“Entre tu amor y mi amor

Debe existir la verdad

Ya no podemos jugar

Con nuestras almas los dos

Entre tu amor y mi amor

Hay cosas para pensar

Y una promesa ante Dios

Que es imposible olvidar.”

LEOPOLDO DÍAZ VELEZ / JUAN POMATI

Hace unos pocos días, Luis Donaldo Colosio Riojas expuso a la opinión pública las razones por las cuales en este momento no desea lanzarse para buscar la Presidencia de la República. Entre otras, terminar su trienio como alcalde de Monterrey, aprender, foguearse, buscar la reelección al cabo de este periodo de mandato. Fue claro y contundente, él quiere terminar y por ahora no quiere buscar otro puesto; cuando concluya su trienio considerará la reelección municipal. Nada más.

Pero resulta que su compadre —que se supone es su amigo—, sin decir “agua va” (esa que escasea en Nuevo León), lo lanzó al ruedo destapándolo para senador por MC por Nuevo León haciendo la dupla con su esposa (sí, la del gobernador), Mariana Rodríguez.

Al fosfo fosfo titular del ejecutivo de Nuevo León —marido de Mariana, papá de Mariel y compadre de Luis Donaldo Colosio— poco o nada le importó la decisión de su amigo. Lo que es peor, actuando como esos políticos viejos que le ha dado por emular, se presta a un juego político que solo divide y debilita a la oposición. Así sea a costa de la trayectoria, planes y deseos de su compañero de partido, Colosio Riojas.

García nos confirma que está dispuesto a ser el patiño de Movimiento Ciudadano, ¡pero también de Morena! Y al respecto, por cierto, lejos en el olvido han quedado las promesas que él hizo de que no se despegaría de su cargo. Imposible de creer los videos cuando él siendo legislador local en Nuevo León fustigó a El Bronco por dejar aventada la chamba de gobernador para jugar en las elecciones federales.

Se sabe que Samuel es un lenguaraz consumado y que una buena parte de sus votos se los debe a su esposa quien es una influencer reconocida. Pero lo que de plano no entiende —él, no nosotros— es que sus deseos no son órdenes y que hay que respetar las decisiones de los demás. Particularmente cuando se dice amigo de esos otros.

Títere, instrumento de López Obrador. Le hace el trabajo sucio al primer mandatario. Eso es evidente. Basta ver el cariño de este último por Samuel durante su última gira de trabajo. Más que una coincidencia es que después de la visita relámpago de Andrés Manuel a Nuevo León, Samuel saliera con esas declaraciones que solo meten en aprietos y lastiman a su amigo.

Samuel García es de esos políticos que envejecen rápido y mal. Que actúan buscando formar dinastías familiares. Digo, está bien que el león del escudo de Nuevo León esté coronado, pero no es para que él piense que puede actuar para tanto. Samuel no es virrey (para gente que se cree rey ya tenemos suficiente con el que despacha en Palacio Nacional). La propuesta de que su esposa busque ser senadora por Nuevo León en fórmula con Luis Donaldo es la más reciente muestra de que la imposición y el influyentismo se le da muy bien.

Y aclaro, nada en contra de Mariana por cuanto a este asunto en particular; seguramente puede hacer muchas cosas como las realizó desde antes de casarse con Samuel. Mas siendo francos, buscar una senaduría solo por ser esposa del gobernador habla muy mal de ambos.

La oposición se queja de que los molesta y vulnera. Los mismos dirigentes del PAN/PRI/PRD se presentaron en la Sultana del Norte para recordarle a Samuel que no puede “tiznar” a la oposición y que si pide autorización en el Congreso local para lanzarse de candidato presidencial por el MC, las bancadas partidistas a nivel local no se la darán. No creo que llegue a tanto, pero opino que esta discusión no debía de ser ni siquiera necesaria.

Sería bueno recordarle al señor García que un político es joven no solo por cuanto a la edad (como el recuerda cada vez que puede); se es joven cuando se actúa con ideas frescas, innovadoras y no repiten cartabones. Y la propuesta de Samuel de tirarle a Xóchitl, de lanzar a su esposa y a su mejor amigo —después de que este dijo que NO quería— lo muestran como un político a la vieja usanza.

Colosio deberá preguntarse si Samuel es en verdad su amigo o solo lo está utilizando para hacer más gordo el atole que propina López Obrador a la población neoleonesa.