Aunque existen argumentos que alimentan las especulaciones acerca de la influencia o participación de la familia del presidente tanto en sus decisiones de gobierno, como en su partido, Andrés Manuel lo ha negado enfáticamente.
Sobre su esposa:
“Yo tengo que agradecerle a mi esposa, a mi compañera, Beatriz, que decidió no ser ‘primera dama’ y no abandonar el apoyo al movimiento en el que cree o dejar de ayudarme. Pero es que, ¿por qué primera dama? ¿las demás mujeres no son primeras damas?”.
Sin embargo, se sabe que tanto en Morena, como en la 4T hay personajes muy cercanos a Beatriz Gutiérrez como los llamados “Cónsules de la memoria” que se desplegaron en las embajadas de España, Francia y Portugal para apoyar a la esposa de AMLO en el Proyecto de la Coordinación Nacional de la Memoria Histórica y Cultural de México que tuvo a su cargo y, más recientemente, se destacó su relación de amistad con Max Arriaga, el encargado de los libros de texto gratuito que tanta controversia han causado.
¿Será o es golpeteo político?
Andrés Manuel se expresa así de su familia, pero ¿realmente se lo cree?
Sobre sus hijos:
“Son muy buenos, los tres y Jesús, que es por el que respondo, porque es menor de edad. Además, la política es un oficio, no es ‘soy pariente de un político o amigo y ya con eso voy a aspirar un cargo’. Eso es un desprecio a la política y una falta de respeto al pueblo”.
Así lo ha dicho, pero, tras bambalinas mucho se especula acerca de que la responsabilidad de la operación política y financiera de Morena y de que se sigan las instrucciones del presidente en temas de selección de candidatos e incorporación de cuadros al gabinete federal y estatales, recae en su hijo, Andrés López Beltrán.
Hay que recordar que cuando el excanciller Marcelo Ebrard, se supo en desventaja en las preferencias del presidente, para tratar de nivelar la balanza, propuso a Andy para ocupar un cargo en la hipotética Secretaría de la Cuarta Transformación, “generosa oferta” que de inmediato rechazó López Beltrán.
La importancia de la operación política
En mi opinión, hasta este momento, la candidatura de Claudia Sheinbaum no ha levantado y se han presentado problemas y confrontaciones al interior de Morena, algunas veces de manera pública, dicha situación le preocupa al oficialismo y más porque la oposición logró conjuntar esfuerzos para apoyar a una rival como Xóchitl Gálvez, por lo cual Andrés Manuel sabe que no es momento de equivocarse en la selección de candidatos, sobre todo en las plazas de mayor interés para Morena como lo es la CDMX.
García Harfuch
Hace unos días, la periodista Lourdes Mendoza documentó una gran movilización policiaca en Polanco para resguardar el sitio donde Omar García Harfuch se reunió con el hijo del presidente, según la periodista, fue luego de esa reunión, cuando el exjefe de la policía capitalina informó que buscará la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México.
La candidatura del nieto del exsecretario de la Defensa Nacional en tiempos de Gustavo Díaz Ordaz no es ninguna improvisación, es uno de los mejores cuadros que tiene Morena para la capital del país, está bien posicionado y de llegar, ayudaría a subir los números de Claudia en tan importante plaza.
Pero ¿qué hacen los hijos?
Más allá de referirme a temas como la famosa casa gris, los viajes, las relaciones en Nueva York con famosas celebridades ni los empleos en San Francisco con el equipo de beisbol de los Gigantes, simplemente mencionaré que efectivamente, hay diferencias en el antes y después en las vidas de los hijos de AMLO a partir de que llegó a la presidencia.
José Ramón, Andrés Manuel y Gonzalo, siembran cacao y fundaron en Tabasco la chocolatería Rocío en terrenos heredados por el abuelo materno y el negocio, al parecer, ha sido próspero.
En diferentes momentos los tres han vinculado sus vidas a la política, principalmente cuando su padre decidió fundar Morena. José Ramón fue coordinador en el Estado de México, Andy, fue encargado en CDMX y Gonzalo hizo lo suyo en Tlaxcala.
Tal vez podríamos dar un voto de confianza a la buena fe de Andrés y creer lo que asegura, aunque se especule acerca de que muy buenos amigos de sus hijos ocupan altos cargos o bien, han obtenido generosos contratos, no sean más que coincidencias y que por alguna razón, hay quienes lo pueden interpretar como “demasiada coincidencia”.
¿Doble moral o descarado nepotismo? Juzgue usted.
X: @diaz_manuel