Búfalo, NY.-

Les platico: apenas regresamos de la Gran Manzana -a la cual le asestamos seis buenas mordidas- el cambio del sofocante calor neoyorquino al frío de Búfalo, me trajo a la realidad de que justamente un día antes de mi cumpleaños, se le pegó la gana de morir a sus apenas 27 a Jim Morrison, el legendario líder de The Doors.

Y hoy 3 de julio que se cumple medio siglo de que se fue de este mundo por la puerta de París, recordé un libro que leí de su principal biógrafo, Jerry Hopkins, cuando a éste se le ocurrió publicarlo por partes en la también legendaria revista -esa sí aún viva- “Rolling Stone”.

Tuvo tanto éxito que medio año después fue publicado por una de las muchas editoriales basadas en NYC, que ofrecen sus títulos en la -otra vez- legendaria librería Barnes & Noble.

En la edición colaboró Danny Sugerman, el mánager de The Doors (murió en el 2005) y quien le dio el toque de realidad al libro que ha vendido más de 2 millones de ejemplares en 11 idiomas.

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Los derechos de esta obra fueron comprados por el director de cine Oliver Stone, y en él basó su película, que fue protagonizada por Val Kilmer.

El día que la irreverente de mi Gaby fue conmigo a ese océano de libros con delicioso olor al papel impreso, acompañados de nuestros amigos Michael y Marisa Kreitler-Lillis, me fui derechito a los stands donde aparecían las biografías.

Y ahí estaba, flanqueado por las de Michelle Obama y de Kamala Harris; sí, ésta última la misma a la que el presidente de México le cambió el nombre cuando la recibió en el Palacio Nacional.

Y lo primero que pensé fue: Míralo al Jim, hasta después de muerto sigue rodeado de mujeres hermosas y talentosas, ecuación perfecta para que cualquier hombre inteligente caiga rendido a los pies de una de ellas.

La biografía de Jerry sobre la vida de Jim es una apoteosis y su título se lo puso el mismo Morrison cuando el autor le mostró el manuscrito para que lo leyera antes que nadie: “Aquí nadie sale con vida”.

Y de pronto caí en la cuenta de que el mismo Jerry murió un 3 de junio del 2018 en un hospital de Bangkok a sus 82 años, después de haber producido un monumental volumen de obras basadas en las vidas de celebridades como el Rey Lagarto, Elvis Presley, Jimi Hendrix y otros eclécticos personajes.

El libro en cuestión lo tengo a buen resguardo en una bodega de Monterrey. Ha salido airoso a los cambios de casa que he experimentado en mi vida y cuando se me apareció en Barnes & Noble fotografié su portada porque sabía que la fecha del medio siglo de la muerte de Jim estaba cerca.

Tenía en mente este artículo y quise rendirle honores no solo a Morrison sino al mismo Hopkins, porque la forma en que nos mostró la vida del ícono del rock, justamente lo merecía.

En una entrevista que le concedió al South China Morning Post en 2013, dijo que Morrison fue uno de las más interesantes estrellas del rock que conoció, debido a que era un extraordinario conversador.

En esa ocasión, Jerry se lamentó de que “something I always had trouble with at Rolling Stone was that I was interviewing people whose avenue of communication was singing or playing an instrument. Why should anyone expect them to have a political opinion worth listening to?”

En 1969 estos dos personajes tuvieron una larga conversación que fue publicada por “Rolling Stone”, en la cual, Morrison habló de las raíces de su carrera, sus poesías, el caos en el que vivieron los Doors y que transmitieron en muchos de sus conciertos, de su arresto por exponerse sexualmente en el famoso concierto de Miami y muchos temas más que aparecen en el libro.

“If for some reason you’re on a different track from other people you’re around, it’s going to jangle everybody’s sensibilities,” dijo Morrison respondiendo a la pregunta sobre su arresto a causa de lo que fue calificado como una obscenidad en New Haven, poco después del incidente en el concierto de Miami.

“As long as everything’s connecting and coming together, you can get away with murder,” le respondió a Jerry.

Entonces, hoy que se cumplen 50 años de que Jim Morrison se fue de esta vida y sabiendo que sus restos descansan en un lugar medio perdido del parisino Cementerio de Pere Lachaise, yo me pregunto:

¿Podremos salir con vida de todo esto?

CAJÓN DE SASTRE

“Come on, baby, light my fire”, canta la irreverente de mi Gaby.