Cada vez se intensifica lo que podemos llamar un ejercicio electoral anticipado de parte de algunos aspirantes de Morena en la elección presidencial que se comportan como si nada aconteciera cuando estamos hablando de que hay, en todo el país, una campaña propagandística a su favor. Y esto pasa mucho antes de que inicien los procesos electorales, incluso las campañas.

La razón puede ser sencilla: hay una omisión de la dirigencia del partido guinda, o simplemente avala qué las que se hacen llamar “corcholatas” se midan con mucho tiempo de anticipación para allanar un camino que todavía no está legalmente constituido por las normas del INE.

Y es que en bardas y espectaculares aparece el retrato de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum con la leyenda: #EsClaudia. Además, utilizan portadas de revistas con el pretexto de promocionar el nombre de una revista que ni siquiera figura en un esquema de popularidad de los lectores. La ley electoral, incluso, todavía no hace un pronunciamiento en una clara falta a las normas internas del ejercicio de promoción de imagen.

Esas determinaciones hablan de que no están respetando la Ley. Además de que comienza a ser un reclamo social es tan evidente que hay un esquema de financiamiento tal vez de recursos públicos porque estamos hablando de mucho dinero que cuesta un espectacular. Sin ir más lejos, las bardas de muchas partes de la república están completamente tapizadas en alusión a la promoción.

A juicio de muchos incluyendo al redactor de los fragmentos de esta columna esta es, por mucho, una competencia desleal y ventajosa porque pone en situación desfavorable a todos aquellos que han levantado la mano y que además tienen el derecho legítimo e histórico de competir por ser precursores del movimiento democrático por más de 25 años.

Lo más lamentable de ello es que ni la propia dirigencia de Morena que encabeza Mario Delgado ha hecho un pronunciamiento cuando el ejemplo más claro de ello está a la vista de todos. No hay espacio o lugar donde no se perciba una publicidad porque es muy notable.

La responsabilidad es, hoy por hoy, salir a dar un pronunciamiento de parte de los líderes del partido y llamar a respetar los tiempos que marca la Ley Electoral. Así.

Sobre todo, porque eso ha provocado mucha incertidumbre y sospecha de qué puede haber una decisión unilateral de imposición ya que el ejercicio es, hoy en día, una clara falta a los principios del partido en No mentir, No robar, No traicionar.

La situación es que, con esto, parece que Morena está permitiendo campañas anticipadas. Eso además de traer una ventaja para quienes se promocionan, puede ocasionar una división interna que muchos han anticipado, especialmente porque le han sacado provecho a este esquema de publicidad que tiene un nombre: actos anticipados de campaña.

Y fueron las propias circunstancias de haber adelantado tanto un proceso presidencial. La inercia o el efecto están propiciando no sólo una división interna, sino un juego deshonesto en una competencia que, ni siquiera, tiene reglas de participación sólidas con una encuesta que ha demostrado ser una simulación que necesita urgentemente ser modificada por mecanismos más sofisticados y democráticos que no dejen margen a la sospecha de que hay quienes influyen en la toma de decisiones.

Por eso, Mario Delgado tiene la obligación de dar la cara a lo que hoy acontece porque además es inocultable. Es triste que esto suceda en un partido que se hace llamar plural y democrático. Se insiste mucho en el tema, sin embargo, los dirigentes hacen caso omiso lo que genera más dudas de que no hay piso parejo ni equidad en una contienda.

Finalmente, la exclusión puede detonar una división profunda. Lo dijimos en este espacio ayer: “sigo insistiendo que, sí la alianza de oposición quiere competir, tendrá que echar mano de un actor ajeno a los tres partidos políticos. Alguien que sea capaz de sumar a todas las estructuras, incluido a Movimiento Ciudadano que, en una de esas, contempla sumarse sí hay alguien que los convenza”.

Morena no se puede dar el lujo de menospreciar a la oposición porque es posible que, en una de esas, salga el perfil indicado que encabece un Bloque Amplio. Falta.

La política es el arte de lo posible, especialmente por lo que estará en juego en la silla presidencial; eso puede ser razón suficiente para romper paradigmas y unificar una sola propuesta desde el contrapeso. Hablo de PRI, PAN, PRD y MC.