“México se ha convertido en un país fértil para hacer negocios, como resultado del buen funcionamiento de la economía y por una serie de cambios que se instauraron durante el presente gobierno”.

Jorge Arce, director general de HSBC México

En estos últimos días de campaña electoral se ha intensificado la discusión en distintos medios, foros, y convenciones sobre el rumbo económico de México a partir del 2 de junio, donde habremos de elegir entre dos ofertas con modelos sustancialmente diferentes.

El que representa Claudia Sheinbaum, “continuidad con cambio de la 4T”, donde el foco está en que “para que nos vaya bien a todos, primero los pobres y los más vulnerables”, que busca el crecimiento del país con base en la rectoría del Estado, enfocado en el desarrollo, el bienestar y el progreso compartido; y el modelo que enarbola Xóchitl Gálvez, que se enfoca en el libre mercado y la participación privada, en lo que se ha llamado la “economía de goteo” (o efecto de derrame de la riqueza, donde primero hay un efecto de apoyo a la inversión empresarial en el corto plazo, esperando que haya un beneficio generalizado en el largo plazo).

Lo que está en juego es una visión diferente de país. En la gestión económica hay un conflicto interminable de objetivos y la definición de prioridades es lo que diferencia a Claudia y Xóchitl.

El modelo económico de la 4T y la pobreza frente a los sexenios de Peña, Calderón y Fox

Una de los objetivos fundamentales de la administración lopezobradorista ha sido establecer cambios económicos estructurales para combatir la pobreza como condición básica para que el país tenga desarrollo económico y se disminuyan las desigualdades; es decir, crecimiento con visión progresista.

Hasta hoy, el modelo de la 4T ha cumplido el objetivo principal de reducción de la pobreza. Según el Coneval, en 2022 se redujo en 8.9 millones el número de personas en situación de pobreza a un total de 46.8 millones a nivel nacional, casi 16% menos que las 55.7 millones de 2020; y 1.7 millones de mexicanos salieron de situación de pobreza extrema.

Un dato significativo es que, entre 2018 y 2022, el porcentaje de la población en situación de pobreza multidimensional a nivel nacional pasó de 41.9% a 36.3%.

En términos comparativos, la 4T muestra mayores avances que los de sexenios anteriores: el porcentaje de población en pobreza multidimensional en el gobierno de Enrique Peña Nieto fue de 43.2%; en la de Felipe Calderón de 46.1%, y de 47% en la gestión de Vicente Fox. Simultáneamente se ha cerrado la brecha salarial entre los más ricos y los más pobres: en 2010 —año correspondiente al sexenio de Calderón—, los más acaudalados llegaron a ganar 35.6 veces más que la población vulnerable; en 2022 se redujo a 15 veces (datos del análisis de The Observer, fuente de verificación de datos del discurso público, con base en cifras del Coneval).

¿”Es el modelo económico, estúpido”?

En un muy ilustrativo debate el jueves pasado, moderado por Sabina Berman en su programa Largo Aliento, titulado “Es el modelo económico, estúpido”, José Ángel Gurría (uno de los principales ideólogos del proyecto neoliberal de Xóchitl), y Luis Felipe Munguía (presidente de la CONASAMI y participante de los Diálogos sobre el Proyecto de Nación de Claudia) delinearon los objetivos principales del modelo económico de cada una de las candidatas. Destacaron estos posicionamientos:

Desigualdad

  • Ángel: El crecimiento económico es la base para la distribución del ingreso y las desigualdades se deben resolver con políticas públicas donde las ayudas sociales “deben ser más inteligentes”, distinguiendo a quienes las necesitan y quienes no. El gobierno debe crear las condiciones para que el sector privado cree empleos más que enfocarse en “dádivas” para la población. Hay que subir los salarios, pero priorizar la productividad; en el centro de las decisiones deben estar los empresarios.
  • Luis: La desigualdad es un tema fundamentalmente de justicia social que también afecta el crecimiento (a mayor desigualdad, menor crecimiento). La política salarial y laboral en México en los últimos años ha contribuido a que haya menor desigualdad. Hay que profundizar la universalización de los programas sociales, que benefician más a los que ganan menos. En México, aunque ha crecido la productividad, no se acompañó en el pasado con mayor nivel salarial, se favoreció la concentración de riqueza. La 4t revirtió esta tendencia. Hay que enfatizar que entre más suben los salarios, más sube la productividad. Hay que enfocarse en los trabajadores para que a partir de allí se generen las condiciones para el crecimiento económico.

Impuestos

  • Luis: Hay que hacer la base gravable más eficiente, evitar la evasión (hay espacio para el crecimiento de la recaudación; más que cobrar más impuestos, hay que gastar mejor).
  • Ángel: Hay que aumentar la recaudación. Plantear un esquema progresivo, quien más gana, más paga; hay que subir impuestos.

