IRREVERENTE

Les platico primero uno de los muchos antecedentes de su ocurrencia con los ataúdes en contra de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

El pasado mayo del 2022 emitió un decreto para convertir en vil pecera el Acuario de Veracruz, que fue construido y operado por más de 20 años a través de un fideicomiso privado.

Este lugar era orgullo de los veracruzanos y fue construido con fondos de empresarios del puerto, que lo convirtieron en un referente internacional.

Desde que asumió su cargo como gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García le echó el ojo al fideicomiso, porque le hacía sombra la eficiencia, pulcritud y transparencia con que se manejaban los dineros.

Me tocó conocer ese lugar, ubicado en el Malecón del puerto y también a algunos de los empresarios que lo crearon.

Convierte acuario en vil pecera

La muerte accidental de un manatí fue el pretexto para que Cuitláhuac se apoderada de la operación del acuario y desde hace justamente un año, lo convirtió en una vil pecera.

Lo primero que hizo fue colocar a favoritos suyos en puestos clave, que saben de acuarios maldita la cosa.

La asistencia ha caído en picada desde entonces y se convirtió por obra y gracia del gobernador, en cueva de ineficientes, según me reportan ex empleados de alto prestigio internacional que fueron despedidos por órdenes de Cuitláhuac.

Antes de su decreto que sacó de la jugada a los empresarios, dicho lugar operaba con un 90% de capital privado y el 10% restante lo ponía el gobierno del Estado.

Hoy, a un año de distancia, el total del dinero que requiere para su operación corre por cuenta de recursos públicos, pues los ingresos por concepto de taquilla son tan escuálidos como un charal o un renacuajo.

De modelo a lastre

A juicio de Baldemar Estrada, uno de los empresarios que formaron parte de este proyecto desde sus inicios, antes de que metiera las manos Cuitláhuac, el acuario era autosustentable y hoy es una lastre que funciona con los impuestos de los veracruzanos.

Así, Cuitláhuac expropió el Acuario de Veracruz para convertirlo en vil pecera donde nadan él y compinches suyas, ante la complacencia de un presidente que se divierte con sus jarochas p3nd3jadas.

Es que a raíz de la “protesta” orquestada por el gobernador con ataúdes a los que les puso los nombres de los ministros de la SCJN, López Obrador lo defendió diciendo que no es rata.

Cuitláhuac fue acompañado por senadores y diputados de Morena en el plantó que organizaron en Xalapa para repudiar -ellos- la invalidación del plan B de la reforma electoral, a manos de los magistrados.

Andrés Manuel aplaudió y respaldó esa protesta y en una de sus mañaneras dijo:

“En el caso de Veracruz, tienen a un extraordinario gobernador, ahora muy atacado porque convocó a una manifestación para protestar por la corrupción de jueces. Lo hizo bien, sin embargo se le lanzaron muy fuerte. No se tenía en Veracruz un gobernador como Cuitláhuac García”.

Ante ese dicho presidencial, el empresario Estrada a quien cito párrafos arriba comentó:

Dante Delgado

“Tiene razón el presidente, nunca habíamos tenido aquí a un gobernador tan inepto, corrupto y rastrero como Cuitláhuac, y miren que la competencia es fuerte, con ex gobernadores de la calaña de Fidel Herrera, Javier Duarte y el mismito Dante Delgado, que aunque haya entrado para relevar a Fernando Gutiérrez Barrios, se robó más de $200 millones por lo que fue a parar a la cárcel de Pacho Viejo hace 28 años”, me comentó el citado empresario.

Cajón de sastre

“Cuitláhuac es un lacayo de López Obrador. Está donde está para desgracia de los veracruzanos, por su único mérito de ser uno de los incondicionales del presidente”, remata la irreverente de mi Gaby.