Pasaron las elecciones del 5 de junio. Es tiempo de analizar, planear y organizar a los partidos políticos para la siguiente batalla: las gubernaturas de Coahuila y el Estado de México en 2023, y el primer gran reto al que se van a enfrentar es la definición de las candidaturas.
Además del posicionamiento en las encuestas, hay otros factores que los partidos deberán tomar en cuenta, como si su candidatura la encabeza una persona joven o madura, con trayectoria política o caras frescas, militantes de cepa o externos y el buen desempeño en sus tareas, entre muchas otras. El asunto está en hacer un análisis profundo de los distintos perfiles y tomar una decisión que tome en cuenta muchos otros factores relevantes más allá de los números del día.
En Morena hoy destacan cuatro perfiles para el Estado de México que empiezan a discutirse en las cúpulas del partido y en Palacio Nacional. Todo parece indicar que la candidatura recaerá en alguna de las o los siguientes:
El senador Higinio Martínez. En sus ventajas tiene ser un viejo conocido del presidente López Obrador y líder del grupo Texcoco, que controla buena parte del partido a nivel estatal. Martínez Miranda tiene buenos números en las encuestas públicas, con un buen nivel de conocimiento, y tiene liderazgo en importantes grupos políticos locales del estado, como el congreso local y la auditoría, que le permiten mantener fichas para levantar la mano. Sin embargo, su momento de mayor influencia ha pasado y sus relaciones se han desgastado, por lo que tiene conflictos con grupos internos del partido que amenazan con una posible ruptura en caso de que se consolide como candidato.
Por otra parte está la secretaría de Educación Pública, Delfina Gómez Álvarez, que tiene en su favor el haber realizado dos campañas recientemente (la gubernatura en 2017 y el senado en 2018), lo que la mantiene con un buen conocimiento a nivel estatal, pero su imagen ha decaído a raíz de la multa que le impuso el Tribunal Electoral por gestiones en su paso como alcaldesa de Texcoco, aunque el presidente la ha defendido y respaldado públicamente en numerosas ocasiones.
El tercer texcocano en disputa por el favor de la candidatura es el actual titular de aduanas, Horacio Duarte Olivares. Con independencia del encargo actual, hay que tomar en consideración la trayectoria política estrechamente ligada sí, a Higinio Martínez, pero fundamentalmente al presidente López Obrador. Duarte fungió como abogado de Andrés Manuel durante el proceso del desafuero, allá por 2005. Siempre en la mesa de los acuerdos políticos y acciones de trascendencia legal, la última incursión que tuvo en la conferencia matutina lo situó en el primer círculo de influencia de Palacio Nacional.
Sin embargo, por las recientes experiencias al interior de Morena, es imposible descartar un escenario de ruptura. Los tres perfiles cuentan con suficientes elementos para ser candidatos, pero también para ocasionar una división interna que enfrente a los respectivos equipos.
¿Qué podría pasar entonces?
Una cuarta vía, si no de conciliación, sí de transformación a profundidad, desde los nombres hasta las formas. Me refiero a la actual edil de Tecámac, Mariela Gutiérrez Escalante. Reelecta en 2021, llamó la atención de la población mexiquense desde 2018 cuando logró sacar al cacique que gobernó de facto el municipio durante más de 15 años.
El perfil empresarial de Mariela juega en su favor, pues la acerca a grupos con los que Morena no dialoga fácilmente. Aunque tiene en su historial haber participado en varias campañas junto a AMLO en el Estado de México, la alcaldesa se ha desempeñado toda la vida como empresaria y es un vínculo importante entre el sector, las clases medias, y el movimiento obradorista.
La construcción del AIFA (cuyas vías de acceso y zona urbana más cercana se encuentran Tecámac) ha contribuido al desarrollo del municipio y la redefinición de su vocación económica. Hoy Tecámac está tomando una fuerza importante en el Estado de México y eso abona al crecimiento de su alcaldesa, que hoy preside la Asociación Nacional de Autoridades Locales de México.
En su contra juegan las encuestas, pues no tiene el nivel de conocimiento que sí tienen los y las integrantes del grupo Texcoco. Sin embargo, tiene un mayor potencial de crecimiento en positivo que podría darle la vuelta a lo que hoy se considera una debilidad, y transformarla en oportunidad.
Una empresaria con trayectoria política implicaría un nuevo comienzo para el Edomex, desde el partido hasta las prácticas políticas en una entidad que, por las cifras de inseguridad, falta de servicios, feminicidios, corrupción, desempleo y abandono de todas las instancias, necesita prácticamente una refundación. Mariela posee todo lo bueno del morenismo, como el involucramiento en diversas causas productivas y sociales, y carece de viejos vicios como las clientelas, los pleitos con los grupos añejos y los señalamientos y demandas de malos manejos administrativos en el pasado.
Pero además, habrá que considerar que en las dos elecciones del 2023 (Coahuila y Edomex), los partidos políticos están obligados por ley a postular a una mujer en al menos uno de los dos estados, lo que también será determinante en las candidaturas y que pudiera ser un paso adelante para Delfina Gómez y Mariela Escalante, pues la lista de aspirantes puede recortarse sólo a ellas dos.
Al final de cuentas, será el presidente quien decida con qué carta jugar y apostarle todo al estado más poblado del país. Probablemente la decisión la sabremos a finales de este año. Por lo pronto, los cuatro ya se están moviendo buscando ser el o la elegida. La moneda está en el aire.