Así como existe “¿Quién es quién en las mentiras?”, sección de los miércoles dentro de La Mañanera, a cargo de Ana Elizabeth García Vilchis, y viendo la inauguración del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), dividida en tres partes, puedo decir con los pelos de la burra en la mano: “Andrés, amigo, camarada, presidente, permíteme hacer la sección ¿Quién es quién en la aviación?”

Observé con mucho detenimiento la transmisión de la inauguración del aeropuerto en Santa Lucía, llevada a cabo en tres partes: la primera fue con la tradicional mañanera, después la ceremonia de “entrega recepción” y por último la develación de la estatua del General Felipe Ángeles, que le da nombre a la terminal aeroportuaria.

De La Mañanera lo más importante fue la información aportada por el General Luis Crescencio Sandoval González: el día anterior había llegado un equipo de Aeroméxico Connect para operar temprano y ser el primer vuelo en despegar con destino a la ciudad de Tabasco, Villahermosa con 89 pasajeros a bordo. También dijo que durante todo el transcurso del día se iban a tener 20 operaciones aeronáuticas, cuatro por parte de Grupo Aeroméxico, que comanda Andrés Conesa; seis a cargo de Volaris, de Enrique Beltranena; cuatro de VivaAerobus que dirige Juan Carlos Zuazua; dos de Conviasa, aerolínea de Venezuela; más dos vuelos de aviación general en aviones particulares, una operación de carga proveniente de Laredo, Texas y una más desde Coahuila. Y en el área de helicópteros se tendrán seis servicios de taxi aéreo.

Dentro del mismo espacio de La Mañanera, donde respetuosamente sugiero que el presidente se interese en mis servicios, una reportera preguntó por qué no hay todavía un vuelo a Hermosillo, si ya hay uno a Tijuana. Justo aquí entraría en escena para explicarle, de una manera clara, concisa y directa, que la operación y la planeación aeronáutica “no son enchiladas”, y que a diferencia de otros medios de transporte, existe una gran ingeniería previa para determinar la factibilidad o no de un vuelo. Esto es, no se pueden abrir destinos a diestra y siniestra, hay que estudiar y evaluar las rutas y los slots que asignará la Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes, porque a diferencia de otros transportes, la aviación se rige por reglas muy precisas.

Y de aquí saltamos al segundo evento dentro de la inauguración; quiero destacar el discurso de Omar Fayad, gobernador de Hidalgo. Quitándole toda la diplomacia y buenas formas que destilaba su discurso, dijo cosas muy importantes y dignas de destacar, que la gran mayoría no lo alcanza a ver.

Y es que el AIFA tiene todo el potencial para convertirse en una alternativa muy interesante, dejando que el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) dedique la mayoría de sus operaciones a aerolíneas tradicionales, cuyo modelo de negocios requiere una gran infraestructura, e incluye métodos y mecanismos para incluir en el precio del boleto los diversos servicios como llevar maletas a bordo sin costo extra, servicio de alimentos en vuelo y servicio de entretenimiento en la aeronave, una plataforma digital para ver películas o escuchar música. En una aerolínea tradicional existen las clases: primera o clase ejecutiva con servicios extras y asientos más amplios, y la clase turista.

En cambio, el modelo de bajo costo -nacional y extranjero- tiene un magnifico potencial para explotar las instalaciones del nuevo aeropuerto, y puede atraer al pasaje mochilero que va a la aventura, y “venderle” que no nada más existen las playas en México, sino potenciar todos y cada uno de los pueblos mágicos que hay alrededor, tanto en el Estado de México como en Hidalgo y por la cercanía pueden acercarse a Puebla y Tlaxcala, nada más para abrir boca.

La gente suele suponer que a los extranjeros solo les interesa ir o a Cancún o la Riviera Maya, pero el país tiene muchos más destinos qué ofrecer. Como anécdota, les contaré que cuando volaba en Mexicana de Aviación teníamos un vuelo “tecolote”(porque se hacía de madrugada), y teníamos que estar a la 01:00 A.M. en el lobby del hotel de Los Ángeles, para hacer el vuelo LAX-MEX-OAX-MEX, esto es Los Ángeles-Ciudad de México y luego un ida y vuelta a Oaxaca. Este vuelo era muy frecuente en el AICM, y también era común que los pasajeros procedentes de Alemania, Holanda, Francia y claro Estados Unidos, abordasen ese vuelo a Oaxaca. En broma los tripulantes decíamos que ese vuelo no olía a queso Oaxaca, sino a queso Gruyere dada la gran cantidad de extranjeros que iban a dicho destino.

Lo mismo puede ocurrir con el AIFA; hay muchísimos pueblos mágicos: Huasca de Ocampo, Real del Monte, Mineral del Chico, Huichapan, Tecozautla y Zimapán, en Hidalgo y en el Estado de México El Oro, Malinalco, Metepec, Tepotzotlán, Valle de Bravo, Ixtapan de la Sal, Teotihuacán y San Martin de las pirámides, Aculco, Villa del Carbón y Tonatico.

Sin contar que también desde el AIFA se puede explotar ir a Puebla, Tlaxcala y Morelos. Pero no sólo el crecimiento es con respecto al manejo de pasajeros y turistas, también otro punto a destacar es la carga, y la posibilidad de acortar tiempos, aprovechando los corredores industriales que se tienen tanto en el estado de Hidalgo como en el Estado de México.

Ahora, yo diría que lo que se entregó este 21 de marzo fue la primera parte del aeropuerto, y que poco a poco se irán haciendo ajustes, correcciones y mejoras sobre la marcha. Un gran tema es la conectividad con la terminal aeroportuaria. No hay que tenerle miedo a decir: “sí, faltan cosas por hacer”, pero a diferencia de otros gobiernos que entregaban cascarones, aquí y ahora el gran tema es cómo llegar.

Eso sí, dejemos de pensar que todos los usuarios viven en la Roma-Condesa, para muchos usuarios de las aerolíneas de bajo costo, sus traslados serán mucho más cortos, pues viven en lo que llamamos “el área metropolitana y municipios conurbados”.

Y observando cómo se va moviendo la industria aeronáutica, les puedo decir que el modelo del bajo costo llegó para quedarse y para crecer de manera exponencial; la manera de viajar está mutando y somos testigos de ello, cada vez más gente verá al transporte aéreo como una necesidad y no como un lujo que solo unos cuantos pueden pagar, es por ello que este aeropuerto tiene mucho potencial, no para ser un hub (centro de conexión), pero sí una terminal alterna al AICM.

Deseo honestamente que el arranque del AIFA nos permita buscar y lograr la descentralización de las operaciones aeroportuarias. Dejemos de mirarnos solamente el ombligo, México es más, mucho más que la CDMX. El aeropuerto ya es una realidad, no tiene caso cerrar los ojos y fingir que no existe. No tiene caso estar buscando información a medias, o de plano falsa, para pretender boicotearlo… Pero si esa va a ser la estrategia, yo puedo ayudar conduciendo la sección “¿Quién es quién en la aviación?”, por si estaban con el pendiente.