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La nueva gobernadora del Banco de México, Victoria Rodríguez Ceja, tendrá ante sí varios retos y decisiones que tomar, entre ellos la obligación de entregar a la Secretaria de Hacienda los remanentes del ejercicio 2021 el próximo mes de abril y no provocar fricciones con el Gobierno federal como sucedió el año pasado, cuando el excedente de la Banca Central no se entregó a las autoridades hacendarias.

Banxico publicó el pasado 23 de abril los estados financieros correspondientes al ejercicio fiscal 2020, resultando un remanente de operación de 165 mil 067 millones de pesos; los cuales la autoridad monetaria determinó repartirlo de la siguiente forma: 121 mil 775 millones de pesos se designaron a la amortización de pérdidas acumuladas de la institución en ejercicios anteriores; otra parte se asignó a incrementar el capital contable del Banco Central. De estos recursos no se entregó ni un solo peso a la Secretaría de Hacienda, por lo cual este procedimiento se interpretó como una decisión mezquina de parte de los funcionarios del organismo que en ese entonces era dirigido por Alejandro Diaz de León, escudando su actuar en una interpretación de la Ley, y no con criterios para proveer de recursos al Gobierno ante la crisis de salud y financiera provocada por la pandemia de Covid-19.

Los alegatos del Banco de México para no entregar los recursos provenientes del superávit operativo escondían un mezquino interés de proteger más los altos sueldos y pensiones de los funcionarios del Banco Central, antes de ayudar a la maltrecha economía del país provocada por la epidemia de coronavirus.

El comunicado de prensa de la institución financiera señaló que en estricta “aplicación de la Ley” de Banxico, los excedentes operativos del ejercicio 2020 “en primer lugar se debe amortizar las pérdidas acumuladas de ejercicios anteriores conforme al artículo 68 de dicha Ley. En segundo lugar, siempre que sea posible, se debe preservar el valor real del capital del Banco más sus reservas e incrementar dicho valor conforme aumente el Producto Interno Bruto (PIB) en términos reales, según lo establece el artículo 53 de la citada Ley”.

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Hay que recordar que los remanentes de operación del Banco Central provienen de la revaluación de las reservas internacionales, y de los ingresos derivados de las diferencias entre los intereses que la institución financiera cobra y paga a los intermediarios financieros.

La Banca Central mexicana obtiene la mayoría de sus ganancias de operación de la venta de dólares a mayor precio del adquirido al comprarlos; con lo que obtiene una “ganancia”, y es mayor el beneficio cuando más depreciación hay del peso frente a la divisa estadounidense: pero de lo contrario si hay apreciación de la moneda mexicana a lo largo del ejercicio se tienen pérdidas operativas.

El Banco de México puede tener ganancias y pérdidas a lo largo de su ejercicio, pero la Banca Central no tiene un propósito de lucro, por lo que la institución donde funge como Gobernadora Victoria Rodríguez Ceja, tras constituir reservas, está obligado a entregar a la Secretaría de Hacienda el importe del remanente de operación, si es que existe.

El Artículo 19 BIS de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria marca el destino de los remanentes de la Banca Central, y estipula que cuando menos el 70 por ciento de estos son para la amortización de la deuda pública del Gobierno Federal; el monto restante se destinará a fortalecer el Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestales.

En abril del 2017, la Secretaría de Hacienda anunció que Banxico había entregado un remanente de operación por 321 mil,653 millones de pesos al gobierno federal; monto que aproximadamente representaba 1.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). El capital contable del banco central mexicano fue negativo en 2017, 2018 y 2019, por lo que en estos años no entregaron recursos por ese concepto.

La utilidad extraordinaria de la Banca central de hace dos años no fue tan robusta como se tenía previsto debido a la apreciación del peso frente al dólar en los últimos meses del 2020. Esto provocó que la utilidad de la autoridad monetaria se redujera drásticamente.

La negativa para no entregar los remanentes del ejercicio 2020 teniendo como pretexto el mandato de la Ley del Articulo 68 de la Ley del Banco de México, ya que el artículo de referencia no es lo suficientemente claro para justificar que se tengan que amortizar las pérdidas de ejercicios anteriores.

Artículo 68 de Banxico:

“La Ley de Instituciones de Crédito, la legislación mercantil, los usos bancarios y mercantiles y el Código Civil para el Distrito Federal, en Materia Común, y para toda la Republica en Materia Federal, se aplicarán a las operaciones del Banco, supletoriamente a la presente Ley y en el orden en que están mencionados.”

En lo que respecta a los 43 mil 292 millones de pesos que se usaron para incrementar el capital contable de la Banca central, esto no era una necesidad apremiante ya que la institución financiera no está tan descapitalizada y no enfrenta una situación de crisis.

Banxico destina mensualmente 14 millones 854 mil 315 pesos para el pago de pensiones de 97 ex funcionarios, entre los que se encuentran el ex presidente de México Ernesto Zedillo Ponce de León, Francisco Gil Díaz y Agustín Carstens, reveló una investigación de la revista Contralínea de junio del 2019.

Las pensiones del Banco Central son al menos siete veces más altas que las del Instituto de Seguridad Social de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y nueve veces mayores que las del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Los remanentes operación del ejercicio 2021 del Banco Central podrían ser bajos, debido a la fortaleza que ha mantenido el peso frente al dólar.

El presidente del Grupo Bursamétrica, Ernesto O´Farril, señaló en una entrevista para el periódico El Financiero “que este año se podría tener un remanente de hasta 107 mil millones de pesos, pues el tipo de cambio solo se depreció 55 centavos en todo el año”.

“Tenemos reservas internacionales en promedio en el año de 195 mil millones de dólares, y cerramos con 202 mil millones de dólares; y tomando como tipo de cambio final un nivel cercano a 20.45 pesos por dólar hace una diferencia de 55 centavos (respecto al tipo de cambio a finales de 2020); así se generarían 107 mil millones de pesos de plusvalía cambiaria”, detalló.

Otros analistas hablan de que serán mucho menores estos remanentes operativos y en una de esas no se registrarán estos.

Esperemos que el Banco de México haya registrado remanentes y estos sean entregados a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, ya que son recursos que hacen mucha falta.