IRREVERENTE

Les platico: Camila Hernández Larios tiene 18 años, es una karateca de Nuevo León que clasificó el pasado 4 de julio para representar a México en el Mundial de ese deporte que tendrá lugar en Rumania dentro de dos meses.

A pesar de que su representación en el exterior sería más digna que la de muchos rémoras políticos -como la del invisible embajador de Ricardo Salinas Pliego -ups, perdón, de México- en EEUU, Esteban Moctezuma y del mismito canciller Marcelo Ebrard- TODOS los niveles de gobierno la abandonaron a su suerte y tiene que estar arriesgándose a sufrir un accidente o una insolación, pidiendo ayuda a los automovilistas y transeúntes en las calles de Monterrey.

Necesita $45,000 para comprar su pasaje a Rumania y un seguro médico básico. Ya con su boleto de avión tendrá que rifársela para conseguir dinero que le permita alimentarse y tener lo necesario para participar en las competencias.

Ahora sí, vámonos por partes, como decía el Dr. Jack El Destripador en sus gustadas clases de disección anatómica en la Facultad de Medicina de la Universidad de Berlín. ¡Arre!

López Obrador está destinando casi $1,000 millones de pesos a promover el beisbol, su deporte favorito. ¿Señor presidente, ¿no le sobrarán de perdido unos $100,000 pesos para que Camila viaje sin sobresaltos a representar al país que quienes tienen la obligación de hacerlo, no solo no lo hacen, sino que están embarrando su imagen ante el mundo debido a los desaciertos de la 4T?

Jesús Roberto Rodríguez Tamez, presidente de la Asociación de Karate en NL, ¿de qué te sirve ocupar ese cargo tan pomposo si no eres capaz de partirte la madre por tus representados para que la Federación nacional o la CONADE respalde económicamente el desempeño de sus atletas de alto rendimiento?

Jaime Rodríguez. Hey, Bronco, ¿pues no que muy fregón para bravuconear en tus apariciones públicas de que NL es tu prioridad? ¿Por qué no te tocas el corazón y evitas que esta atleta ponga en riesgo su condición física y su vida, cruzando calles como pordiosera pidiendo una bicoca, comparada con el dineral que se roban en tus narices en el gobierno que aún encabezas?

Adrián de la Garza, alcalde con licencia de Monterrey, ¿dónde andas desde que te atropelló el camión del cual ni las placas anotaste, en las elecciones del 6 de junio? Lo que Camila necesita no es ni la mil millonésima parte del lanal que te echaste a la bolsa en tus seis nefastos años al frente del Ayuntamiento?

Samuel García, a lo mejor ni sabías de este caso, pero ahora ya lo sabes. ¿Por qué no te pones nuevo y te pones león, arropando como fiera, el sueño de Camila? Digo, si tu tiempo de litigante ante los tribunales electorales te lo permiten.

Luis Donaldo Colosio Riojas, lo mismo que al güero te lo digo ahora, quizá ni sabías de Camila, pero ahora ya la conoces. ¿Por qué dentro de las ceremoniosas reuniones de “entrega recepción” a las que asistes, no te das tiempo para pedirle a alguien de tu equipo que le eche la mano a esta deportistas ejemplar y evitas desde tu faceta como alcalde electo de Monterrey, que ande desparramando su prestigio de karateca casi pidiendo limosna.

Clara Luz Flores Carrales, Fernando Larrazábal, Paco Cienfuegos y demás candidatos que palmaron en las elecciones del pasado 6 de julio, ¿a poco andan muy ocupados y a poco sus billeteras quedaron tan fregadas como para no arrimarse a la causa de Camila y meterle algo de la lana - o toda- para que aterrice sana, salva, segura, bien pertrechada y pertrechada en Bucarest?

Señores jubilados que pululan por el madral de chales -perdón, chats- de whatsapp y otras redes. Dejen por unos minutos de babosear con memes, chistes, publicación de ofertas de vino y presumir sus viajes a playas nacionales y extranjeras. Lean el caso de Camila y ayúdenla, y después de hacerlo, sigan metidos en sus cosas y en sus casas, pero no se olviden de que de nada sirve ir a misa todos los domingos y rezar devotamente el rosario ni dar limosna en el templo ni de ser ministros de la Eucaristía, si no ayudan de corazón y de verdad en causas como ésta.

Empresarios regios, salgan de su ostracismo, salgan de sus zonas pandémicas de confort y pónganse guapos ayudando a Camila; les aseguro que no se van a quedar pobres si lo hacen y en cambio acallarán sus anestesiadas conciencias al hacer algo productivo por la sociedad en la que todavía viven, antes de que -en un descuido- agarren sus tiliches -de marca, of course- y se vayan de México a cuidar sus capitales a donde los están mandando por culpa del desmadre de gobierno que México se carga en estos días.

Y a todos estos personajes les digo desde esta irreverente trinchera: Andenle, no la jodan, hagan patria, apoyen a Camila y estoy seguro de que la Nación y los mexicanos os sabremos reconocer su esfuerzo.

CAJÓN DE SASTRE

“Ayudemos a Camila, no seamos cabron3s ni insensibles. Por lo pronto ahí va mi donativo y apelo a que la generosidad de los mexicanos se haga presente en favor de una causa tan noble como la de esta chica”, dice la irreverente de mi Gaby.