Qué determinación tan importante tomó el Coordinador de los Senadores de Morena cuando solicitó suspender el proceso legislativo y regresar la minuta a las comisiones correspondientes ya que, en términos políticos, no había condiciones para que se votará la propuesta de extender el plazo de marzo del 2024 a marzo del 2028 para que las Fuerza Armadas realicen labores de seguridad pública en el país, especialmente porque la oposición jugaría su papel para tratar de tumbar la minuta durante el curso de la discusión del asunto en el pleno.

Fue la mejor determinación en el momento más oportuno porque llegaría un punto donde el tema podría sofocarse hasta suprimir cuando la oposición se aglutina a través del Bloque de Contención para evitar que la minuta obtuviera la mayoría calificada por ser una modificación al marco constitucional.

Pese a que hubo intentos ganó más la intuición y la experiencia del líder de la fracción de Morena en la Cámara Alta que actuó rápido para tomar un respiro que, hoy por hoy, significa la luz al final de túnel. Dicho de otra forma, todo parece indicar que hay condiciones para qué el próximo martes se construya un consenso a favor de la minuta. De hecho, eso resultará positivo después de qué ha trascendido que hay avances importantes en las negociaciones luego de la enorme flexibilidad y apertura que el propio líder de Morena en el Senado propició a fin de superar diferencias, especialmente para darle un giro a una nueva alternativa de redacción.

Tras ese anuncio hace unos días, y a través de este espacio de opinión, pusimos sobre la mesa un escenario hipotético de quiénes podían, en un determinado momento, inclinar la balanza a favor de la minuta. La única alternativa, políticamente hablando, es precisamente la del PRI a pesar de que hay diferencias de puntos de vista a la de sus compañeros en San Lázaro, que fueron los que empujaron la iniciativa con el acompañamiento de Morena y sus aliados.

“La única alternativa más viable es, hoy por hoy, los votos que pueda sumar el PRI para sacar adelante la Reforma Constitucional. Ésa puede ser la clave en la aritmética legislativa recordando que, para que la minuta sea vinculante, se necesita mayoría calificada, es decir, dos terceras partes de los que integren la asamblea una vez que el tema suba al pleno”.

Javier Lozano Gamiño

Ése fragmento es una cita de mi columna: “Los votos del PRI”.

Sin embargo, todo apunta a que, tanto la fracción del PRI que encabeza Miguel Ángel Osorio Chong, como la del PRD que lidera Miguel Ángel Mancera, han visto con buenos ojos la alternativa que se planteó, y que ya se trabaja para subirla al pleno el próximo martes. Para lograrlo se requiere mayoría calificada asunto que, hasta ahora., todo parece indicar que reina el entendimiento de legisladores que han mostrado voluntad a pesar de las diferencias que se suscitaron en la pasada sesión que se suspendió.

Y el mérito hay que dárselo a Ricardo Monreal quien actuó conforme a la lógica del clima que se vivió. Vale la pena mencionarlo porque, gracias a ello, la minuta está a punto de llegar a un desenlace positivo el próximo martes luego de replantear el análisis en las comisiones. De un lado no se agota el diálogo y, por otro, hay pronósticos a favor porque los mecanismos de flexibilidad y apertura estarían siendo, hoy en día, el elemento clave para encarar este tipo de coyunturas, máxime cuando hay una polarización como la que se vivió en aquel momento.

Es evidente que, pese a lo que pasó, hay apertura para generar las condiciones óptimas, especialmente porque es un tema trascendental en miras a la pacificación del país.

Qué mejor que contar con una Estrategia integral en las tareas de seguridad con instituciones de respeto como la Secretaría de la Defensa Nacional.

Aunque eso se decidirá el próximo martes que vence el plazo para subir el tema, todo apunta a que Ricardo Monreal saldrá doblemente fortalecido en los trabajos del Senado de la República como un estratega clave que debemos decirlo con esas palabras porque él, en cuatro años, le ha sacado todas las propuestas en materia de reformas constitucionales al presidente López Obrador.

Y, otro de los puntos que sin duda fortalecieron el liderazgo de Monreal esta semana, fue el trabajo político que realizó en la Cámara Alta para aminorar, y que le fuera lo menos mal posible al secretario de Gobierno, Adán Augusto en su comparecencia de hace unos días. En otras palabras, el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República, debió allanarle el camino para amortiguar las circunstancias que podían desembocar en voz de la oposición.

Habrá que esperar al próximo martes; sí la lógica se impone, tendremos modificación al marco constitucional y será entonces momento en que, el secretario de Gobierno, Adán Augusto, deba de tomar en cuenta la doble mano que le tendió Monreal cuando le metió el hombro.