Salarios

  • Ángel: Hay que aumentar los salarios con base en la productividad y comparado con otros países del mundo (si producimos la cuarta parte de EU no podemos aspirar a que ganen más los trabajadores mexicanos si no aumentan su productividad). La lógica empresarial debe determinar el aumento salarial.
  • Luis: No debe subir primero la productividad y después el salario, esa correlación es el modelo viejo. En la 4T, el sector empresarial ha acompañado la política salarial del gobierno. Junto con los trabajadores, gobierno y empresarios deben crear condiciones para crear empleo digno con mano obra calificada. Al haber subido el salario promedio, ha aumentado el consumo interno, promoviéndose una economía más robusta. Por ello hay más optimismo del sector empresarial que invierte más en el país. Ahora con mejores salarios y condiciones laborales (i.e., evitar la subcontratación -dar seguridad social-), se ha reducido la desigualdad.

Ayudas sociales

  • Luis: Sin ayudas sociales aumenta la desigualdad y la pobreza. Hay que crear una cancha pareja (no basarse en meritocracia), con programas sociales universales, que son más estables en el tiempo. Podrían subirse las transferencias y si es necesario aumentar programas, se extenderían. No se deben condicionar las ayudas, ya son derechos universales constitucionales. El decidir quién si debe recibirlos o no obliga a crear burocracia, intermediarios y mecanismos que solo distraen recursos de estas ayudas.
  • Ángel: Lo ideal es que la gente tenga empleos, más que ayudas sociales. Hay que evaluar si la gente verdaderamente los necesita, solamente ellos deben recibirlos.

Infraestructura

  • Ángel: Es un desastre la inversión en infraestructura pública, el gobierno debe establecer las normas y proyectos, y el sector privado desarrollarlos. Debe haber transparencia. Evitar asignaciones directas. El gobierno debe dar señales para atraer a los inversionistas nacionales y extranjeros.
  • Luis: No hay un desastre y hay que darle a cada megaproyecto de la 4T su tiempo de maduración, para juzgarlo y evaluarlo. Es necesaria la inversión pública para fomentar el desarrollo del país; a las empresas privadas solo les interesa desarrollar negocio propio y ganancias para los accionistas (no el interés público). La infraestructura pública además alienta la inversión privada y reduce presiones para el sector empresarial, creando condiciones de productividad. Se debe construir obra pública donde la iniciativa privada no lo haría para desarrollar nuevos polos (sureste y no solo el norte del país), para crear condiciones para que llegue más inversión a todo el país. Debe haber inversión en conjunto entre el sector privado y público. Se han dado las señales correctas, como lo demuestran los datos de mayores inversiones en México.

Corrupción

  • Ángel: La inversión debe estar regida por empresarios, hay que transparentar cada contrato de obra con escrutinio público y evitar asignaciones directas. Las compras y obras públicas deben hacerse por licitación y concurso, como en sexenios pasados, y evitar la información reservada.
  • Luis: La inversión no se debe concentrar únicamente en los empresarios que tienen como fin concentrar las ganancias y buscan promover intereses propios; el poder económico debe estar separado del poder político. Que no haya capitalismo de cuates. Debe haber más rendición de cuentas para disminuir la corrupción. Transparencia total con instituciones y leyes que hay que fortalecer, y se debe aumentar la fiscalización.

Nearshoring

  • Ángel: No se está aprovechando. Se “espanta a la clientela” con propuestas como la reforma eléctrica; hay que regresar al esquema público-privado (nacional y extranjero); hay que facilitar la entrada de inversión y no dar señales hostiles, no debe haber “cacofonía”.
  • Luis: Antes la inversión llegaba solo a ciertas regiones con bajos salarios. Ahora con la 4T, las condiciones favorecen a los trabajadores. Por eso debe haber reglas para la relocalización de empresas, enfocadas a que inviertan, paguen bien, y reciban mano de obra calificada, proporcionando condiciones logísticas. Debe haber un encadenamiento productivo que incluya a las pymes y empresas locales, con la inversión por relocalización.

No se está espantando la inversión. Según los datos duros al respecto, y según encuestas del INEGI, el ambiente en el país respecto a la inversión por primera vez en la historia es muy optimista. No hay cacofonía, lo que pasa es que las inversiones deben regularse para que llegue a todos.

El debate anterior resume la esencia de las propuestas económicas que encabezan Claudia y Xóchitl, que definen dos proyectos de nación entre los cuales deberemos elegir el próximo 2 de junio.

Claudia dice que “para que un árbol dé buenos frutos hay que regarlo desde las raíces”. El proyecto de Xóchitl ya se probó en el pasado, y parece más bien una pirámide que se construye desde la punta, que se centra en los de más arriba para luego ver hacia la base.

Con base en todo lo anterior, en mi opinión, en México ya no debe haber lugar para la exclusión, la discriminación, ni para los privilegios. No hay vuelta para atrás. Debemos seguir construyendo un país de derechos con bases fuertes desde la raíz, para que el crecimiento económico sea sólido y sostenible, y se generen beneficios compartidos.