La semana pasada, el presidente Andrés Manuel López Obrador se comprometió a que la titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, muestre los trabajos que se han hecho con respecto al tema de Mexicana de Aviación.

Independientemente de lo que Luisa Alcalde vaya a decir en la Conferencia mañanera, hay un tema por demás pendiente. Y es que Andrés Manuel, a través del Instituto Nacional de la Economía Social (INAES), estuvo brindando asesoría al grupo de trabajadores pertenecientes a Mexicana de Aviación que manifestó su interés para la creación de una cooperativa; dichas pláticas y mesas de asesoría se realizaron por espacio de dos años.

La Cooperativa de nombre “Aviación Mexicana” ya se encuentra legalmente constituida, pero no cuentan con el apoyo económico para arrancar; son tres proyectos: una aerolínea chartera, una de carga y una página de venta de boletos.

Una de mis teorías es que cuando Luisa se presente a la mañanera, utilizará el tema de la Cooperativa para dejar claro que el tema con los trabajadores de Mexicana ya está finiquitado “…y a otra cosa mariposa”; pero tengo que decirlo: en los hechos, no es así.

Los integrantes de la nueva Cooperativa, que han estado trabajando arduamente para levantarla, están a la espera que el poder ejecutivo les ayude a conseguir ingresos para poder echar a andar los tres proyectos, para pasar del tintero a los hechos.

Ayer justamente les hablaba de lo complicado que es arrancar una aerolínea, y en el caso de la Cooperativa Aviación Mexicana tiene que pasar por las mismas solicitudes que cualquier línea aérea, esto es, contar con las capacidades operativas, técnicas y financieras así como con la concesión y con el Certificado de Operador Aéreo (AOC), que expide la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes.

Por supuesto que muchos de los trabajadores que se unieron para conformar la Cooperativa lo hicieron en aras de tener una fuente de empleo, a sabiendas que ni es la panacea económica y laboral, ni mucho menos la solución al conflicto que lleva más de 12 años sin resolverse.

Sólo esperan la luz verde del Gobierno Federal para ver cristalizados sus sueños, pero se vuelve espinoso cuando en los hechos, los titulares de las dependencias encargadas de la aviación nacional no cuentan con un plan de desarrollo para la industria, mucho menos de crecimiento y de fortalecimiento para la misma.

Y es que las autoridades federales están viendo de manera aislada el tema de los aeropuertos y las aerolíneas, cuando estos forman “un todo” dentro de la industria. Tenemos un fantasma habitando la Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes, que como se dice de manera coloquial “ni cacha, ni picha ni deja batear”.

Después de la pandemia tuvimos la gran oportunidad de reordenar de manera correcta el espacio aéreo, poner en orden la explotación de rutas y slots, verificar concesiones, porque ese es el trabajo de la Secretaría, y en caso de no cumplir a quien tenga la concesión, quitárselas, no dejando que sigan pululando los cadáveres de las líneas aéreas que ya no vuelan.

Porque de verdad, nuestro país tiene “operando” más líneas áreas fantasmas que reales; ahí siguen las entelequias, como almas en pena, esperando el día del juicio final. Es por eso que cualquier aerolínea que se quiera “echar a andar”, debe contar con todos los requisitos, además de que como país nos urge una política nacional en materia aeronáutica.

Es muy probable que Luisa Alcalde eche mano del tema de la Cooperativa a modo de desviar la atención del tema central y primordial: la falta de una solución al caso de Mexicana. Evidentemente mis compañeros de la Cooperativa están esperanzados en que cuando se saque el tema en la mañanera, los apoyos del Gobierno Federal se darán en cascada.

Lo que no se vale, y lo digo a título personal, es solamente utilizarlos en el discurso y no cumplir en el mundo de los hechos. Insisto, mis compañeros mucho han trabajado y quieren ver materializados sus sueños, dando oportunidad a nuevas generaciones a enamorarse de la aviación.

Pero eso nunca será posible si no se actúa; para lograr la operación de una cooperativa del calado que se tiene planeado, falta muchísimo camino por andar. Mientras al ejecutivo no le quede claro que la aviación no puede verse como un grupo de hechos aislados, van a estar dando tumbos y parchando aquí y allá.

¿A qué tipo de “pendientes” en la aviación me refiero? Hago una lista, para que usted lector, se percate de que todo está correlacionado:

1. Degradación a Categoría 2, de toda la aviación nacional.

2. Concesiones que no operan, como Mexicana de Aviación, Interjet, AeroCalifornia, Aerovías Caribe, Mexicana Inter.

3. Concesiones que no cumplen, como Aeromar que no paga a sus trabajadores, o lo hace en paguitos chiquitos como si fuera Elektra.

4. Nulo control de pagos de turbosina: Interjet y Aeromar deben y en el caso de esta última se sigue acumulando su deuda.

5. Huelga de Interjet que está por cumplir dos años

6. Justicia lenta por parte de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje

7. Caso de Mexicana de Aviación: una quiebra declarada, pero sin ejecutar.

8. Préstamo de las rutas de Mexicana de Aviación a otras líneas aéreas, sin pago alguno para el gobierno

9. Trabajadores de Mexicana que fueron afectados por la bajada de vuelo, y más tarde también afectados por el cierre de operaciones de Interjet.

10. Falta de pagos patronales al Infonavit y Fonacot por parte de Aeromar, Interjet, Mexicana de Aviación, y la consecuente pérdida del patrimonio de los trabajadores.

Y no me meto en el tema de la Agencia Federal de Aviación Civil, porque nos amanecemos y no acabamos. Como podemos ver, muchos temas se relacionan unos con otros. Es por ello que si el gobierno tiene genuino interés en que el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) despegue, tiene que voltear a ver a las aerolíneas que lo van a operar.

Un aeropuerto necesita de estas, pero no solo internacionales como Copa Airlines o Arajet, o las estadounidenses cuyo crecimiento después de la pandemia ha sido exponencial ¿Qué pasa con nuestras aerolíneas nacionales?, ¿Dónde está el trabajo de la SICT?

Al contrario del discurso que los panistas hicieron en su momento durante el gobierno de Calderón, asegurando que no había espacio para dos aerolíneas bandera, y una tenía que morir, a nuestro país -por su tamaño- le faltan aerolíneas que impulsen la competitividad, bajen los precios a favor de los usuarios y sean generadores de derrama económica de los turistas, que se quede en nuestro país.

Por eso es importante que el gobierno, de manera firme, honesta y valiente apoye el proyecto de la Cooperativa Aviación Mexicana, reordene las rutas y slots, y le dé una salida digna al caso de Mexicana de Aviación. Si lo hace de “dientes para afuera”, como una manera de apagar un fuego, o peor aún, solamente con fines “electoreros”, en nada habremos avanzado. Repito, no estamos pidiendo concesiones graciosas, exigimos justicia.