Para muchos de nosotros, las mascotas no sólo son animalitos de compañía, pues se vuelven parte de nuestra familia. Por ello es muy común que al viajar la gente opta por llevar consigo a su mascota en avión, sin embargo, surgen muchas dudas sobre cómo viajar con tu mascota.

Y debemos empezar siendo enfáticos: cada aerolínea establece sus reglas; lamentablemente no existe un estándar legal ni reglamentario, por lo que, si tienes planeado un viaje en avión, lo mejor es consultar directamente los requisitos que pide la aerolínea elegida y no te veas sorprendido al llegar al aeropuerto. Pero es un hecho, no es sencilla ni rápida la tramitología y siempre hay riesgos.

Tomemos en cuenta que existen diferentes tipos de mascotas, y no me refiero a si son perros, gatos o pericos, sino con base en la funcionalidad o no que tengan con su dueño. Tenemos a los perros guía, animales debidamente entrenados para ser guiar a débiles visuales, y siempre deben ir a bordo con su dueño. Son perros de razas “grandes”, y al adquirir el boleto, debe especificarse a la aerolínea que se viaja con un “perro guía”, el cual volará a los pies de su dueño en la cabina de pasajeros del avión.

Como todo animal que suba a bordo, el cuadrúpedo en cuestión deberá tener todos sus papeles médicos en regla para que no exista ningún obstáculo para viajar él acompañando a su dueño.

Otro caso de animales viajando a bordo en cabina de pasajeros son los animales de apoyo emocional, que a diferencia de los “perros guía o animales de servicio” no se limitan a canes, pudiendo ser gatos, conejos, cuyos (roedores) e incluso aves como patos o pericos. Conocí un caso “extremo” en que el animal de apoyo emocional era un pavorreal. Por casos así, desde el año pasado las aerolíneas norteamericanas están tratando de regular el tamaño del animalito en cuestión, con todas las controversias posibles.

La Administración Federal de Aviación (FAA) permite que cada aerolínea decida si permitirá a los pasajeros viajar con una mascota en la cabina de pasajeros y queda establecido que si una aerolínea permite mascotas en la cabina, el contenedor para mascotas se considera equipaje de mano y los pasajeros deberán seguir todas las reglas de equipaje de mano (tamaño, peso, etc.).

La cantidad de animales en los aviones viene creciendo desde hace varios años, y creó una industria artesanal en torno al suministro de papeles, notas médicas e incluso chalecos para perros de apoyo. En 2017 Delta Air Lines transportó alrededor de 250,000 animales, incluidos perros de servicio y un año después alrededor de 600,000.

En el caso de este tipo de mascotas, al igual que con los que son “de servicio”, deben contar con su cartilla de vacunación al día, un certificado médico que avale la salud de mascota en cuestión, y además de presentar en fotocopia la cédula del veterinario que certificó al animalito. Esto hay que sumarle la carta que extiende el médico psiquiatra que certifica la condición médica del pasajero y que requiere al animal para poder viajar.

Por último, menciono a los animales de compañía, nuestros mejores amigos que si bien no nos brindan servicios de guía o de apoyo emocional, son parte de nuestra familia. ¿Cómo viajar con ellos en avión? Si tu mascota no rebasa los 10 kilos y el contendor es pequeño, viaja como equipaje de mano; si tu mejor amigo es un animal grande (perro, por ejemplo), tendrás que documentarlo para que viaje junto con la carga y deberás tener en cuenta el costo extra por ello. Las tarifas varían dependiendo de la aerolínea.

Como dato adicional diré que cada aerolínea pone un límite de mascotas viajando con ellos en vuelo:

  • Aeroméxico permite el transporte de perros, gatos y aves en la cabina y en la bodega del avión, siempre y cuando el vuelo dure seis horas o menos. En total sólo se permiten 6 mascotas por vuelo y una mascota por pasajero. Así mismo, todas las mascotas deben estar limpias y dentro de su respectiva jaula.
  • Volaris transporta máximo 7 mascotas en la bodega, y 2 en la cabina del avión. Sólo pueden viajar perros y gatos en buen estado de salud, siempre y cuando cumplan con los requisitos de higiene.
  • Viva Aerobus sólo transporta perros y gatos. En total sólo se permiten tres mascotas por avión, y una por pasajero.

