Debemos de ser conscientes y coherentes en el discurso porque, a pesar de que se avanza en el proceso de transformación que inició el presidente desde el poder institucional del Estado, hace falta fortalecer muchas áreas de oportunidad en la que, el reclamo social, sigue siendo una de las prioridades que se deben tomar en cuenta para mejorar la calidad de vida de los mexicanos.

Para ello, es importante conocer el sentir de la población civil; que sea la propia participación social a través de Foros de Diálogo con la Ciudadanía quienes enriquezcan y contribuyan recurriendo a las opiniones que se originen con base en la demanda colectiva.

Una especie de espacios de interacción a través de una nueva cultura participativa ya que el escenario político-social requiere, inminentemente, una serie de mecanismos y nuevas estrategias de desarrollo social, máxime por el clima que se generó producto de los efectos que arrastró el Covid-19. Por tal motivo, la situación actual necesita un esquema o proyecto de nación que vaya acompañado de acciones de utilidad para reactivar la economía.

Y será la propia sociedad por conducto de la participación activa la que alimente esas necesidades a través de propuestas ciudadanas. Con ello, el próximo candidato de Morena debe tener esas características, pero sobre todo ese conocimiento de causa pues los retos del país siguen siendo mayúsculos empezando por puntualizar las prioridades para marcar el rumbo del territorio nacional.

Los ejes fundamentales, ya lo han comentado los protagonistas del 2024, radican en una Reforma Fiscal, una Agenda Integral, lo mismo que una Política Exterior, así como la Rendición de Cuentas y Perspectiva de Género.

A raíz de ello, la población civil debe tomar muy en cuenta quién es aquel actor que domina perfectamente estos temas porque eso significa que, con mucha capacidad y conocimiento de las circunstancias, está preparado para un plan sexenal desde la presidencia de la República al grado de ir resolviendo- a través de un proyecto- las necesidades, pero sobre todo el reclamo social que sigue latente en gran parte del país.

Por ello, no basta con solo levantar la mano o ser del Club de presidenciales; se necesita habilidad, madurez y conocimiento para seguir enfrentando la tarea que hoy realiza el presidente Obrador. Asimismo, contar con un proyecto de nación donde se entiendan y haya empatía en las causas que continúan siendo un reclamo social en distintas materias.

Sería una propia contradicción asegurar que, en el país, todo marcha perfectamente. Se debe tomar muy en serio no porque la gestión del presidente tenga malos resultados, sino que apenas se echaron raíces en la consolidación del desarrollo del territorio nacional. Falta. Eso es una realidad inocultable que, en el discurso consciente de algunos presidenciables, han hecho hincapié.

Y los que tengan ese juicio o esa visión de las áreas que hay que continuar fortaleciendo tendrán una ventaja en relación con los demás aspirantes de Morena ya que la sociedad se inclina por las propuestas donde se apueste a corregir los aspectos que no han dado resultados, aunque también los que garanticen mejor rendimiento y utilidad a fin de seguir perfeccionando acompañado de una política o proyecto de nación integral.

Citamos en otro fragmento ejes como la Reformas Fiscal, Agenda Integral, Política Exterior, Rendición de Cuentas y Perspectiva de Género. Hay que tener presente esos rubros ya que son temas dominantes que han salido, incluso, de las mismas propuestas ciudadanas a través de espacios de participación que son indispensables en una cultura democrática.

Quien trace un proyecto de esa naturaleza, no tengo duda que está más que preparado para tomar las riendas del país porque se convertirá, hoy por hoy, en el abanderado idóneo de la militancia y la simpatía de Morena.