La conversación telefónica que sostuvo el compañero presidente López Obrador con la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, el pasado lunes, representa que la relación entre ambas naciones ha tomado el rumbo de respeto y colaboración que inició desde la llegada de Biden al poder el pasado 20 de enero.

También tiene qué ver con el gran interés de la administración Biden hacia México a pesar del fracaso, la incapacidad e ineptitud y ofensas del gobierno de la 4T, que ha puesto al país en una posición de debilidad, tanto al interior como frente al mundo.

De hecho, la actitud de la administración Biden ha generado un cambio de actitud del presidente frente a nuestro vecino del norte. Las bravuconadas románticas de los años setenta de culpar al imperialismo yanqui de todo lo que pasa, perdieron sentido y causaron la molestia de nuestros vecinos y México dejó ir la oportunidad de mantener una relación de igual a igual con su principal aliado y socio comercial.

Un mejor diálogo

El canciller Marcelo Ebrard reconoció que desde 2016 México no tenía un diálogo de alto nivel con Estados Unidos, es decir, desde la llegada a la Casa Blanca del amigo de AMLO, el racista Donald Trump.

El expresidente Trump utilizó el insulto y la denigración hacia México para llegar a la presidencia de su país. Vino a nuestro país a insultar a los mexicanos y construyó un muro, que no solo detuvo la migración, sino que impactó negativamente en términos económicos. Trató de sabotear el T-MEC, detuvo el desarrollo energético de México imponiendo el regreso de las energías fósiles, terminaron los acuerdos de cooperación en materia de seguridad y, principalmente, acabó con el diálogo de alto nivel, para simplemente impartir órdenes.

Esta política de Trump hacia México se logró gracias al entreguismo por parte de la 4T. En el T-MEC con un Jesús Seade que, si hubiese tenido más tiempo, habría boicoteado el tratado comercial. En realidad, si se alcanzaron importantes acuerdos, fue por la delegación de México que encabezó de forma brillante el exsecretario de Economía, Idelfonso Guajardo.

Incluso se puede afirmar que la llamada telefónica de la vicepresidenta Harris a AMLO dio más resultado que la visita de AMLO a Washington con sus cuates, donde solo se hicieron negocios entre los que asistieron a esa cena en la Casa Blanca.

Gracias a Biden, México ha contado con millones de dosis de vacunas para inocular a una buena parte de la población. Una de sus primeras decisiones fue la donación de 1.3 millones de vacunas para los municipios fronterizos, ciudades a donde el Dr. López Gatell no había mandado nada.

Impulso hacia la recuperación

Algo que le preocupa también a la administración Biden, es que México carece deun plan de recuperación económica necesario para evitar el crecimiento de la desigualdad entre ambas naciones. El canciller Ebrard mencionóque Harris comentó con AMLO el plan de los Estados Unidos para infraestructura y otras iniciativas encaminadas a acelerar la recuperación económica, incluso, mencionó que son proyectos de trillones de dólares, situación que marcará otro diferencial, el de la capacidad o velocidad en la recuperación económica respecto con México y Centro América.

Al informarlo Ebrard no abundó en detalles, pero reconoció que existen cambios tecnológicos a los que México se tiene que adaptar, como la transición energética y la de telecomunicaciones. Señaló que el presidente de Estados Unidos -y en eso evidentemente México va a participar- está planteando que se dé prioridad a la transición de vehículos de combustión con combustibles fósiles a eléctricos.

Comentó que los cambios tecnológicos “hacen que vaya cambiando el mercado. Va a haber muchos efectos de estos también ahora después de la pandemia; por ejemplo, el comercio electrónico ha crecido exponencialmente respecto a lo que era antes, entonces tenemos que prepararnos entre ambos países”.

En septiembre próximo tendrá lugar una nueva reunión en la que se hablará de proyectos de infraestructura, que claro, no son ni el Tren Maya, el Aeropuerto de Santa Lucia o Dos Bocas, sino que, seguramente, contarán con la participación de la Iniciativa Privada, proyectos que verdaderamente den empleo productivo a los mexicanos y que aceleren la recuperación económica del país y como lo mencionó Ebrard, coadyuven a disminuir las diferencias con Estados Unidos en la transición tecnológica y energética.

Otro punto es que la recuperación económica de Estados Unidos beneficia el empleo de los connacionales que envían parte importante de su salario a México. Esas remesas se han convertido en el principal ingreso del país. Gracias licenciado Biden, usted ha generado más empleos para mexicanos que la 4T.

A partir de la relación de alto nivel promovida por el licenciado Biden, se retoma tambien la cooperación en seguridad y se incluirá el tráfico de armas que aumentó en la época de Trump.

Los cambios son gracias a la visión de estadista del señor Licenciado presidente Biden y de su interés y preocupación por tener un vecino, aliado y socio con el que pueda tratar de igual a igual y no preferir al vecino “agachón” que solo estira la mano para pedir ayuda.

Perro que ladra no muerde, los imperialistas siempre lo han sabido de su mejor actor cristiano compañero y servir camarada.