No se concretará ninguna declinación, pese a la fuerte presión que mete el Frente Amplio por México. De igual forma, sabemos, los detractores del presidente López Obrador, en todas las trincheras, insisten en una idea que, de plano, no se llevará a cabo. De hecho, Alejandro Moreno, “Alito”, ya montó su espectáculo para lanzar una propuesta al candidato de Movimiento Ciudadano para que tome decisiones. Dijo, entre muchas cosas más, que renunciará a la dirigencia del PRI y, de paso, a su candidatura plurinominal. Además, dice, que lo hace por la democracia de nuestro país. Francamente, me dio risa por el momento de frustración que viven, producto de la decadencia política a la que han llegado.

En Movimiento Ciudadano, en este momento, podemos destacar dos figuras claves para descifrar que, sea como sea, Máynez no declinará a su aspiración presidencial. Hablo de Dante Delgado y Samuel García. El primero, sabemos, no quiere saber más de coaliciones después de la mala experiencia que vivió con Anaya en 2018. Y el gobernador de Nuevo León, queda claro, se siente todavía agraviado por la guerra sucia que montó el Frente Amplio por México para tumbarlo de la candidatura presidencial. Él mismo, en efecto, ha deslizado que no sucumbirán a la presión de los medios de comunicación. De hecho, eso reduciría la posibilidad de ganar más espacios en el legislativo y, de paso, quedar desdibujados en el mejor instante político que viven.

Siendo así, es muy probable que, por ningún motivo, veamos una declinación por la silla presidencial. Eso, además de un error político, pondría en jaque el crecimiento que ha tenido en los últimos años MC. Hay alianzas que suman, sin embargo, hay otras que restan. Ese es el caso del Frente Amplio por México, especialmente por el lastre de la corrupción que cargan PRI y PAN. De hecho, el partido revolucionario institucional, en promedio, es quien más repudio social tiene en los estudios demoscópicos que circulan a diario. Y no solamente es eso, sino lo que representa su historia en las últimas décadas. Basta echar un vistazo para enumerar el grado de podredumbre que dejó el PRI cuando gobernó el país.

Por eso y por más motivos, Movimiento Ciudadano no declinará. Aunque, más allá de eso, hay razones más poderosas para no realizarlo. La primera, queda claro, MC sigue creciendo en las encuestas. Incluso, estos últimos días le ha robado puntos a la abanderada del Frente Amplio por México, Xóchitl Gálvez. Sabemos que, en este preciso momento, la batalla es intensa para quedarse con la segunda posición de la contienda. Además de ello, se sabe, MC ha llevado al PRIAN al terreno de la vulnerabilidad. Eso, de forma mediática, ha sido un motor de impulso para el partido naranja. Ellos saben perfectamente que, con este paso, se perfilan a ser la segunda fuerza política del país. Inclusive, cada vez más los simpatizantes de la derecha se alejan de esa trinchera. Esos votos, por supuesto, los está capitalizando Máynez.

Por eso el temor y la desesperación del Frente Amplio por México. Saben que, de manera clara, la elección está perdida para ellos. De hecho, aunque MC se uniera a la coalición variopinta, no sería suficiente para doblegar el poder imponente de Morena. Claudia Sheinbaum, en ese sentido, promedia una intención del voto entre 53 y 58% de quienes saldrán a tomar decisiones. Supongamos que Movimiento Ciudadano decidiera sumarse de último minuto. Eso, en definitiva, dividiría a la militancia de MC. Por un lado, se sabe, algunos emecistas no compaginan con las políticas públicas de Morena, pero, en su gran mayoría, no toleran al PRIAN. Siendo así, eso sería un negativo que, a la postre, le cobraría factura en las urnas a los naranjas.

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Dante Delgado es un político muy calculador. Él, de hecho, sabe perfectamente que, una declinación en estos momentos, sería un suicidio político para su partido. Así de sencillo. Por ello, no veo a Máynez declinando, ni mucho menos sucumbiendo. Insisto, nada cambiará una decisión de esa naturaleza, máxime porque, en este momento, Movimiento Ciudadano ya le pisa los talones a Xóchitl Gálvez. Por ese motivo, el PRIAN ha recurrido al show mediático que protagonizó Alito, al aludir un mensaje que, de hecho, no le creemos ni media palabra, especialmente al recurrir a la prensa para suplicar una declinación que, sabemos, no sucederá a estas alturas.

Es sencillo: Morena arrasará en las urnas el próximo 2 de junio con Claudia Sheinbaum.

Notas finales

En lo que va de la campaña, Claudia Sheinbaum, candidata presidencial de Morena, visitó por tercera vez Jalisco. De entrada, grandes concentraciones se dieron cita para cobijar a la abanderada de la coalición Seguimos Haciendo Historia. En cuanto a ello, queda claro, Jalisco será uno de los puntos donde Morena arrasará, de acuerdo con la última encuesta que publicó Reforma. Eso tiene una explicación sencilla: el trabajo territorial que han hecho sus coordinadores de campaña —en aquel punto del país— es crucial. Hablamos, desde luego, del liderazgo de Mery Pozos. Eso, además de un equilibrio, le ha dado mucha vitalidad al movimiento, especialmente por la organización y planeación de la candidata a diputada federal por el distrito 11. Con ese buen desempeño, veremos una elección con resultados muy favorables para la izquierda. Por un lado, Sheinbaum ganará el voto de las mayorías para jefe del ejecutivo federal. En la gubernatura, se sabe, Delgadillo ha ganado mucho terreno y, hasta donde sabemos, hay encuestas que la ponen muy por arriba de MC. Y, por si eso fuese poco, conquistarán el mayor número de posiciones para el legislativo, entre ellas, por supuesto, la que encabeza Mery Pozos. Ella, de hecho, es el ejemplo más claro del relevo generacional que, en su momento, hizo énfasis el presidente López Obrador.