Solo hay dos tipos de presos que están apartados de la población penitenciaria: Los muy peligrosos y los que tienen poder.

Sobre los primeros, existen varias películas: la saga de Hannibal Lecter, y la excelente “Brawl in Cell Block 99” (S. Craig Zahler, 2017), más el extraordinario caso del oficial nazi Rudolf Hess, quien fuera el único prisionero de Spandau.

Sobre los segundos podemos mencionar a un montón de presos adinerados, quienes toman la cárcel como un hotel de cinco estrellas (¡un saludo a Rosario Robles!).

Marina Badui, madre de Yoseline Hoffman, se comunicó con Claudia Sheimbaum, para pedirle la liberación de su hija; la jefa de gobierno de la CDMX la re-direccionó con la Fiscal Ernestina Godoy, y ésta le explicó la situación jurídica de su hija, entonces Marina le solicitó que por favor no la pusieran con las demás reclusas, pues es bien sabido que existe un código de honor carcelario, y quien comete algún delito con menores de edad recibe severas agresiones (si no es que termina “suicidándose”).

Desde un inició dije que el almacenamiento y difusión de un video de índole sexual, de una adolescente, no se comparaba a la grabación y explotación de imágenes de niños, como lo hicieran Jean Sucar Kuri, Camel Nacif y Mario Marín; sin embargo, explíquenselo a las presas, que desconocen el contexto y se guían por las apariencias (como la gente que cree que Martín López Obrador está participando de un acto de corrupción, nomás por salir en un video recibiendo dinero, sin reparar que pudo tratarse de un préstamo).

¿Quién está exponiendo a Hoffman?

Jurídicamente, Yoseline Hoffman sí cometió el delito de pornografía infantil, porque Ainara tenía 16 años cuando la grabaron en un material de contenido sexual. Ahora bien, quien realmente la está exponiendo, es su abogado: Ricardo Cajal.

Dijo que entre las pruebas que se desestimaron de su defensa, está el hecho de que Yoseline Hoffman “no pudo saber que la persona del video era menor de edad, pues tenía complexión de adulta”, lo cual, es tan inverosímil como cuando Aburto dijo que nunca pensó asesinar a Luis Donaldo Colosio, sino que solo llevaba una pistola a vender, cuando vio mucha gente en un mitin, que se había acercado por curiosidad y se le disparó la pistola accidentalmente sobre la cabeza del candidato del PRI. Ese argumento se cae porque la propia influencer, en su video “Patética generación”, literalmente regañó a estudiantes de secundaria (nomás falta que diga que el video, donde le introducen la botella a la chica, lo tomó como “una puesta en escena”, que no sabía que era real).

Las torpezas de Ricardo Cajal se acumulan (como por ejemplo, decir que hicieron muy mal los medios al transmitir la detención de YosStop, cuando la orden de aprensión y cateo se había dado con cuatro días de anticipación, y el debía estar enterado; no fue una sorpresa). Hasta pareciera que lo sobornó Bárbara de Regil (enemiga de YosStop), para hacerse güey.

Pero donde principalmente la está regando Ricardo Cajal, es en insistir que “se está violando la libertad de expresión” de su clienta, cuando, aquí y en China, es un delito exponer videos de índole sexual de una persona (la Ley Olimpia condena la exposición de la privacidad de cualquiera, sea meno de edad o no, sin distinción se sexos, porque se le juzga y se le expone al maltrato a la víctima).

Lo que hizo YosStop es una inmoralidad, que se agrava con la cursi carta que le mandó a su novio Gerardo González, con el tema musical de “Pídele al tiempo que vuelva” (nomás por eso, si yo fuera reclusa, sí le ponía una buena “madrina”).

En esa carta dice: “Soy terca, necia, orgullosa, soberbia, mal hablada, egocéntrica,… pero jamás he sido mala persona” (es como si Salinas, defendiéndose del “Juicio contra ex presidentes”, escribiera: “Me robé un montón de lana y mandé a matar gente,… pero jamás he sido un hijo de la fregada”).

Si su defensa realmente quisiera salvar su pellejo, de inmediato le recomendaría humildad, aceptar su culpabilidad, pedir disculpas públicas, y reparar el daño. Porque, por lo visto, no se ha percatado que mantener su orgullo de Cruella Deville, está poniendo a la opinión pública en su contra, donde también se encuentran las reclusas que le darán su bienvenida, en cuanto se declare formalmente presa.