Entristece la muerte temprana de ciertos seres que no hemos siquiera conocido personalmente. Existe una corriente de simpatía, un entendimiento y comprensión tácita sobre temas sociales y políticos a partir de un humanismo esencial; además de compartir circunstancias e intereses generacionales. Así sucede con Antonio Helguera (1965-2021), el caricaturista, el “monero” que desde muy joven estuvo participando con su cualidad artística en la crítica política al corrompido régimen neoliberal del PRI y del PAN, el Prian, y a la vez pugnando por alcanzar un gobierno que propiciara un país democrático y en paz. Literalmente, una lucha de vida en su caso.

Existe algo en este tiempo de pandemia que he pensado como el Imperio Trágico del Covid, en el que han muerto decenas de miles por la enfermedad pero también muchos otros de manera inusual como “daño colateral” o por el efecto de esa atmósfera pandémica que ha modificado la “normalidad” de la existencia. Formalmente no han muerto a causa del virus (aún no se tiene el conocimiento sobre ese tipo de daño colateral), pero han sido demasiados –incluyendo a muchos famosos- los que han fallecido por diversas causas en el transcurso de poco más de un año. Vivimos otra “normalidad” y, en ella, han sucedido y suceden eventos sorpresivos, inesperados, cargados de drama.

Helguera , como firmaba el artista, estudió en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado, “La Esmeralda” y pronto comenzó a colaborar, desde 1983, en diversos medios impresos. Destacadamente en La Jornada, donde obtendría el reconocimiento y el prestigio nacional y en la que se unió a otros “moneros” ya célebres en México como Rapé, El Fisgón y Hernández. Recientemente participaba en el programa de la televisión pública, “El Chamuco TV”, una suerte de prolongación de la revista El Chamuco donde colaboraba precisamente con los caricaturistas agrupados en el periódico que ha sido consecuente en su filiación de izquierda.

Helguera obtuvo en dos ocasiones el Premio Nacional de Periodismo, en 1996 y 2004, entre otros reconocimientos; deja además el producto de su trabajo en el periodismo, algunos libros y los programas de televisión, uno de los cuales miraba un día antes de su fallecimiento.

Parte de la empatía, la simpatía y el entendimiento tácito sobre problemáticas sociales y políticas viene de la coincidencia temporal, generacional. Helguera , nacido en 1965 y habiendo iniciado en el periodismo desde los 18 años, es parte de la generación que en la Ciudad de México se manifestó en 1986 contra las políticas del gobierno federal de entonces hacia la Universidad Nacional Autónoma de México, expresadas en el documento Fortaleza y Debilidad de la UNAM, del rector Jorge Carpizo. La generación que en 1988 votó por vez primera por un personaje de aparente izquierda y que lo acompañó en contra del fraude electoral de entonces, Cuauhtémoc Cárdenas. Asimismo se entusiasmó con el surgimiento del EZLN en 1994, organismo del cual se desilusionaría posteriormente por su derrotero al llamar a votar contra la izquierda electoral beneficiando así de facto al PRIAN. Generación que disfrutó el primer gran triunfo de la izquierda en la Ciudad de México en 1997 con Cárdenas como jefe de gobierno, mismo que igualmente desilusionaría en el 2000 cuando no fue capaz de hacer frente al fraude a la democracia que resultó Vicente Fox, la “alternancia” tan celebrada por la supuesta oposición.

Sin embargo, en el 2000 esa generación de Helguera vería consolidarse y apoyaría a un líder que venía luchando desde poco más de 10 atrás, Andrés Manuel López Obrador, quien ganó la jefatura de gobierno entonces. Esta generación y las mayores y menores “ataron” su simpatía política a este personaje y marcharon con él en el proceso de desafuero en 2005, asistieron y padecieron el fraude de 2006 y sus funestas consecuencias, vivieron la compra del voto, el pleno entendimiento del PAN y el PRI con el regreso de este al poder presidencial en 2012. Y finalmente, la gran victoria de julio de 2018, que fue el arribo al poder, en torno a la figura de López Obrador, de un gobierno que procura mejores condiciones democráticas y de vida para los mexicanos; el combate a la corrupción y el fin de la impunidad.

Helguera simboliza a la generación de fin del siglo XX y principios del XXI; desgraciadamente muere temprano, cuando había mucho que hacer en el futuro para desarrollar y acaso consolidar la democracia en México.

Se ha criticado quizá con razón a López Obrador por colocar un tuit inmediato tras enterarse de la muerte de Helguera, pues aunque sintiera simpatía y afecto por este, se vive en una condición de violencia y tragedia en el país que también ameritaría un mensaje empático del presidente sobre esos otros asuntos y sus víctimas; seguramente el primero en aprobar esa crítica sería Helguera . También se ha cuestionado al “monero” por haber dejado de ser crítico con el gobierno, como lo fue antes del PRIAN. El caricaturista afirmó en su momento que no había dejado de criticar al poder, pues este no sólo lo ostenta el gobierno, también el poder económico y los intereses tras la oposición que miente y manipula con tal de regresar al régimen corrupto que él y su generación han combatido.

Cito a continuación la postura de Helguera , sus palabras sobre el gobierno actual. Coincide con una tesis que he desarrollado para mí a partir de diciembre de 2018, la del apoyo crítico y el crítico apoyo:

“No tengo reparo alguno en decir que soy simpatizante absolutamente del gobierno de López Obrador… A cada rato me salen con la mamada de que ya no critico al gobierno. A ver güey, ¿por qué voy a criticar a un gobierno con el que estoy de acuerdo? Si la cagan, pues sí, como ayer. Si abren La Jornada de hoy pues verán mi cartón donde sí critico… Cuando hay cagadas, lo critico. Pero no voy a ponerme a atacar a lo pendejo a un gobierno que esperé toda mi vida”.

Y sí, en ese proceso vital pleno, de crítica social y política y de arte, se le fue la existencia de manera temprana, cuando sin duda contribuiría a una mejor sociedad, a un mejor país; queda su obra. Hasta siempre, “Monero”, artista Helguera.

P.d. Mi videocolumna sobre Helguera: