IRREVERENTE

San Antonio, Tx.

Les platico en español las aplicaciones del título de mi columna de hoy. ¡Arre!

El pasado 17 de mayo del 2021, el gobernador Greg Abbott anunció que a partir del 26 de junio de ese mismo año, Texas dejaría de pagar los 300 dólares semanales de ayuda federal a los desempleados que perdieron su trabajo durante la pandemia.

El propósito de tal medida fue “conectar” a los desempleados con las vacantes disponibles.

Dos meses después de ese anunció, Abbott inició su campaña para buscar la reelección por 3a vez.

El pasado martes 8 de noviembre fue proclamado gobernador por los siguientes cuatro años.

¿Qué sucedió en este caso?

Los texanos rogaban por lo mejor, pero al mismo tiempo se preparaban para lo peor.

Con Abbott y sus estrategas de gobierno y los de su campaña, sucedió lo mismo: rogaban por que ocurriera lo mejor -ganar la reelección- pero se preparaban para lo peor, perderla, obviamente.

Placenta data: Comparaciones son odiosas, pero necesarias

Cientos de miles de personas de origen mexicano viven en Texas.

Su placenta data es la misma de los millones que vivimos en México.

Pero el comportamiento del mexicano de este lado de la frontera suele ser diametralmente distinto al de allende al sur de la frontera.

¿Por qué?

Una de las razones es que acá, la promesa dejó de ser slogan y propaganda de campañas políticas.

Con su medida de destetar a Texas del subsidio federal a los desempleados por la pandemia, Abbott se arriesgó a tomar esa medida impopular en la antesala de su campaña por la reelección.

Pero la tomó, porque por encima de sus intereses políticos personales, están los de su Estado y por ende, los de su País.

Y los texanos -incluso a los de origen mexicano- supieron leer las intenciones de Abbott para gobernar por otros cuatro años.

Abbott pensó y actuó como dignatario, no como político.

  • Es que, un dignatario actúa pensando en generaciones, y el político, en elecciones.
  • En términos culinarios, el dignatario mezcla Rib Eye con T-Bone.
  • El político, tripas con bofe.
  • El votante del dignatario, elige por veracidad.
  • El del político, por comodidad.
  • El dignatario gobierna por certidumbres y certezas.
  • El político, al tanteo y por ocurrencias.
  • El elector del político, presume en su frente, en su puño en su chaqueta y en sus calzones, el emblema religioso del político al que alaba desde el fondo de su ignorancia... de la ignorancia de los dos. Hace alarde de su mamonería, no de su masonería.
  • El elector del dignatario, aunque ambos sean mormones, no.

Por eso y más, la economía de Texas es la 9a más grande del mundo y supera por mucho a la de todo México (también a la de Brasil), a pesar de que la población texana es de 30 millones y la de nuestro País, 127 millones.

Mapa PIB de EU
Masonería. Foto/Plácido Garza

CAJÓN DEL SASTRE DE PANAMÁ.

“Tal Cual diría tu abuela la primera alcaldesa de todo México: ¿queréis más o os guiso un huevo?”, remata la irreverente de mi Gaby.