayer de Arturo Escobar, líder nacional del Verde, y el senador Luis Melgar en el que dicen que no necesitan de Morena para ganar. ¡Tómala!…”.

Creo que en El Norte se dejaron grillar por Waldo, querido amigo, seguramente desesperado porque no gana en las encuestas. Lo superan dos mujeres, Tatiana Clouthier y Clara Luz Flores; lo aventaja también un hombre, Andrés Mijes y le pisa los talones el joven Oliverio Tijerina, recientemente apuntado entre quienes buscan la candidatura de Morena.

Encuesta de MetricsMx sobre las preferencias electorales rumbo a la gubernatura de Nuevo León en 2027.

Cuentan que en el evento del sábado pasado de la presidenta Claudia Sheinbaum en el Nuevo León gobernado por Samuel García, el normalmente muy echado para adelante Waldo Fernández andaba bastante echado para atrás diciendo, a quien quería escuchar sus plañidos, que en el morenismo todo está ya decidido a favor de Tatiana. No es así porque falta mucho, por lo que no se vale recurrir a las extorsiones políticas del Partido Verde para presionar a Morena.

Waldo tendrá que jurar lealtad absoluta al morenismo y mandar a los rufianes del Verde que se vayan mucho a un sitio del infierno llamado como pintoresco y conocido rancho de Chiapas, el muy famoso La Ch. Si no lo hace quedará anulado su futuro en la política, actividad en la que le ha ido muy bien y mejor le irá si sabe tener paciencia.

Al resto, los y las verdes que amenazan a Morena con romper la alianza, también se les recibirá con bombo y platillos en La Ch.