A estas alturas todavía se siente el efecto o la inercia que provocó la marcha del pasado fin de semana. Fue determinante, incluso para sacar una lectura amplia de lo que aconteció pues tiene mucho valor porque desde el gobierno no pronosticaban la fuerza que acumularía. De hecho, esa manifestación se convirtió -en términos políticos- como la muestra de qué organizados y rompiendo todo prejuicio y paradigma crece la posibilidad de construir una candidatura fuerte y sólida -y no capaz de competir- dado que eso es evidente, sino para ganar.

En primera, porque ratificamos el desgaste del gobierno de la Ciudad de México que encabeza Claudia Sheinbaum. En este caso, la jefa de Gobierno nos demostró que, lo que pasó en 2021, solamente fue la punta del iceberg que constató que -el revés que sufrió en las urnas en las elecciones intermedias- fue producto de la incapacidad y exceso de confianza dada la reacción de la ciudadanía que salió a votar por otra propuesta distinta a la de la izquierda siendo que, la entidad, es considerada el principal bastión lopezobradorista.

Algo similar se vivirá en 2024 sino anteponen la unidad, porque Morena no tiene -para nada- asegurada la victoria en la Ciudad de México desde que grandes cantidades de colectivos y sociedad en general asistieron a la marcha del pasado fin de semana. Quizá, muchos estaban motivados en contra del proyecto de Reforma Electoral. Nunca, al menos desde que tengo memoria, había visto un bastión de la izquierda tan polarizado y en riesgo de vivir la alternancia de la oposición.

No exagero: muchos -yo no- daban por un hecho que López Obrador jamás llegaría al poder, y sin embargo llegó, incluso legitimado por el árbitro del INE. Ese será, sin duda, uno de los grandes retos del presidente ya que, como parece, a Claudia se le fue de las manos el control estructural y político pues se preocupó -en demasía- por el juego presidencial, y olvidó que gobierna la entidad más grande del país y lo que significa en términos de padrón electoral.

Por otro lado, lo que pasó el domingo es un mensaje claro para la oposición que está golpeada, pero no noqueada. Lo dije el pasado lunes: el contrapeso recibió oxígeno puro para respirar y en sus manos está poder competir o fracasar nuevamente. La única solución es, hoy por hoy, construir una sola propuesta presidencial con todos los partidos, incluyendo Movimiento Ciudadano.

Para ello, deben romper prejuicios y malos entendidos y ser conscientes de que -solos- jamás podrán hacerle sombra al partido en el poder. Si en los planes está ir sin alianzas entonces sí, auguramos una derrota anticipada porque no conseguirán nada, incluso, no lograrán la hazaña, ni meterán las manos a la competencia.

Una alternativa seria, hoy en día, fijar la mirada en un candidato que no milite en ninguno de los cuatro partidos, pero que esté activo en los ambientes políticos, incluso, que cuente con las características que se necesitan para encarar este tipo de coyunturas dado que la oposición requiere -inevitablemente- de un actor así. Difícilmente Morena llegará en unidad sí insisten en segregar e impulsar el favoritismo; es ahí donde el contrapeso puede encontrar la llave para hallar al perfil idóneo.

Hay que tener en cuenta que, dadas las condiciones, ese personaje podría emigrar de las filas de Morena dado el escenario cargado a las dos “corcholatas” preferidas en Palacio Nacional. Es una hipótesis, depende mucho de qué tanto sigan empujando para fracturar al partido en el poder, pues ya hay indicios, sólo falta el detonante que ocasione el rompimiento definitivo. Muchos avecinan eso, sólo el tiempo y la voluntad del presidente Obrador lo dirán.

Mientras tanto, la oposición recibió una bocanada de aire puro para ver hacía adelante pues el futuro -sí es que quieren competir- tiene que ser unidos, no hay de otra.

Notas finales

Hace unos días hicimos un análisis minucioso de dónde considerábamos que venía el gran soporte institucional del gobierno municipal de Morelia que, por cierto, se sitúa entre los primeros 30 mejores alcaldes del país de acuerdo con la calificación que emitió Demoscopia Digital en el mes de noviembre. De hecho, encontramos fundamentos y testimonios suficientes para considerar que, ese impacto positivo, es gracias al trabajo que han realizado algunas dependencias como el caso de la Secretaría de Fomento Económico que encabeza Guadalupe Herrera Calderón.

A lo anterior, hay que sumarle el reconocimiento que recibió el alcalde de Morelia, Alfonso Martínez. Fue una comisión especial de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) quien entregó una constancia de eficiencia en las políticas públicas de seguridad, algo así como una evaluación positiva porque disponen de un cuerpo policial que se ha ganado el respaldo ciudadano, del mismo modo la motivación. No ha sido fácil, pero el edil de la capital del estado de Michoacán tiene un trabajo desde el 2005: fecha en que puso en marcha el proyecto integral en ese rubro que sigue rompiendo paradigmas a favor de la causa.