Aeroméxico es la única aerolínea que permite viajar con mascotas de raza braquiocefálica o de nariz chata (Pugs y gatos persas, por ejemplo), siempre y cuando sea en la cabina del avión y cumpla con todos los requisitos. En Volaris y Viva Aerobus no.

Esto debes tenerlo en cuenta a la hora de adquirir tu boleto de avión. Pregunta bien todos los requisitos que pide la aerolínea, así como los límites y máximos en que la aerolínea se hace responsable, para que no te lleves una mala experiencia.

Como sobrecargo de Mexicana tuve la oportunidad de viajar con mascotas de pasajeros, ya fueran perros de servicio o de apoyo emocional, o simplemente mascotas muy queridas por sus dueños. Muchas anécdotas vinieron a mi mente a raíz de la nota sobre “un perro perdido por Aeroméxico” y la pregunta lógica de si esto es posible. ¡Claro que es posible!, Y es que las eventualidades son muchas.

Puede ser que el animalito en cuestión se escape, como sucede muy frecuentemente con gatos que van documentados en la cabina de carga, pues el ruido en la plataforma es excesivo para los delicados felinos, que escapan de sus contenedores y hacen pasar las de Caín tanto a los trabajadores de la aerolínea, como a los angustiados dueños, ante la pérdida de su animal.

Otro caso, triste sin duda, es cuando las mascotas mueren durante el trayecto. Ya sea porque los sedaron antes y el veterinario no contó con el tema de presurización artificial del avión, que les provocará un paro cardio respiratorio. Es por eso que la gran mayoría de las aerolíneas piden que no sedar a las mascotas que van a viajar con la carga.

Uno de los casos más curiosos que me tocó presenciar sucedió en un viaje a Montreal, Canadá. Subieron un perro de raza “Pomeranian” en su caja, y lo iban a meter a la carga, cuando el capitán, máxima autoridad de la nave, indicó que se lo llevaría en la cabina. Casi seis horas después, tras aterrizar en el aeropuerto, el gerente del Aeropuerto nos recibe, lívido, preguntando por el perro. Resulta que en la enorme cadena de trabajadores de tráfico alguien tuvo un error, y el pomeranian que debía ir a Mazatlán, viajó a Canadá.

Como el perrito en cuestión no tenía papeles para ingresar a Canadá, el gerente del aeropuerto de Mexicana se quedó con él en su oficina durante 12 horas, hasta que el avión saliera de regreso a la Ciudad de México. Mientras tanto, le compraron una correa y lo sacaron a pasear en el aeropuerto, y le dieron de comer. En todo momento el gerente de Montreal estuvo en comunicación con el de Mazatlán para tranquilizar a la dueña del perro, que involuntariamente se había ido a pasear a la tierra del maple. Al día siguiente, abordaron otra vez al perrito, el capitán se lo llevó en su cabina y llegando a México, “hicieron la conexión” a otro avión cuyo destino era para encontrarse con su dueña, en Sinaloa.

Los amantes de los animales no me dejarán mentir. La angustia en que podemos entrar al no encontrar a nuestra mascota, adquiere niveles de pánico. ¿No les ha pasado? Llegar a casa y no ver por ningún lado a nuestro gato; sudamos frío, pensamos que se ha escapado y cuando estamos al borde de estallar en histérico llanto, el michi sale muy orondo y despreocupado de su escondite.

Viajar con mascotas es muy estresante, para el dueño y para el animal, pero en la medida en que los usuarios de las aerolíneas sean conscientes y acaten las reglas para viajar con su mascota, la experiencia será totalmente placentera para todos los involucrados.

Por cierto, al terminar de escribir esto, diferentes medios han publicado que el perro “Kobe” de la nota de ayer, ya se encuentra con su dueña. Salud por ello.