Hola Hugo. Quisiera llamarte así, a secas, Hugo, porque llamarte doctor te queda muy grande, no sé de qué manera hacerte reaccionar. Pero bueno, imagina que sí te digo doctor. Es más, imagínate que soy tu paciente y que llego a tu consultorio confiando en ti, para que me orientes qué hacer con respecto al Covid . Me dices que todo está bien y que no me preocupe, que no es para tanto. Que el cubrebocas sirve para lo que sirve y que si no quiero no lo use, porque se ha demostrado científicamente, dices, que no protege. Me dices que no pasa nada.

Entonces, yo decido salir a reuniones y estar con gente, prácticamente no me aíslo, porque confío en ti. Ya luego por ahí en una de mis citas médicas contigo me comentas que lo mejor, tal vez, sería quedarme en casa, pero te veía tan confiando y tan relajado que pienso: “No pasa nada, este hombre exagera”. Luego me dices que las vacunas no son obligatorias que no pasa nada si no me las quiero poner, y por un momento vuelvo a confiar en ti pero después mi familia insiste en que me la aplique y lo hago.

Aún así me da Covid. Entonces empiezo a entender que este virus no es cualquier cosa y que puede dañar e infectar a las personas aún con la vacuna puesta.

Ahora ha llegado la nueva variante Ómicron a México. La OMS ha pedido que se cancelen las reuniones navideñas. Al parecer es más contagioso aunque se dice que con la vacuna la letalidad es menor pero todavía no logran descifrarlo ni medir su malignidad .

Vuelvo a sacar una cita contigo; es que, ¿sabes?, no dejo de confiar en ti y en todo lo que dices. Te veo tan sabiondo aunque no te entienda nada y tan firme en tu forma de decir las cosas, que te creo.

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Viene la cena navideña, dado que la Navidad pasada estuve encerrada, tuve ganas de festejar esta Navidad a lo grande. Habrá mucha gente y mucha comida, será en el comedor de mi casa, que no está tan ventilado, pero no había de otra.

Sin embargo, quise pedirte tu opinión acerca de hacer mi cena. Me dices que ¡claro que sí, hombre!, que la organice sin ningún miedo, pero aún así, yo te cuestiono que tengo mis dudas porque había escuchado que la OMS había declarado apenas hace dos días que era mejor que se cancelaran las festividades y reuniones navideñas. Me contestas que eso dijo porque se refería nada más a Europa, pero que aquí no pasaba nada.

¡Ah! Entonces me voy muy contenta, sabiendo que podré hacer mi cena y reunirme con 20 invitados en mi casa. Ahí todos apretaditos, porque donde comen 10 comen 20.

Probablemente muchos de mis invitados saldremos contagiados, pero es que yo confié en ti doctor Gatell. Te deposite la vida mía y de mis seres queridos y confié en ti. ¿Serás responsable? Claro que sí lo serás. Porque creí en ti, porque tú sabes mucho, porque te quiere mucho el presidente; entonces quiere decir que eres un magnífico doctor.

Bueno, me voy… tengo que empezar a hacer todos los preparativos para mi cena.

Dios lo bendiga doctor Gatell. A usted y a su familia, Dios los bendiga.

Claudia Santillana Rivera en Twitter: @panaclo