En la madrugada del día de hoy la red social Twitter se vino abajo. “Se cayó”, como coloquialmente se le dice, a nivel mundial, por lo que los usuarios se vieron imposibilitados a hacer uso de la plataforma en todas sus opciones.

Por supuesto, yo también entré en pánico al querer accesar a dicha plataforma y al no ser posible, inmediatamente pensé que mi cuenta había sido suspendida.

No fui la única que entró en franca preocupación y ansiedad, sino varios miles de personas se sintieron así... Pero, ¿por qué?: Sin lugar a dudas, porque Twitter es muy adictivo.

Además, la red social permite a las personas expresarse de la manera más abiertamente posible, aun cuando, claro, tiene códigos y prohibiciones para cerrar contenidos o cuentas. Sin embargo, la gente no deja de sentir que cuenta con un espacio para poder expresarse.

Asimismo, Twitter permite una sensación de conectividad con el mundo exterior. Puedes estar en tu casa pero conectado con otros que están afuera, y puedes informarte acerca de lo que realmente sucede en tiempo real. Se difunde mucho más rápido una noticia en Twitter que en los noticieros de televisión.

En lo particular, sigo las cuentas de todos los  principales periódicos nacionales de México y aunque extraño mucho el olor a papel periódico y el sonido de las hojas al pasarlas. (Mi padre amaba leer el periódico y no solo leía uno entero, se compraba el Reforma, Excélsior, y otros más de notas amarillas que en particular le gustaba leer porque también traían crucigramas que amaba resolver, y me imagino fotos de chicas muy guapas, por lo que él me heredó ese gusto por leer el periódico.) A pesar de extrañar la forma de leer los periódicos, ahora , lo de hoy son los periódicos digitales. Con un click hay información inmediata e imágenes y accesos a columnas de diversas personas.

Más allá de esto, se lee en Twitter la información que la gente tiene a la mano, creíble, que documenta con fotos y narrativas donde se encuentra la información que noticieros por televisión y radio se ven imposibilitados a transmitir porque tienen prohibido meterse en temas más escabrosos en la política. (Eso me lo contó una conductora de algún noticiero televisivo.)

Entonces la gente ha volteado a ver a  ahora a Twitter como su medio de información y comunicación. No solo entretiene sino que informa.

Además de conectar con lo de afuera, conecta con otros. Las personas interactúan unas con otras y sin conocerse se forman vínculos afectivos reales.

También Twitter está lleno de los famosos “bots” que son cuentas pagadas para hablar de temas específicos o para golpear a tuiteros o temas también específicos. Y se dice esta fue la razón por la que Elon Musk no quiso comprar esta red: por la cantidad de bots qué hay. (La verdad somos más los usuarios que somos de carne y hueso que escribimos por la mera pasión de escribir, de compartir, de fe y citar y de alzar la voz.)

En Twitter se han dado milagros en peticiones de ayuda para búsqueda de medicamento o apoyo para gente que tiene alguna urgencia.

Twitter ha logrado que la gente al denunciar a malhechores y viralizar videos o imágenes de sus fotos, las autoridades dan rápidamente con ellos y se hace justicia.

La gente de twitter participa en la vida pública y política de este país. Por eso es una red que aunque Obrador no le guste tanto, estoy segura no deja de ver, de leer, de seguir a los que lo critican y señalan y esta muy pendiente de Twitter.

Por eso es que yo creo que hasta él entró en pánico con la caída de esta red, que en lo particular me encanta. La encuentro de muchísima utilidad y creo además que será la plataforma más importante para que los futuros candidatos del 2024 hagan proselitismo.

Eso de andar de gira en pueblitos y acarreando gente ya no les va a funcionar tanto, como conectarse e integrarse a esta red. Y para sobrevivir en esta red se necesita ser honesto, transparente, creativo y hasta incluso usar el sentido del humor.

¡Nunca te mueras Twitter!

Es cuanto.