“Es mejor ser rey de tu silencio que esclavo de tus palabras.”
SHAKESPEARE
Aunque las cosas no necesariamente son así en la realidad, me gustan las películas de Hollywood en las que el policía honrado detiene a un matón y le dice: “Tiene ud. el derecho a guardar silencio. Cualquier cosa que diga puede y será usada en su contra en un tribunal de justicia. Tiene el derecho de hablar con un abogado y que un abogado esté presente durante cualquier interrogatorio. Si no puede pagar un abogado, se le asignará uno pagado por el gobierno. ¿Le han quedado claro los derechos previamente mencionados?”.
Total, que eso se llama Advertencia Miranda. El nombre se origina en un famoso caso de los sesenta, en Arizona, cuando a un tal Ernesto Arturo Miranda se le acusó de los delitos de secuestro, violación y robo a mano armada…
Pero no voy a dar un recuento de esa historia, sino simplemente comentar que, al presidente de México, alguien debería leerle la Miranda warning ante la oleada de juicios internacionales que se vienen contra su gobierno por las reformas energéticas —incluidos arbitrajes en el marco del T-MEC—.
Para evitar discusiones que en este artículo no vienen al caso, le voy a dar el beneficio de la duda a AMLO cuando este cuestiona a jueces y a ministros. Digamos que lo hace porque el Poder Judicial en nuestro país no suele ser precisamente honorable. Bajo esta óptica, inclusive una declaración tan lamentable como la de “no me vengan con que la ley es la ley” podría entenderse como una forma de evidenciar que el mandatario ‘no se chupa el dedo’ y que sabe que en los juzgados se hacen interpretaciones indebidas a la norma, y que eso debe parar. Pero… siempre hay ‘un pero’, y en este caso es gigantesco.
Y es que —creo fue el analista Luis de la Calle quien advirtió a AMLO—: se modera usted, señor presidente, o todo lo que diga será usado en su contra (y no es para menos, la verdad; después de todo, López Obrador debe actuar como la máxima autoridad del país). De hecho, ya está ocurriendo así. Quien lo dude que analice el comunicado del Colegio de Abogados de la Ciudad de Nueva York contra el presidente de México, a propósito de expresiones de López Obrador que jamás debió haber pronunciado.
Veamos lo siguiente: “El Colegio de Abogados de la Ciudad de Nueva York expresa su seria preocupación por las declaraciones realizadas por el presidente de México”, en las que “anunció la investigación de un juez federal por emitir una medida cautelar en un caso que involucra al gobierno”. En otras palabras, la New York City Bar Association cuestiona lo que dijo Andrés Manuel López Obrador acerca del juez que amparó a Iberdrola: “A este juez lo estamos investigando por el caso de Iberdrola, estamos revisando cómo concedió un amparo para que la empresa no pague una multa de 10 mil millones de pesos”.
El Colegio de Abogados de Nueva York menciona como antecedente que, en marzo de 2021, el presidente AMLO solicitó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación investigar a otro juez federal por una decisión que suspendía la vigencia de una reforma a la ley de energía. A la que por cierto le siguieron/secundaron otros varios jueces…
En fin, que preocupa a la asociación de juristas neoyorquinos que el presidente López Obrador haya dado a entender que las decisiones del juez en cuestión obedecían a corrupción y a presiones de grupos de interés (entiéndase Iberdrola).
Preocupa todavía más a la The New York City Bar Association que el Consejo de la Judicatura de México haya abierto una investigación a un juez solo porque el presidente AMLO la exigió, ello a pesar de que el presidente de la SCJN anunciara que la investigación anterior NO encontró nada irregular. Es que la pesquisa de la Corte no impidió que la UIF —de la Secretaría de Hacienda— indagara acerca de las finanzas del juez y su familia.
Me dicen que la Barra Mexicana, Colegio de Abogados está detrás del pronunciamiento de la New York City Bar Association. No lo dudo; es absolutamente legal.
Todo se vale en el amor y en la guerra, así sea guerra judicial. Y es que si las tropas de oposición mexicanas están débiles en el flanco partidista, son muy fuertes en lo relacionado con el dinero (grandes empresas industriales, de servicios y financieras) y están perfectamente organizadas en la trinchera judicial, en la que cuentan con aliados globales.
La New York City Bar Association no desaprovecha su comunicado de condena a AMLO y se lanza a matar: sostiene que los dichos de López Obrador —los gringos hablan de sus “actos”, pero lo cierto es que todo se reduce a la palabra presidencial— “contravienen varios principios y normas fundamentales del derecho internacional”. Y se dejan caer los juristas neoyorquinos: Andrés Manuel atenta contra “los principios básicos de las Naciones Unidas relativos a la independencia de la judicatura”, contra la Convención Americana sobre Derechos Humanos y contra jurisprudencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos .
Para el Colegio de Abogados de la Ciudad de Nueva York, lo que hace el presidente AMLO al “anunciar públicamente las investigaciones de los jueces que han fallado en contra del gobierno viola estos estándares internacionales porque tal conducta socava directamente el respeto y la independencia del poder judicial e intimida a los jueces involucrados y los disuade de llevar a cabo sus funciones judiciales de manera independiente”. Ello “independientemente [valga la redundancia] de la legalidad de la decisión de un juez o de su supuesta mala conducta”, ya que existen procesos legales / institucionales para revertir o modificar las decisiones judiciales: “Además, en el caso de denuncias creíbles de corrupción o mala conducta judicial, se deben buscar canales apropiados y no políticos, evitando amenazas públicas”.
Lo dicho, los juristas se preparan para la batalla legal que se viene contra el gobierno de México, que va en desventaja porque nadie le leyó a AMLO la Miranda Warning: “Tiene derecho a guardar silencio…”; derecho que el presidente Andrés Manuel no ejerció, por lo que podría terminar como rehén de sus propias palabras.