Imposible tapar el sol con un dedo, y a la vista del mundo entero ha quedado de manifiesto que tanto el gobierno de Estados Unidos como el de México, son directamente responsables de las vejaciones, atropellos y abusos que diariamente sufren miles de migrantes que circulan por territorio mexicano, la mayoría de ellos con la genuina ilusión de alcanzar un sueño americano que habitualmente se transforma en pesadilla, y más recientemente en una suerte de vida o muerte en su aventurada travesía por suelo azteca, en donde como vimos la semana pasada, puede significarles enrolarse en algo parecido a El juego del Calamar.

Los dos países han mantenido en los últimos años una política represiva creada bajo la presión de la administración del expresidente Donald Trump y que ahora Joe Biden, obligado por el senado de su país, ha tenido que continuar aún cuando en campaña había prometido cambios sustanciales que no pudo sostener. Sin embargo, ello no lo exonera de cargar junto con el presidente Andrés Manuel López Obrador, de la responsabilidad en la muerte de al menos 55 migrantes, niños entre ellos, que no lograron alcanzar llegar a la tierra prometida y perdieron la vida en un accidente vial al desprenderse la caja del trailer en el que viajaban más de 100 personas hacinadas, en un tramo cercano a Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.

“El muro que quiso implementar Trump se ha movido cada vez más hacia el sur, con medidas represivas desde México hasta Honduras, muy eficaces, pero con una respuesta muy débil al abordar las necesidades de la población”, habían señalado con toda antelación especialistas en el tema migratorio.

Según han declarado las autoridades de Protección Civil, el trailer que era conducido a exceso de velocidad transportaba a alrededor de 150 personas hacinadas.

El vehículo de carga pesada salió el jueves 9 de diciembre desde Guatemala rumbo a Veracruz. La mayoría de los migrantes provenían de distintos países de Centroamérica. El conductor perdió el control del vehículo a la altura de Chiapa de Corzo, alrededor de las 15.30 horas. Los vecinos fueron los primeros en auxiliar con sus propios manos a los emigrantes en medio de una escena dantesca donde los cuerpos quedaron regados sobre el asfalto. Según las autoridades, el exceso de velocidad fue la causa que hizo que se desprendiera la caja del vehículo, de acuerdo a reportes de Protección Civil.

El accidente supone una de las tragedias donde más migrantes se han visto involucrados y revela el volumen histórico de desplazados que se mueven en las sombras para esquivar el cinturón militar desplegado en la frontera sur.

Las autoridades mexicanas han detenido a 228.115 personas migrantes y deportado a 82.627 de enero a octubre de 2021, con lo que se acerca a cifras no vistas en más de 15 años, revelaron el viernes 3 de diciembre los datos de la Unidad de Política Migratoria del Gobierno.

También se dijo que los arrestos migratorios son ya casi 64% más que las detenciones de todo 2020, cuando hubo 82.379, mientras que las deportaciones son 27% más que todas las del año anterior, cuando se registraron 60.315. Con estas cifras, México se acerca a las estadísticas de 2005, cuando capturó a más de 240.000 personas migrantes, de las que deportó a cerca de 232.000, de acuerdo con los datos históricos de la Unidad de Política Migratoria, que depende de la Secretaría de Gobernación (SEGOB).

De las personas migrantes detenidas en 2021, más de una quinta parte, 48.707, han sido niñas o niños, aunque solo 1.124 se consideran no acompañados. Esta cifra es más de cuatro veces la de 2020, cuando las autoridades interceptaron a 11.262 personas migrantes de 0 a 17 años, de las que 453 eran no acompañadas.

Del total de personas interceptadas, la mayoría eran de Centroamérica, con más de 192.000 del total. Después siguió el Caribe, con alrededor de 22.800, y América del Sur, con casi 8.400 personas interceptadas, además del resto de otras regiones. Por país, el principal origen ha sido Honduras (97.968), Guatemala (64.733), El Salvador (18.988), Haití (17.516) y Nicaragua (10.960).

Las autoridades han hecho la mayoría de las capturas en la frontera sur, en los estados de Chiapas (67.376) y Tabasco (27.273). Les sigue Tamaulipas (21.863), estado fronterizo con Texas del noreste del país.

La región vive un flujo migratorio récord hacia Estados Unidos, cuya Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) “encontró” más de 1.7 millones de personas migrantes irregulares en la frontera con México en el año fiscal 2021, que terminó el 30 de septiembre.

El Gobierno mexicano ha recibido críticas por su trato a los grupos migrantes y el despliegue actual de más de 28.000 elementos de las Fuerzas Armadas en las fronteras norte y sur para tareas migratorias, no obstante, prometió que “por razones humanitarias y de manera temporal, no retornará a sus países de origen a ciertas personas que esperarán en México su proceso migratorio ante cortes estadounidenses”.

El motivo central de esta decisión es mejorar las condiciones de las personas migrantes de manera sustantiva, permitir su proceso de asilo en Estados Unidos y velar por sus derechos”, afirmó Roberto Velasco, jefe para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).

El gran desafío ahora es habilitar albergues para los migrantes devueltos de la frontera con Estados Unidos, pues hay que recordar que el programa instaurado por el expresidente estadounidense Donald Trump y reactivado por Joe Biden tras una orden de la Suprema Corte, obliga a solicitantes de asilo de Estados Unidos a esperar su proceso en territorio mexicano, por lo que ha comenzado el retorno de estas personas a territorio nacional.

Los primeros migrantes afectados por la reinstauración de los Protocolos de Protección al Migrante (MPP, en inglés), o el denominado programa “Quédate en México”, llegaron el miércoles (08.12.2021) a la fronteriza Ciudad Juárez desde Estados Unidos.

Al puente internacional Lerdo, que conecta a Juárez con El Paso, Texas, llegaron sin compañía dos hombres, uno de origen nicaragüense y el otro hondureño.

Autoridades de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) de Estados Unidos y de la Guardia Nacional de México los guiaron hasta llegar a las oficinas migratorias, donde les realizaron una prueba de COVID-19.

En el lugar había carpas portátiles para la recepción de los indocumentados con personal de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Funcionarios explicaron que trasladarían a los solicitantes de asilo a un albergue público en el norte de la ciudad.

Estos son los primeros dos migrantes afectados por la nueva versión del “Remain in Mexico” o “Quédate en México”, que se reactivó tras un acuerdo entre el gobierno de ese país y Estados Unidos.

Tan solo en Ciudad Juárez se esperan de 30 a 40 personas retornadas diarias, explicó en un comunicado Óscar Ibáñez, representante en el municipio de la gobernadora de Chihuahua, Maru Campos. Los activistas han advertido que el gran desafío es habilitar albergues para los migrantes.

Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en esta frontera, de la red que sostienen con 23 albergues, hay 2.967 camas, pero 85 % ya se encuentran ocupadas.

Por ahora, más de 26.500 peticionarios están en las listas de espera de los MPP en ocho ciudades mexicanas fronterizas, reveló la semana pasada un estudio de la Universidad de Texas en Austin.

En tanto, hay que decir que la ola migratoria ha sacudido este 2021 a México con el arribo de cientos de miles de extranjeros, en su mayoría centroamericanos y haitianos, que han llegado al país en busca de cruzar a Estados Unidos.

Así las cosas, solo queda esperar que los mandatarios de ambas naciones, Biden y López, consideren medidas estratégicas en las que los migrantes sean tratados de mejor manera, para evitar accidentes y tener que cargar en su conciencia con muertes como las registradas el jueves en la capital de Chiapas.

Salvador Cosío Gaona en Twitter: @salvadorcosio1

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