¡Bienvenidos amantes de la gastronomía! Estimados lectores, voy a platicarles de este gran hallazgo en la Ciudad de México, y espero les encante tanto como a mí. Enclavado en la colonia Juárez, en una casona del siglo XIX de ladrillos rojos, en la calle de Londres 54, podemos encontrar el restaurante “Agüita Fría”, del chef Alejandro López.
Tras seis años de éxitos con este restaurante en Xalapa, Veracruz, se trasladó a la capital del país apenas hace seis meses, para afincarse en la señorial colonia Juárez, y lo mejor es que conserva la esencia original, por aquellos que hayan tenido el privilegio de conocer esta propuesta gastronómica.
Un lugar ideal para probar una cocina “diferente” donde podrás encontrar platillos elaborados con trucha y conejo que valen muchísimo la pena, así como vegetales de temporada, todo cocinado con mucho mimo y dedicación.
Visualmente es una delicia el lugar, con techos altos, paredes blancas que contrastan con los muebles de madera en tonos de roble blanco, grandes plantas, y cuadros muy minimalistas con truchas, hacen que el ambiente sea cálido pero moderno a la vez.
Su menú es muy atractivo pues consta de diversas entradas, platos fuertes, tacos y postres. Al observar la carta, por un momento podemos sentirnos transportados a La Marquesa o al Desierto de los leones, incluso hasta el Ajusco, pues si bien es cierto que la estrella del lugar es la trucha, no le roba importancia al conejo.
Por ejemplo, tienen una entrada increíble de “esquite de la casa con trucha y tocino” que está para chuparse los dedos; y para los que les gusta el picante, ¿qué tal unas “truchitas fritas con mayonesa de habanero”, o una “tostadita de trucha”?
Si no les gusta tanto el pescado, tal vez se animen con una “quesadilla de carnitas de conejo”, para ir abriendo boca. Lo más llamativo es que también hay opciones para los que son vegetarianos, pues pueden probar de entrada una “coliflor asada con mole almendrado”, unas “verduras al grill” o unas “papitas alioli con queso madurado de cabra”, todo acompañado de un buen mezcal o una copa de vino; por copeo hay de origen mexicano, italiano y de argentina, o si quieren una botella, la oferta se extiende a España y Francia.
Y después de las entradas, hincarles el diente a los platos fuertes. Empiezo a hablar de los conejos, porque a mí me encanta la carne de conejo como no tienen una idea, así que la posibilidad de probarlo de distintas formas es muy atractivo; tienen “conejo braseado al ajo”, “con mole almendrado”, uno de conejo a la barbecue”, y también hay “tacos de conejo en adobo”, y “carnitas de conejo”.
Y si eres fan de la trucha, pues la tienen a las brasas, con muy diversas salsas ya sea hechas con chiles secos, zarandeado o habaneros, también hay chicharrón de camarón y para los vegetarianos o veganos les recomiendo los plátanos en mole almendrado, una verdadera delicia.
Para cerrar con broche de oro, vámonos a los postres, que van desde un helado suave de pistache con aceite de oliva ligeramente bañado con hojuelas de sal, hasta un pan de elote fenomenal, pasando por los típicos plátanos machos asados con crema fresca y queso.
Opciones para beber van desde el agua del día, infusión del día, cerveza nacional y artesanal, cocteles como carajillo de la casa y el famoso “torito” de la gastronomía veracruzana, de mazapán con café, y por supuesto pueden probar mezcal, tequila, vinos por copeo o botella y cafés americano, espresso, latte y chocolate.
Sin duda es un lugar cero pretensioso, pero altamente recomendable para aquellos que gustan salirse de las tendencias gastronómicas, y quieren probar comida, de esa que apapacha el alma.
Los precios van desde los $140 pesos hasta los $420 por platillo y las bebidas desde los $45 pesos hasta $240 (copa de vino) o si prefieren una botella, su precio oscila los entre $1,200 y $1,600. Además, el pan que sirve para acompañar los platillos es de masa madre.
Una gran oportunidad para deleitarse con ingredientes sencillos, pero bien ejecutados, en un lugar elegante, casual, moderno y que invita a regresar por otra ronda de platillos, porque su cocina es espectacular. Si van, me cuentan cómo les fue, y los leo en los comentarios. Bon appetit!!!
Cat Soumeillera en X: @CSoumeillera